tag:blogger.com,1999:blog-87257976348980432992024-03-13T11:44:09.504-07:00MANOS A LA OBRAESCRITOR QUE SE RESPETE DEBE VIVIR PARA LEER Y ESCRIBIRdelcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.comBlogger314125tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-50096878255586374512015-07-23T06:32:00.002-07:002015-07-23T06:32:46.221-07:00La violencia de la muerte como oficio<div class="post-body entry-content" id="post-body-6733821584628434603" itemprop="description articleBody">
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<h3>
<span style="font-size: large;">Narrativa brasileña. Los trabajadores de un matadero protagonizan <i>De ganados y de hombres,</i> de la brasileña Ana Paula Maia, que cuestiona las nociones de civilización y barbarie</span></h3>
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-qFN6SXH7lxY/VbDR1-c1H_I/AAAAAAAAth0/AFKmSdNPAAg/s1600/Ana%2BPaula%2BMaia.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="360" src="http://1.bp.blogspot.com/-qFN6SXH7lxY/VbDR1-c1H_I/AAAAAAAAth0/AFKmSdNPAAg/s640/Ana%2BPaula%2BMaia.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Ana Paula Maia. Se la considera heredera del tono realista de Rubem Fonseca por su escritura concisa y cruda./revista Ñ.</span></td></tr>
</tbody></table>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-xipJ76vNwsA/VbDUNnPaeXI/AAAAAAAAtiE/atBvQ-aehwM/s1600/de%2Bganados%2By%2Bde%2Bhombres%2BAPM%2Bportada.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="http://2.bp.blogspot.com/-xipJ76vNwsA/VbDUNnPaeXI/AAAAAAAAtiE/atBvQ-aehwM/s640/de%2Bganados%2By%2Bde%2Bhombres%2BAPM%2Bportada.jpg" width="406" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><i>De ganados y de hombres</i> de Ana Paula Maia.</span></td></tr>
</tbody></table>
</blockquote>
<div class="mt bb-article-body">
<blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Seca, contundente, como el golpe certero del matarife que aturde a los animales, <i>De ganados y de hombres</i>
, la novela de la joven escritora brasileña Ana Paula Maia, ingresa en
un territorio áspero y brutal que la cultura contemporánea prefiere
ignorar, el bajofondo del <i>fast food</i> y la cuota Hilton, la
trastienda bárbara de nuestra civilización, el matadero. Un universo
estrictamente masculino, habitado por personajes lacónicos cuyas
trayectorias se asemejan a prontuarios. Allí, los trabajadores ostentan
habilidades precisas y primitivas: degollar, apalear, cazar y
descuartizar. Son seres rústicos, en una frontera casi indiscernible con
el animal que sacrifican. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">El argumento de la novela es mínimo.
Pequeños conflictos pueden desatar enormes tragedias que, sin embargo,
pasan al olvido en un lugar donde la muerte es cotidiana. El dueño del
matadero, Don Milo, pide a Edgar Wilson que deje por un momento su rol
de “aturdidor” para ir a cobrar una factura al frigorífico donde se
elaboran hamburguesas. La tarea de Edgar consiste en pegar con una maza
en la cabeza de las vacas que así quedan desmayadas y listas para ser
degolladas. Edgar desempeña su rol de verdugo de manera “piadosa” y se
resiste a dejar en su lugar a Zeca, un “loquito” que disfruta al hacer
sufrir. La visita a la fábrica es un descubrimiento para Wilson, como la
hamburguesa misma, que come por primera vez: “Así, redonda y bien
condimentada, no parece que haya sido una vaca. Nada deja vislumbrar el
horror desmedido detrás de algo tan delicado y sabroso.” Al volver,
descubrirá que el “loquito” se ha excedido en su tarea sanguinaria. Por
la noche, se deshace de Zeca con su maza de aturdidor. Sólo el patrón,
Don Milo, registra esa muerte pero deja pasar el incidente con tal de no
perder a su mejor empleado. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">La desaparición sucesiva del ganado
pone en guardia a los hombres del matadero. Se suceden las hipótesis y
las pesquisas. Es un depredador. Quizá sean ladrones de ganado. Las
excursiones en busca de los animales perdidos los llevan a descubrir lo
que parece un suicidio masivo. “Se acostumbraron a nosotros”, intenta
explicar Edgar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">El planteo filosófico –desde Derrida a Peter
Singer y Giorgio Agamben– que cuestiona las jerarquías humano/ no
humano, y la violencia contra los animales, considerados “vivientes”, es
un intertexto pertinente para leer la novela de Maia que resulta, en
ese sentido, muy contemporánea. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">La barbarización de los hombres y
la conducta casi humana del ganado no sólo cuestionan la oposición
entre civilización y barbarie, sino que denuncia la falacia del modo de
producción capitalista que esconde su trastienda del horror. Como
sostiene Gabriel Giorgi en <i>Formas comunes</i> “se escenifica el
“hacer vivir” y el “hacer morir” del capital”, las vidas a proteger y
las vidas que son empujadas hacia la muerte. En esta contigüidad entre
animales sacrificados y trabajadores explotados, se denuncia el
sacrificio de los primeros que representan metonímicamente a los
segundos. Todos pertenecen a ese orden de las vidas a descartar.</span></div>
</blockquote>
</div>
</div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-55292711977584666272015-07-22T07:10:00.001-07:002015-07-22T07:10:44.505-07:00'Los malos', de Leila Guerriero, un retrato de la perversidad humana en América Latina<div class="post-body entry-content" id="post-body-1848996327765866817" itemprop="description articleBody">
<div style="text-align: justify;">
<blockquote class="tr_bq">
<h3>
<span style="font-size: medium;"><span style="font-size: large;">Guerriero ha explicado, que el libro está pensado como un todo,
como un mapa global de la maldad en Latinoamérica bajo todas sus formas</span></span></h3>
</blockquote>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-0xvuL3nXTPI/Va-hzdajw-I/AAAAAAAAthI/ywRi9bvC6ms/s1600/leila%2Bguerriero%2Blos%2Bmalos.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-0xvuL3nXTPI/Va-hzdajw-I/AAAAAAAAthI/ywRi9bvC6ms/s1600/leila%2Bguerriero%2Blos%2Bmalos.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Leila Guerriero, periodista y escritora argentina.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-_n7kfGTNGQQ/Va-hzXSM4BI/AAAAAAAAthM/Nq7sF_2b0RA/s1600/los%2Bmalos%2Bleila%2Bguerriero.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="http://1.bp.blogspot.com/-_n7kfGTNGQQ/Va-hzXSM4BI/AAAAAAAAthM/Nq7sF_2b0RA/s640/los%2Bmalos%2Bleila%2Bguerriero.jpg" width="414" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><i>Los Malos</i>, edición recopilada de Leila Guerriero./lainformacion.com</span></td></tr>
</tbody></table>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
<span style="font-size: medium;">La columna vertebral del mexicano Santiago Meza, El pozolero, estaba muy dañada.
