31.10.07

SARTRE, EL ESCRITOR Y SU LENGUAJE


Mis subrayados...
Sobre el oficio de escribir


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Decir la Verdad. Es el sueño de todo escritor que envejece. Él piensa que no lo ha dicho jámas – y no ha hecho más que decirla-, está desnudo. Pongamos que se atenga a su propio strip-tease. Los libros en espera son órdenes. Yo siempre hice literatura de circunstancias , he producido bajo órdenes . Naturalmente: el empleador no es ya el Estado , es todo el mundoo cada uno: un medio político del que formo parte, una circunstancia particular. Le ventaja de esas órdenes es que obligan al escritor a no “preferirse” nunca . Y además, al mismo tiempo, el público está definido.

Sobre el compromiso

“ ...La literatura pura es un sueño. Si la literatura no es todo, no vale perder en ella ni una hora. Eso es lo que entiendo por “compromiso”. La literatura se muere si se la reduce a la inocencia, a canciones. Si cada frase escrita no resuena en todos los niveles del hombre y de la sociedad, no significa nada. La literatura de una época, es la época digerida por su literatura. Su belleza es querer ser todo, y no buscar estérilmente la belleza. Solo un todo puede ser bello. Los que no han comprendido –digan lo que hayan dicho- no me han atacado en nombre del arte: me han atacado en nombre su compromiso particular.. Un espejo crítico. Mostrar, demostrar, representar. Eso es el compromiso. Después de eso, la gente se mira y hace lo que quiere. En el siglo XVIII los escritores fueron sostenidos por la Historia. Hoy eso se terminó: son sospechosos. Trataremos de conservar ese papel. ¿Qué sería de una sociedad sino no hubiera más sospechosos? La escritura o la política no se eligen. La situación decide. A los hombres del Frente de Liberación Nacional, por ejemplo, el problema político se les planteó inmediatamente, con violencia: es toda una generación que, desde la primera infancia, fue arrojada a la guerra. El recurso a la violencia no representa una opción, en este caso, sino una orientación por la situación. Después de esto, cuando la guerra termine, se encontrarán entre ellos, quizá, personas que escriban. Pero la política y la guerra habrán sido su herencia primero...El verdadero trabajo del escritor comprometido y se lo he dicho: mostrar, demostrar, desmitificar, disolver los mitos y los fetiches en un pequeño baño de ácido crítico. Con un poco de suerte, los otros inventaran nuevos mitos a través de él; o bien, como se produjo con Pushkin o en la época isabelina, el estilo puro o más resplandeciente será el equivalente de una acción política, porque el escritor hará descubrir su lengua a la nación, como momento último de su unificación. Esas oportunidades no nos han sido dadas. Temo que los motivos de orientarse hacia la literatura, se hagan más y más raros actualmente. En mi tiempo, se pensaba en morir en mi cama: yo me aseguraba una larga vida mirando a mi abuelo –muy viejo- siempre fresco. Tenía el derecho de entrar en la religión literaria. Tenía sesenta años de fe y de deseos ante mí. Después de la guerra fría, se educa a los jóvenes para que crean que la muerte puede llegar mañana: Dios le saca ventajas a la literatura; puede salvar en el momento. Mi Dios, más cruel ¡exigía una obra completa!...Así recomienza la mistificación: hay torbellinos en la historia. Todo esto para decirle que esas motivaciones, por la debilidad o por la fuerza – o por cualquier otra motivación subjetiva- son simultáneamente justas superficialmente y demasiado simples. No olvide que un hombre es toda la época, como una ola es todo el mar...


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