Incluso, su doctor le había advertido que si continuaba como obrero de
la construcción, quedaría invalido. Así que Meza cambió de trabajo, y se
convirtió en el que todas las noches disolvía en soda cáustica los
cuerpos de las víctimas de los narcos. Evitó la discapacidad, pero no la
cárcel.<br /><br /> Este es uno de los 14 perfiles incluidos en el libro <i>Los Malos </i>(Universidad Diego Portales), elaborado por periodistas
latinoamericanos y dirigido y editado por la periodista y escritora
argentina Leila Guerriero.<br /><br /> Guerriero ha explicado, en
declaraciones a Europa Press, que el libro está pensado como un todo,
como un mapa global de la maldad en latinoamérica bajo todas sus formas.
O como ella misma escribe en el prólogo, "un libro de perfiles que
dibuje un mapa oscuro e inverso de América Latina".<br /><br />
"Es una radiografía, una muestra de los patrones por los que corre lo
peor de lo más bajo de la miseria humana en América Latina. Quería que
cada una de las personas perfiladas fueran malos con recorrido, con
convicción, no podía ser alguien que hubiera cometido tan solo un
crimen. Eso es un caso policial", ha añadido la periodista argentina.</span><br />
<h3>
<span style="font-size: medium;">Torturadores y asesinos</span></h3>
<span style="font-size: medium;">
Además del caso de El pozolero, el libro incluye al chileno Manuel
Contreras, creador de la policía política de la dictadura de Augusto Pinochet,
al argentino Jorge Acosta, líder del centro de detención clandestino de
la dictadura militar de su país, al colombiano Alejandro Manzano,
paramilitar, sicario y descuartizador en más de cien crímenes confesos.<br /><br />
También cuenta la historia del chileno Julio Pérez Silva, acusado de
violar y matar a 14 mujeres, de la argentina Mirta Antón, juzgada por
211 delitos contra militantes de izquierda en la década del 70, la
brasileña Bruna Silva, que degolló, destazó, cocinó y devoró a varias
mujeres, el venezolano Wilmer Brizuela, al mando de un ejército de
reclusos capaz de extender su zarpa dentro y fuera de la cárcel, o del
argentino Rubén Ale, asociado a la trata de mujeres.<br /><br /> Asimismo,
narra las semblanzas del panameño Luis Antonio Córdoba, policía que se
ganó el apodo de 'el inventor del miedo' durante la dictadura, del
argentino Norberto Atilio Bianco, médico cargado de atender los
embarazos y partos de las torturadas por la dictadura, del peruano Féliz
Huachaca Tincopa, integrante del movimiento Sendero Luminoso,
de la chilena Ingrid Olderock, entrenadora de perros con los que
violaba a los detenidos durante la dictadura de Pinochet, o del
salvadoreño Miguel Ángel Tobar, miembro de la Mara Salvatrucha y asesino
de prostitutas, viejos, y rivales.<br /><br /> "Son productos de nuestra
contemporaneidad política. Contreras y Acosta no hubieran sido posibles
en un país sin una dictadura tan terrible como la argentina o la
chilena. En un contexto democrático, estos tipos hubieran buscado otros
caminos. Detrás de estos malos hay una trama social y política que se
sostiene en una estructura de corrucion, sobornos e impunidad", ha
explicado Guerriero.<br /><br /> Según la escritora argentina, la apuesta
principal del libro, y por ende uno de sus mayores retos, fue el de
humanizar a estos 'malos'. "Es mucho más perturbador que mostrar un
vecino, que nos los topamos en la panaderia y en el supermercado, que
pasea con sus hijas, pero que durante sus horas de trabajo tortura
embarazadas con una picana eléctrica", ha asegurado.<br /><br /> 'Los
malos' es la segunda colección de perfiles que edita Guerriero. El
primero fue 'Los malditos', un compendio de semblanzas sobre escritores
cuyas muertes (y vidas) se dieron en circunstancias singulares. "Esta
vez fue algo distinto, ya que en los malditos elegí yo los perfiles y
después pensé en quiénes podían escribirlos, y en este caso fue al revé,
aunque hubo algunos casos en los que ya yo tenía claro que tipo de
perfiles quería, como en Colombia o en México", ha afirmado Guerriero.<br /><br />
La periodista ha adelantado que ya existe un tercer proyecto similar,
aunque prefiere no revelar sobre qué tratará. "No es tan densa como
'Los malos' y 'Los malditos', sino que es una idea provocadora e
insolente", ha manifestado.
</span></blockquote>
</div>
</div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-57109618827646469412015-07-20T08:06:00.002-07:002015-07-20T08:06:38.432-07:00Burroughs homicida<div class="post-body entry-content" id="post-body-6067584021639759355" itemprop="description articleBody">
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<h3>
<span style="font-size: large;">El sumario guardado en el Archivo del
Distrito Federal sobre el procesamiento del escritor por matar a su
esposa en 1951 arroja nueva luz sobre el caso</span></h3>
</div>
</blockquote>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-2adDHnrZkC0/Vaz2xZs32NI/AAAAAAAAtcc/TePxIvs2sMs/s1600/William%2BS.%2BBurroughs%2Bpistola.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="http://2.bp.blogspot.com/-2adDHnrZkC0/Vaz2xZs32NI/AAAAAAAAtcc/TePxIvs2sMs/s640/William%2BS.%2BBurroughs%2Bpistola.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">El escritor William S. Burroughs, fotografiado con una pistola y unas dianas de tiro al blanco. /elpais.com</span><span class="firma"></span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">No hubo orificio de salida. La bala quedó alojada en el cerebro de
Joan Vollmer. Cayó al suelo y el vaso que tenía sobre su cabeza rodó por
el salón. En la mesa había cuatro botellas vacías de ginebra Oso Negro,
y en su frente un orificio de siete milímetros de diámetro. Un agujero
circular y oscuro por el que <a href="http://elpais.com/diario/1997/08/04/cultura/870645601_850215.html">William Seward Burroughs</a>
entró de lleno en la literatura. Aquel 6 de septiembre de 1951, en el
número 122 de la calle de Monterrey, en la Ciudad de México, Burroughs
acababa de matar de un disparo a su esposa. Había nacido, con una Star
automática en la mano, una leyenda del siglo XX. Burroughs, el homicida.
El maldito por excelencia. “Todo me lleva a la atroz conclusión de que
jamás habría sido escritor sin la muerte de Joan”, escribiría 34 años
después.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Esa misma tarde fue detenido. El crimen llegó a las portadas de los
periódicos. “Quiso demostrar su puntería y mató a su mujer”, titulaba <i>La Prensa</i>.
Las fotos de primera página muestran a Burroughs, de 37 años,
intentando taparse el rostro, y a su esposa ya cadáver. A las pocas
horas fue ingresado en la penitenciaria de Lecumberri. El expediente del
caso permaneció durante más de 60 años perdido. Un error en la
transcripción del nombre lo mantuvo oculto en el Archivo Histórico del
Distrito Federal. Hace tres años volvió a la luz. Son 19 folios que
recogen desde decisiones judiciales a testimonios claves, como el de
Lewis Marker, marino, amante y por quien Burroughs escribiría la
asfixiante y autobiográfica novela <i>Queer (Marica)</i>.</span></div>
</blockquote>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-tiE-KRlshHE/Vaz29p77MgI/AAAAAAAAtcw/Pyu-7eDVicA/s1600/Burroughs%2Brese%25C3%25B1a%2Bpolicial.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-tiE-KRlshHE/Vaz29p77MgI/AAAAAAAAtcw/Pyu-7eDVicA/s1600/Burroughs%2Brese%25C3%25B1a%2Bpolicial.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Burroughs, en la foto policial</span> </td></tr>
</tbody></table>
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<div class="derecha" id="sumario_2|foto" style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Incompletos, los papeles ofrecen una visión fragmentaria pero muy
cercana del histórico proceso. En ellos se advierte, por ejemplo, el
cambio de declaración de Burroughs que, nada más haber matado a su
esposa, confesó haber disparado mientras emulaba a Guillermo Tell. Ya
ante el juez esta versión desapareció. La muerte se redujo a un puro
accidente cuando iba a mostrar el arma. Una fiesta, mucha ginebra y un
disparo fortuito. Un relato, creado para lograr la pena mínima por
homicidio accidental, que validó el testimonio más que parcial de
Marker. “Estuvieron ingiriendo bebidas alcohólicas y en un momento dado
sacó de su funda una pistola, jalándola el carro, produciéndose un
disparo que ocasionó la muerte de la hoy occisa”, señala el sumario.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Tras la detención, la familia de Burroughs, nieto del millonario
inventor de la máquina calculadora, se movilizó para salvarle. El
hermano se desplazó a la Ciudad de México y logró, posiblemente mediante
sobornos, que saliera bajo fianza. El escritor había permanecido sólo
14 días preso. Fue, según los papeles, un buen reo. Pero al volver a la
calle, el autor de <i>El almuerzo desnudo</i> vería el mundo con otros
ojos. En su interior se había abierto el abismo que alimentaría su
obra. “Mi pasado fue un río envenenado, del que tuve la fortuna de
escapar y cuya amenaza aún siento años después”, diría en el ocaso de su
vida.</span></div>
<h3 style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Viajes enloquecidos</span></h3>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Burroughs y Vollmer se habían conocido en Nueva York en plena efervescencia <i>beat</i>. Él, homosexual y heroinómano; ella, psicótica y enganchada a las anfetaminas. La enloquecida pareja, íntima de <a href="http://elpais.com/tag/jack_kerouac/a/">Jack Kerouac</a> y <a href="http://elpais.com/tag/allen_ginsberg/a/">Allen Ginsberg</a>,
había saltado de una ciudad a otra huyendo de los cargos por consumo y
posesión de drogas contra él, hasta que en otoño de 1949 recalaron en la
Ciudad de México.</span></div>
</blockquote>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-qP9qvFrFz0Q/Vaz21kayMEI/AAAAAAAAtco/oZgIFTGtlH0/s1600/William%2BS.%2BBurroughs%2Bdocumento%2Bjuez.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="http://2.bp.blogspot.com/-qP9qvFrFz0Q/Vaz21kayMEI/AAAAAAAAtco/oZgIFTGtlH0/s640/William%2BS.%2BBurroughs%2Bdocumento%2Bjuez.jpg" width="494" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Documento del juez de 1953 para dejar en libertad a Burroughs.</span></td></tr>
</tbody></table>
<blockquote class="tr_bq">
<div class="izquierda" id="sumario_1|foto" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="sumario_1"></a></span>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">A su nuevo destino les acompañaron dos niños: Julie, hija de una
anterior relación de Volmer, y Billy, el hijo de ambos, nacido en 1947.
Pese a esta compañía familiar, la capital mexicana apareció ante los
ojos del prófugo como un continente libre, cargado de heroína barata y
“fabulosos burdeles”. “Era una ciudad de un millón de habitantes con
aire claro y brillante, y un cielo de ese tono especial de azul que tan
bien combina con los buitres, la sangre y la arena: el puro, amenazador y
despiadado azul mexicano”, escribió.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Bajo esa luz extraña, Burroughs dio rienda suelta a sus pulsiones heroinómanas y combinó el inicio de su novela <i>Yonqui</i>
con sus escarceos homosexuales y sus viajes alucinógenos a
Centroamérica. Vollmer, cada día más inestable, se fue desintegrando en
alcohol. El propio Ginsberg, de visita en 1951, se alarmó ante su
degradación.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Esta relación crepuscular no aparece en los documentos judiciales.
Por el contrario, los testimonios presentados por la defensa con el
ánimo de rebajar la acusación dibujan al escritor y su compañera como
una pareja bien avenida y preocupada por sus hijos. “Por el trato que se
daban entre sí y por las atenciones a sus hijos, la testigo cree que
los esposos Burroughs eran felices”, indica el sumario.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Esta edulcoración y el dinero pagado por la familia surtieron efecto.
En 1953, dos años después de quedar libre bajo fianza, el proceso se
cerró con una condena en suspenso de dos años por homicidio. Para
entonces, el escritor había dejado México y Joan Vollmer había sido
enterrada en la ciudad que la vio morir. <i>Queer</i>, la novela
nacida de aquella tragedia, no vería la luz hasta 1985. Pero Burroughs,
maldito y abismal, jamás dejaría ya de escribir. Para él no hubo salida.
La bala del calibre 38 también había quedado alojada en su cabeza.</span></div>
</blockquote>
</div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-36773913767366297542015-07-17T08:38:00.001-07:002015-07-17T08:38:20.753-07:00Amores kafkianos <div class="post-body entry-content" id="post-body-594185968071834060" itemprop="description articleBody">
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<h3>
<span style="font-size: large;">Un libro repasa la desgraciada historia de las relaciones de Franz Kafka con las mujeres</span></h3>
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-MwGWyJnJ89E/VakEaftrmMI/AAAAAAAAtXg/RzLdRgjU1YY/s1600/gretebr%2Bbloch%2BK.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="http://1.bp.blogspot.com/-MwGWyJnJ89E/VakEaftrmMI/AAAAAAAAtXg/RzLdRgjU1YY/s640/gretebr%2Bbloch%2BK.jpg" width="396" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Grete Bloch.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/--QhVT68-lek/VakEezbjb5I/AAAAAAAAtX8/VadHd9LQc8k/s1600/dora%2Bbr%2Bdymant%2BK.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="http://4.bp.blogspot.com/--QhVT68-lek/VakEezbjb5I/AAAAAAAAtX8/VadHd9LQc8k/s640/dora%2Bbr%2Bdymant%2BK.jpg" width="407" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Dora Dymant.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-A1TbRtuVCgQ/VakEeytAudI/AAAAAAAAtXo/u5MK14_Zyu8/s1600/felice%2Bbr%2Bbauer%2BK.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="http://3.bp.blogspot.com/-A1TbRtuVCgQ/VakEeytAudI/AAAAAAAAtXo/u5MK14_Zyu8/s640/felice%2Bbr%2Bbauer%2BK.jpg" width="401" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Franz Kafka junto a Felice Bauer.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-cbj-Z1FU0ms/VakEfW4GZrI/AAAAAAAAtX4/x-caHHAIrwY/s1600/milena%2Bbr%2Bjesenska%2BK.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="http://2.bp.blogspot.com/-cbj-Z1FU0ms/VakEfW4GZrI/AAAAAAAAtX4/x-caHHAIrwY/s640/milena%2Bbr%2Bjesenska%2BK.jpg" width="416" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Milena Jesenská./elperiodico.com</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">La figura y la obra de Franz Kafka puede ser examinada desde muchos
puntos de vista parciales. El judaísmo. La tensión existente con la
figura paterna. La conexión entre los sueños y su ficción. El humor, el
absurdo... Sus vínculos con Praga, y la convivencia de las culturas
alemana y checa. O su relación con las mujeres, que es como se aproximó a
Kafka el erudito Nahum N. Glatzer en un libro publicado en 1986, <i>Los amores de Franz Kafka</i>,
traducido por primera vez al castellano para Ediciones del Subsuelo. Un
vaciado, comentado e interpretado, de la información dispersa en la
correspondencia y los diarios de Kafka, de sus amantes y de su amigo Max
Brod.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Como todo lo que tenga que ver con el escritor checo, no
se trata de una cuestión fácil. Kafka siente repugnancia ante el acto
sexual -el deseo<b> "de una bien definida abominación, de algo levemente repugnante, penoso, inmundo"</b>-
pero mantiene relaciones que no se quedan ni mucho menos en lo
epistolar. No deja de sentir la necesidad de ser amado por una mujer,
por una después de otra, o al mismo tiempo, pero la opinión sobre las
capacidades de estas es como poco displicente -<b>"es curiosa la falta de agudez de las mujeres"-</b>. Se siente inválido para el matrimonio -<b>"no soy espiritualmente apto", </b>dice-,
pero se compromete tres veces (dos con la misma mujer). Demasiada
confusión, que lleva a Glatzer a preguntarse, ya en la primera línea del
prefacio, <b>"si Franz Kafka sabía qué es el amor".</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">La editora Laura Claravall cree que, al margen del valor de la selección de textos que Glatzer utiliza, este muestra <b>"ecuanimidad, al margen de interpretaciones sensacionalistas y con el espíritu de dar una imagen lo más clarificadora posible".</b>Glatzer
repasa cada una de las relaciones que mantuvo Kafka (incluyendo la
fraternal con quien cree que fue su verdadero amor, su hermana Ottla):
un primer intercambio carnal con una dependienta que, en la habitación
de una pensión, realiza <b>"una pequeñísima cosa repugnante"</b> que le
hace retraerse; el encuentro, relación epistolar, compromiso y ruptura,
entre 1912 y 1917, con la secretaria de dirección berlinesa Felice
Bauer, una mujer <b>"con los pies en el suelo, sana, enérgica y de gustos básicamente burgueses";</b>
durante este periodo, la relación en un balneario con la jovencísima
suiza Gerti Wasner y con la amiga de Bauer Grete Bloch, que debía mediar
entre ambos y acabó, según su versión, teniendo un hijo con Kafka,
fallecido a los 7 años; tras la ruptura con Felice, la relación con la
traductora y escritora Milena Jesenská, de 1919 a 1923, truncada por la
enfermedad de Kafka y las reticencias de ella, de las que se lamentaría
amargamente, a romper con su matrimonio; y finalmente, en el último año
de su vida, su desesperado proyecto de vida con la militante sionista
Dora Dymant, con quien fantaseaba con abrir un restaurante en Palestina y
que le acompañó hasta su muerte en 1924.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">En lo más parecido a una síntesis de la cuestión con la que empieza el libro, Glatzer concluye: <b>"El
amor no era lo bastante fuerte para superar su soledad, mientras que su
soledad era demasiado fuerte para permitir que el amor creciese".</b></span></div>
</blockquote>
</div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-37950149109640152342015-07-15T07:58:00.005-07:002015-07-15T07:58:56.574-07:00Sergio Ramírez dice que su última novela es "transgresora" porque "reinterpreta el papel de la mujer"<blockquote class="tr_bq">
<h3 class="post-title entry-title" itemprop="name">
<span style="font-size: large;">Afirma que hablar "dentro de la mente y el corazón de una mujer es un verdadero desafío" </span></h3>
</blockquote>
<div class="post-body entry-content" id="post-body-787646596940336662" itemprop="description articleBody">
<div style="text-align: justify;">
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-size: medium;"> <table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-HTFUPeuJd7c/VaZVweYXqJI/AAAAAAAAtVM/YquXoOomK9w/s1600/Sergio%2BRamirez%2B%2Bayer%2Ben%2BMadrid.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="http://2.bp.blogspot.com/-HTFUPeuJd7c/VaZVweYXqJI/AAAAAAAAtVM/YquXoOomK9w/s640/Sergio%2BRamirez%2B%2Bayer%2Ben%2BMadrid.jpg" width="464" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">Sergio Ramírez, autor nicaragüense de su última novela,<i>Sara</i>./lainformacion.com</span></td></tr>
</tbody></table>
</span></blockquote>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-4VECvQo2wKU/VaZWuumE1RI/AAAAAAAAtVY/4iXSMcxr80Y/s1600/Sara%2Bportada.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="http://1.bp.blogspot.com/-4VECvQo2wKU/VaZWuumE1RI/AAAAAAAAtVY/4iXSMcxr80Y/s640/Sara%2Bportada.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><i>Sara </i>de Sergio Ramírez.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-size: medium;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td></tr>
</tbody></table>
</span>
<span style="font-size: medium;">El escritor nicaragüense <a href="http://noticias.lainformacion.com/sergio-ramirez/P_U9ERhTRd793ehOB0XvX654/">Sergio Ramírez</a>
ha afirmado este martes en Santander que su última novela, <i>Sara,</i> es
una obra "transgresora" porque "reinterpreta el papel de una mujer" (el
personaje bíblico de Sara) y narra cómo vivió junto al patriarca Abraham
"como una mujer marginada, cuya vida está llena de silencios, que vivía
escuchando las conversaciones masculinas detrás de una cortina", por lo
que ha asegurado que está "emparentada" con <i>La regenta</i>, de Leopoldo
Alas Clarín.
"La novela se ocupa de cómo esta mujer intenta ingresar en este mundo
que le está vedado y cómo busca su libertad, su independencia,
insertándose dentro de este mundo en el que aún le está prohibido reír
porque la primera gran prohibición es reírse y reír es una
transgresión", ha resumido en una rueda de prensa con motivo de su curso
'El autor y su obra. Confesiones de un fabricante de mentiras', que se
celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo
(UIMP) de Santander.
Ramírez, que interviene en los <i>Martes Literarios</i>, también ha
manifestado que <i>La regenta </i> es "un retrato de una sociedad muy
conservadora y vetusta y donde los prejuicios pesan tanto sobre el mundo
de una mujer que al final termina siendo una víctima".
Por ello, ha comentado que "la gran enseñanza de Clarín" y de su
novela es "cómo puede revivir de una manera tan monumental" un tema "tan
decimonónico, tan paradigmático en el siglo XIX", en referencia a "la
mujer engañada y destruida por los prejuicios de la sociedad en base al
engaño sexual", que se trata en obras como <i>Ana Karenina o Madame
Bovary</i>.
Y en relación con el personaje de su novela <i>Sara</i>, Ramírez ha
afirmado que entrar dentro de la vida de una mujer y hablar dentro de su
mente y su corazón es "un verdadero desafío porque representa un gran
misterio".
Además, ha asegurado que "es probable" que en la realidad haya
existido una mujer que haya vivido este tipo de situaciones porque "la
literatura está hecha de las grandes posibilidades y no es más que un
espejo de las realidades". "En este caso, no he investigado tanto como
para saber cuáles fueron las fuentes de Clarín para formar este
personaje, pero estoy segurísimo de que en la tradición de la ciudad
(Oviedo) debió haberlo como en cualquier lugar", ha afirmado.
Al respecto, ha reconocido que en su propia familia se ha producido
esta situación porque una tía suya "fue embarazada por un burlador", que
no quiso casarse con ella y eso fue "una verdadera tragedia".
LITERATURA FRENTE AL CINE Y LA TELEVISIÓN
Igualmente, ha anunciado que está tratando de escribir una secuela de
su novela policíaca <i>El cielo llora por mí</i> porque "quiero hablar de la
Nicaragua de hoy en día, la que estamos viviendo", debido a que, a su
juicio, la novela negra "no es solo un conflicto criminal, sino que da
la oportunidad de hacer un retrato de la sociedad contemporánea".
Asimismo, en contraposición con las series televisivas, ha defendido
que el mundo visual "nunca va a acercar sus fronteras" a la literatura
porque "la gran maravilla" de la literatura es que "las imágenes que yo
tengo en la cabeza las transformo en signos, que son las palabras, y
esos signos, a su vez, van a ser descifrados por el lector".
"Él va a imaginar lo que yo imaginé y lo va a imaginar de manera
distinta. Y cada lector que lee imagina a su modo. Esa es la gran
maravilla de la literatura con la que ni el cine ni la televisión pueden
competir", ha proclamado, porque aunque pueda haber "buenos guionistas,
no fabrican imágenes, fabrican diálogos", mientras que el escritor
fabrica las dos cosas y "tiene un universo más completo".
Igualmente, ha incidido en que desde 1996 "no soy miembro de ningún
partido" y está "lejos" del mundo político, pero ha aclarado que opina
sobre lo que ocurre en América Latina "como ciudadano" y que se siente
"muy bien en el territorio de la literatura". "Tengo más lectores que
electores", ha asegurado.
LAS ELECCIONES EN NICARAGUA NO SON "NINGÚN RETO DEMOCRÁTICO"
Sobre Nicaragua, ha incidido en que es un "país pequeño" con una
economía "débil" y dependiente, por ejemplo, del petróleo de Venezuela y
ha puesto de relieve que América Latina es un continente "muy vasto"
con distintos tipos de países.</span> </blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-size: medium;">
Con respecto a las próximas elecciones de Nicaragua, no prevé ningún
cambio porque "no puede haber sorpresas electorales en el país" ya que
Daniel Ortega volverá a optar a la presidencia y porque "no hay quien
cuente los votos, es un mecanismo electoral totalmente sometido al
Gobierno y al partido del Gobierno".
"Por lo tanto, lo veo como algo cautivo que no presenta para mí
ningún reto democrático", ha lamentado.
</span>
</blockquote>
</div>
</div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-261905994709394022015-07-14T08:09:00.002-07:002015-07-14T08:09:36.563-07:00Murió Gustavo Sainz<div class="post-body entry-content" id="post-body-2258873245855175876" itemprop="description articleBody">
<blockquote class="tr_bq">
<h3>
<span style="font-size: large;">El amor es la pasión más habladora, decía</span></h3>
</blockquote>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-Yg8lrz39CYE/VaUcZBCId3I/AAAAAAAAtUQ/O3LPIjYNJbg/s1600/gustavo%2Bsainz%2Bjornada.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="http://1.bp.blogspot.com/-Yg8lrz39CYE/VaUcZBCId3I/AAAAAAAAtUQ/O3LPIjYNJbg/s400/gustavo%2Bsainz%2Bjornada.jpg" width="268" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Gustavo Sainz, autor mexicano de<i> Gazapo</i>, una novela juvenil dentro de la llamada <i>Onda.</i>/jornada.com.mx</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-size: medium;">El escritor y ensayista mexicano Gustavo Sainz,
personaje</span> <span style="font-size: medium;">representativo del movimiento de la literatura de la onda de
los años 60, murió el 26 de junio a los 74 años, confirmó el Instituto
Nacional de Bellas Artes (INBA).</span>
</blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<div align="JUSTIFY">
<span style="font-size: medium;">La noticia del fallecimiento se difundió en México ayer por la tarde luego de que su nombre apareció en el obituario del <i>Herald Times Online</i>, en Bloomington, Indiana, donde vivía Sainz, quien era docente retirado de la Universidad de Indiana en esa ciudad.</span></div>
<div align="JUSTIFY">
<span style="font-size: medium;">Gustavo Sainz nació el 13 de julio 1940 en el
Distrito Federal y en 1974 recibió el premio Xavier Villaurrutia. Fue
director literario de las editoriales Grijalbo y Joaquín Mortiz, además
de titular del Departamento de Literatura del INBA, y se desempeñó como
investigador y catedrático de literatura española en las universidades
de Indiana y Nuevo México, Estados Unidos.</span></div>
<div align="JUSTIFY">
<span style="font-size: medium;">Entre sus obras destacan <i>Gazapo</i>, <a href="http://www.obsesivosdiascirculares.blogspot.com/" target="_blank"><i>Obsesivos días circulares</i></a>, <i>La princesa del Palacio de Hierro </i>(1974), <i>Compadre lobo </i>(1978), <i>Fantasmas aztecas </i>(1982), <i>Muchacho en llamas </i>(1987) y <i>A la salud de la serpiente</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY">
<span style="font-size: medium;">El escritor estudió derecho y filosofía y letras en
la Universidad Nacional Autónoma de México, asimismo, fue asesor
editorial de la Secretaría de Educación Pública y Premio Nacional de
Narrativa Colima para Obra Publicada 2003 por <i>A troche y moche</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY">
<span style="font-size: medium;">En una entrevista, de 1999, Gustavo Sainz dijo a <i>La Jornada</i>:
“Trato de ser honesto conmigo mismo, y si voy a hacer una novela sobre
el tema que sea, no puedo pensar que tomaré el modelo de Pavese o
Fielding o Payno para hacer el libro. Lo invisible que quiero hacer
visible, cuando por fin me decido a escribirlo, adquiere su propia
forma, su ritmo, velocidad y disposición tipográfica.</span></div>
<div align="JUSTIFY">
<span style="font-size: medium;">“No hago –prosiguió– que las novelas sean
forzosamente de una manera o de otra, no puedo hacer uno de mis libros
como una crónica a la manera de Wolfe o de Mailer o de Gore Vidal.
Prefiero que la obra fluya a través de mí. Y a la vez hay otra cosa:
pienso que en el final de siglo hay estéticas nuevas, como las había a
finales del XIX.”</span></div>
<div align="JUSTIFY">
<span style="font-size: medium;">El autor, en esa ocasión a propósito de su obra <i>La novela virtual (atrás, arriba, adelante, debajo y entre)</i>, dijo que “el amor es la más habladora de las pasiones”.</span></div>
<div align="JUSTIFY">
<span style="font-size: medium;">“El problema es qué es el amor cuando no es una
estampita. Puede ser un impulso eléctrico, una asociación química, el
encuentro de dos imaginarios o meramente palabras. En esta novela se
confirma esta tesis que sostuve en <i>La princesa del Palacio de Hierro</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY">
<span style="font-size: medium;">“De modo que –añadió– este sentimiento puede ser una
red de palabras y lo que hace la novela es un poco investigar qué se
esconde atrás del cliché. No es fácil explorar eso. En algún momento del
libro se dice, por ejemplo: ‘La mujer no existe, lo que existe son las
muchachas y los varones que las destruimos’.”</span></div>
<div align="JUSTIFY">
<span style="font-size: medium;">Luego de impartir cátedra durante más de 19 años en
la Universidad de Indiana, continuaba escribiendo y proyectaba la
creación de un centro cultural en Saltillo, a cuyo sistema de
bibliotecas públicas Sainz tuvo la intención de donar en 2011 toda su
biblioteca, de más de 75 mil libros, películas y obras de arte.</span></div>
<div align="JUSTIFY">
<span style="font-size: medium;">El proyecto jamás se concretó por falta de recursos de la entidad para transportar a México tan valioso acervo.</span></div>
<div align="JUSTIFY">
<span style="font-size: medium;">En 2005, Gustavo Sainz narró a La Jornada el motivo de su autoexilio del país cuando la revista <i>La Semana de Bellas Artes </i>–fundada
por él y auspiciada por el INBA– publicó un cuento que resultó
“ofensivo” para Carmen Romano, esposa del entonces presidente José López
Portillo.</span></div>
<div align="JUSTIFY">
<span style="font-size: medium;">Los hechos derivaron en la renuncia de Juan José
Bremer –actual embajador de México en Gran Bretaña– a la dirección del
INBA, cargo que había desempeñado durante varios años con el beneplácito
de buena parte de la comunidad artística e intelectual. “Fui un chivo
expiatorio”, dijo Sainz.</span></div>
<div align="JUSTIFY">
<span style="font-size: medium;">No obstante, aseguró que no se fue del país por el
problema con la pareja presidencial de entonces. Se fue, dijo, invitado
por una universidad de Estados Unidos, que le dio “una beca de 15 mil
dólares para preparar una conferencia sobre los dioses aztecas en la
obra de Carlos Fuentes. Me pareció que en México jamás iba a tener un
pago como ése por una conferencia”.</span></div>
</blockquote>
</div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-19688245593341191612015-07-14T08:05:00.000-07:002015-07-14T08:05:10.327-07:00Zelda y Francis Scott Fitzgerald: la gran resaca de los felices veinte<div class="post-body entry-content" id="post-body-7773649174458251958" itemprop="description articleBody">
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<h3>
<span style="font-size: large;">La pareja se casó en 1920 en plena apoteosis erótica y literaria. Lo tuvo todo y todo lo perdió</span></h3>
<span style="font-size: large;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-bp5wcuuQgBk/VaUDA7OIxuI/AAAAAAAAtTk/U-f4Fxuii0w/s1600/Zelda%2By%2BScott.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="http://4.bp.blogspot.com/-bp5wcuuQgBk/VaUDA7OIxuI/AAAAAAAAtTk/U-f4Fxuii0w/s640/Zelda%2By%2BScott.jpg" width="488" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Zelda Sayre y Francis Scott Fitzgerald, en 1921, un año después de su boda. / <span class="firma">Colección Everett./elpais.com</span></span></td></tr>
</tbody></table>
</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span class="firma"></span> </td></tr>
</tbody></table>
</blockquote>
<div class="cuerpo_noticia" id="cuerpo_noticia">
<blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Ni antes ni después, ninguna pareja literaria se codeó con las
estrellas como ellos. Tampoco ninguna se despeñaría tan estrepitosamente
a la vista de todos. Zelda Sayre y Francis Scott Fitzgerald pasaron del
cielo al infierno sin estaciones intermedias. Se amaron mucho y
parecieron detestarse aún más, aunque entre sus días de rencor se
colaban rayos de ternura y nostalgia. Se bebieron los felices años
veinte en todos los sentidos, y acabaron roídos por mezquindades,
penurias, adicciones y enfermedades, el signo de los tiempos que
arrancaron con el <i>crash</i>de 1929 y desembocaron en la hecatombe mundial de 1940.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Cuando al novelista le preguntaron en una entrevista en 1936 qué
había sido de los protagonistas de la generación que amó por igual al <a href="http://elpais.com/diario/2008/03/22/babelia/1206144386_850215.html">jazz y a la ginebra,</a>
respondió: “Algunos se hicieron especuladores y saltaron por la
ventana. Otros se convirtieron en banqueros y se pegaron un tiro. Otros
se hicieron periodistas”. Si alguna duda quedaba sobre su estado de
ánimo de entonces —él, un indiscutible de la literatura—, sólo había que
leer el arranque del relato <i>El Crack-Up</i>: “Toda vida es un proceso de demolición”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Zelda y Scott lo tuvieron todo y todo lo perdieron. Las cartas que se
intercambiaron a lo largo de su vida, publicadas en EE UU en un solo
volumen en 2002 y traducidas al castellano por Ramón Vilà Vernis en la
obra <i>Querido Scott, querida Zelda (</i>Lumen), ayudan a entender
ese proceso de derrumbamiento. Ayudan pero no despejan la incógnita
mayor, la misma que se planteaba Zelda en el otoño de 1930: “Me pregunto
por qué no hemos sido nunca demasiado felices y por qué ha sucedido
todo esto”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">El cuento había empezado en 1918 en un baile en un club de campo de
Alabama, donde coincidieron Zelda, hija del juez Sayre criada con un
margen de libertad artístico impropio en jóvenes sureñas, y el alférez
Francis Scott Fitzgerald, que aguardaba en Fort Sheridan la orden para
combatir en la Gran Guerra. Eran atractivos, ingeniosos, inteligentes:
dos luminarias condenadas a atraerse. El 3 de abril de 1920 se casaron
en Nueva York, en plena apoteosis erótica y literaria. La tirada inicial
de la primera novela de Scott, <i>A este lado del paraíso</i>, se
había agotado en tres días. El escritor se había convertido en alguien
célebre. Su pareja pronto lo haría también, como la acompañante perfecta
de correrías. Nueva York era una fiesta.</span></div>
<div class="izquierda" id="sumario_1|despiece" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="sumario_1"></a></span>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Y cuando dejó de serlo se fueron a Europa, más barata, a intentar
continuarla. Su primera estancia en Italia y Francia desagradó al
escritor: “Que el diablo se lleve al continente europeo. Su interés es
meramente arqueológico”. En 1921 nació <a href="http://cultura.elpais.com/cultura/2013/04/26/actualidad/1366997359_478050.html">Frances Scott Fitzgerald, su única hija</a>.
También echa a andar —y ya no parará— el carrusel económico y
sentimental. Gastan más de lo que ingresan, se pelean más de lo que se
divierten. Cuando regresan a Europa, Zelda se obsesiona con la danza y
tiene una aventura con el aviador francés Edouard Jozan. “Supe que había
pasado algo que nunca podría repararse”, escribió Scott.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Aquellos días acabarían novelados en <i>Suave es la noche</i> por Scott y <i>Resérvame el vals por Zelda.</i>
El escritor se indignó al descubrir que su esposa había utilizado el
mismo material literario —sus propias vidas— en su primera novela. Hasta
entonces él había dispuesto libremente de sus biografías y de
fragmentos de cartas y diarios de Zelda, lo que alimentó la teoría de
que se había apropiado de su talento. Hemingway, por el contrario,
afirma que ella estaba “celosa del trabajo de Scott”. Eleanor Lanahan,
nieta de ambos, no lo cree así en ningún caso: “Un rasgo admirable de
mis abuelos era su infinita capacidad de perdonar”. Scott ayudó a
revisar el manuscrito, aunque Zelda suprimió los párrafos que le exigió.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">En 1930, Zelda sufrió una crisis que provocó su primera
hospitalización. Poco después se le diagnosticó una esquizofrenia, que
la llevaría por distintos centros y tratamientos a veces disparatados.
Scott logró salvar de la demolición de su alcoholismo nuevos destellos
de talento y, al final de su vida, alcanzó cierto sosiego junto a
Sheilah Graham. Falleció en 1940, escuchando un partido de fútbol por la
radio. Zelda tuvo un final más horrendo: murió calcinada en 1948 en un
incendio en el hospital Highland, en Carolina del Norte. En 1975 los
restos de ambos se enterraron juntos. En su lápida se lee el final de <i>El gran Gatsby</i>: “Y así seguimos empujando, botes que reman contra la corriente, atraídos incesantemente hacia el pasado”.</span></div>
</blockquote>
<div class="aside estirar">
<blockquote>
<h3 style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Apuntes biográficos</span></h3>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Francis Scott Fitzgerald (Saint Paul, Minessota, 1896) fue un precoz triunfador. Su primera novela, <i>A este lado del paraíso</i> (1920), se convirtió en un inesperado éxito. Su talento se corroboró con obras como <i>El gran Gatsby</i> o <i>Suave es la noche</i> y sus relatos (aunque abjurase de ellos). Murió de un ataque al corazón en 1940.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Zelda Sayre (Montgomery, Alabama, 1900) escribió una novela autobiográfica, <i>Resérvame el vals</i>,
y cuentos. Sus cartas revelan un notable talento literario. Fue una
bailarina frustrada, que dejó el ballet joven y lo retomó mayor.
Falleció en 1948 en el incendio del hospital de Carolina del Norte,
donde vivía internada.</span></div>
</blockquote>
</div>
</div>
</div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-27729562461190835352015-07-13T07:49:00.000-07:002015-07-13T07:49:17.236-07:00Los peligros de la verdad <div class="post-body entry-content" id="post-body-3322788171973567854" itemprop="description articleBody">
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<h3>
<span style="font-size: large;">Ensayo. El madrileño <i>Hotel Florida</i> hospedó a personalidades –Capa, entre ellos– como cronistas de la Guerra Civil. Un libro analiza esa experiencia</span></h3>
<span style="font-size: large;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-IEKbIkKqaP0/VaOxeqbE4WI/AAAAAAAAtSE/BrGjDE8uQ8c/s1600/Hotel%2Bflorida%2Bportada.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="http://3.bp.blogspot.com/-IEKbIkKqaP0/VaOxeqbE4WI/AAAAAAAAtSE/BrGjDE8uQ8c/s640/Hotel%2Bflorida%2Bportada.jpg" width="426" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><i>Hotel Florida</i> de Amanda Veill portada original en inglés.</span></td></tr>
</tbody></table>
</span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-vC2P6KHCrPk/VaOwKeEdGkI/AAAAAAAAtR4/3y_Lg6YbgGc/s1600/Ernest%2BHemingway%2BGCE.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="360" src="http://3.bp.blogspot.com/-vC2P6KHCrPk/VaOwKeEdGkI/AAAAAAAAtR4/3y_Lg6YbgGc/s640/Ernest%2BHemingway%2BGCE.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Desde el frente. Hemingway, 1938 (derecha.). Fue uno de los extranjeros que narró el conflicto español./revista Ñ.</span></td></tr>
</tbody></table>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-KwOK-pVG6jg/VaOyr6k9AQI/AAAAAAAAtSQ/Tz-23cVWryA/s1600/amanda%2BVeill.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="426" src="http://1.bp.blogspot.com/-KwOK-pVG6jg/VaOyr6k9AQI/AAAAAAAAtSQ/Tz-23cVWryA/s640/amanda%2BVeill.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Amanda Veill, escritora y editora estadounidense de <i>Hotel Florida. Verdad, amor y muerte en la Guerra Civil</i>.</span></td></tr>
</tbody></table>
</blockquote>
<div class="mt bb-article-body">
<blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Es posible escribir la verdad durante una guerra si la
información o análisis en un conflicto bélico se carga de subjetividad
adicional cuando quien la difunde es alguien comprometido con una causa?
El tema de la verdad, de la subjetividad, es uno de los afluentes del
relato histórico <i>Hotel Florida. Verdad, amor y muerte en la Guerra Civil</i>
de la estadounidense Amanda Vaill, una experta en el conflicto armado
en España en los 30 y su libro, uno de los primeros <i>bestsllers</i> en
EE.UU. el año pasado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Hotel Florida</i> no es una historia de
la Guerra Civil, es una narración, no un estudio académico pero menos,
una ficción. Es una reconstrucción de aquel drama del levantamiento
faccioso de la derecha contra un gobierno constitucional de izquierdas,
basada en “cartas, diarios y memorias personales –publicadas o inéditas–
además de documentos oficiales, bobinas de películas recuperadas,
biografías fidedignas, historias y noticias de la época”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Vaill
reconstruye la vida en esos tiempos claves de España de tres parejas de
famosos pasajeros del Florida: los periodistas estadounidenses Ernest
Hemingway y Martha Gellhorn; los famosos fotógrafos europeos Robert Capa
y Gerda Taro; y quiso darle también un rol a un español y eligió al
censor republicano de los corresponsales extranjeros, Arturo Barea y su
pareja, la austríaca Ilsa Kulcsar. Además cobran vida y dramatismo
personajes como John Rodrigo Dos Passos , el soviético Ilya Ehrenburg
con su compatriota Mijail Koltsov corresponsal de <i>Pravda</i> y de la
inteligencia con llegada a José Stalin y su víctima, al finalizar la
guerra. La presencia de famosos escritores como André Malraux o George
Orwell, poetas como Pablo Neruda o Nicolás Guillén pasan por esta
historia junto a María Teresa León con su marido Rafael Alberti; a
veces, viajeros ocasionales como el entonces famoso actor Errol Flyn.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Cuando
se produjo el alzamiento de Francisco Franco el 18 de julio de 1936, el
gobierno legal recurrió a Francia gobernada por el Frente Popular y al
Reino Unido, pero la respuesta fue, al igual que la de EE.UU., la no
intervención, pese a la descarada presencia de tropas de armamento de
todo tipo y asesores militares de la Alemania nazi y la Italia fascista.
En réplica la Komintern organizó las Brigadas Internacionales que
convocaron a alrededor de 50 mil personas con y sin preparación militar:
quedaron con vida poco más de 8 mil al finalizar el conflicto en 1939.
La URSS envió material de guerra que permitió al Ejército republicano
enfrentar el levantamiento faccioso. Stalin cobró los envíos con el
traslado de las reservas de oro a Moscú. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Si positiva fue la ayuda
militar soviética como señala la autora, la de sus servicios secretos a
la caza de trotskistas o supuestos izquierdistas resquebrajó la
confianza en la República en intelectuales como Dos Passos, muy amigo de
su traductor José Robles Pazos reprimido por los comunistas. El autor
de <i>Manhattan Transfer</i> viró hacia posiciones derechistas enfrentándose a Hemingway. Este lo acusó de haberse vendido a los fascistas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">El
Hotel Florida fue bombardeado como todo Madrid, condicionando la vida
de sus huéspedes. En 1960 un pariente de Franco lo hizo demoler para
construir la Galería Preciados. Pero también albergó a los
corresponsales extranjeros, el Majestic en Barcelona. De allí partían
los periodistas hacia diversos frentes como el de Teruel, una verdadera
carnicería, pero las notas de Hemingway fueron rechazadas por la agencia
NANA para la que trabajaba, porque eran iguales a las del corresponsal
del <i>New York Times</i> , Herbert Matthews. Ese año, más tarde,
entrevistará a Fidel Castro en la Sierra Maestra popularizando a la
guerrilla dentro de EE.UU. El enfoque de la autora es de una
antifascista que no se guarda hechos críticos ocurridos en las fuerzas
republicanas o en contar historias que no dejan bien parados a mitos del
periodismo como Hemingway, Malraux o Gellhorn. Estos nombres y otros
fueron a España para apoyar a la República. De hecho fueron “periodistas
militantes”, porque creyeron que sus crónicas (o Robert Capa con sus
fotos como “Muerte de un miliciano” que dio vuelta al mundo) debían ser
la palabra del frente de lucha contra el fascismo ascendente. Lo mismo
le ocurrió al holandés J. Ivens con su documental <i>España en llamas</i>
, en el cual colaboraron Hemingway, Dos Passos y Capa, que conmovió al
público estadounidense pero no doblegó a la Casa Blanca de F. D.
Roosevelt.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Vaill es meticulosa y describe el horror de la guerra,
los bombardeos sobre ciudades indefensas a través de cómo viven la
guerra y trabajan sus protagonistas. Es particularmente destacable el
relato sobre Capa y su mujer Gerda quien muere cubriendo combates
mientras que el fotógrafo húngaro morirá más tarde en Vietnam al pisar
una mina personal.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Se pregunta la autora: ¿Por qué lo hicieron? ¿Por convicciones, por gloria, por dinero? Dirá en un momento el autor de <i>Por quién doblan las campanas</i>
: “Es muy peligroso escribir la verdad durante una guerra y llegar a
averiguar la verdad es mucho más peligroso aún”. Vaill ayuda a
encontrarla.</span></div>
</blockquote>
</div>
</div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-85241951836683222682015-07-11T04:57:00.002-07:002015-07-11T04:57:54.912-07:00Jorge Luis Borges: el axioma de la literatura argentina<div class="post-body entry-content" id="post-body-4113935789677826954" itemprop="description articleBody">
<blockquote class="tr_bq">
<div class="primero" style="text-align: justify;">
<h3>
<span style="font-size: large;">Los lugares comunes algunas veces aciertan. Por
ejemplo: es imposible pensar la literatura argentina sin Borges</span></h3>
</div>
<div class="primero" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"> <table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-tZWL2PF-StM/VaDsEa99LsI/AAAAAAAAtQM/HmK-tLs-xZM/s1600/JBL%2BAxioma.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="426" src="http://3.bp.blogspot.com/-tZWL2PF-StM/VaDsEa99LsI/AAAAAAAAtQM/HmK-tLs-xZM/s640/JBL%2BAxioma.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">Sarlo imagina que Borges no existió y reordena lo que queda./ Sophie Bassouls./adncultura.com</span></td></tr>
</tbody></table>
</span></div>
<div class="primero" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Pieza
maestra del siglo XX, a partir de él se cruzan o se dispersan todas las
líneas. Esto vale hasta comienzos de 1980. Desde entonces pasan cosas
diferentes que darían lugar a otra nota, cuyo título podría ser "La
literatura argentina después de Borges", cuando comenzó a funcionar de
modo más "normal", menos volcánico; sigue siendo el Gran Escritor con
quien, sin embargo, ya no todos ajustan cuentas y se trazan diagonales
que Borges no pisó. La culminación absoluta y el apaciguamiento.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">¿Cómo
habría sido la literatura hasta los años ochenta sin Borges? Es difícil
imaginar a Bioy Casares sin ese prólogo a La invención de Morel que
escribió Borges. Pero podemos imaginar otros que, probablemente, habrían
dibujado una cartografía distinta, despojada del "centro Borges". La
pregunta permite pensar "en hueco", no como si algo faltara sino
intentando imaginar su radical inexistencia. Si se lo pensara como un
simple faltante, el ejercicio no valdría la pena.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">En cambio, se
trata de olvidar que existió y reordenar lo que queda. Los libros
inaugurales de lo nuevo habrían sido Veinte poemas para ser leídos en el
tranvía (1922), Calcomanías (1925) y Espantapájaros (1932), de Oliverio
Girondo, y no la serie Fervor de Buenos Aires (1923), Luna de enfrente
(1925) y Cuaderno San Martín (1929). Probablemente nadie habría releído a
Evaristo Carriego, como lo hizo Borges, y la poesía argentina tendría
en su centro operaciones más "vanguardistas", como las de Girondo. Y en
lugar de las orillas porteñas, el barrio y las calles rectas hasta el
horizonte, estaría el paisaje fluvial y fluyente de Juan L. Ortiz. En
ausencia de Borges, probablemente ésas serían las dos grandes líneas
poéticas de la primera mitad del siglo XX.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Martínez Estrada fue el
gran escritor ideólogo; pero, sin Borges, no habría obstáculos para
pensarlo, en soledad, como el gran ensayista del siglo. Por otra parte,
sus relatos se correrían al centro del sistema. El prodigioso "Marta
Riquelme", por ejemplo, habría inventado un espacio original,
fantástico, laberíntico, arbitrario y terrible. "La inundación" sería el
tributo que la literatura argentina, en ausencia de Borges, rindió a
Kafka, el escritor que Borges admiró de modo incondicional. Pero algo
estaría faltando. Martínez Estrada no es citable como lo es Borges, y
una literatura es, entre otras cosas, un sistema de citas y
reconocimientos, rebotes, préstamos y deformaciones.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Sin Borges,
la forma más simple de ordenar la literatura de la primera mitad del
siglo caería en pedazos. La servicial oposición en la que Borges fue lo
que Arlt no pudo ser y viceversa le da un orden a los libros hasta 1950.
Pero sin Borges, la originalidad de Arlt enlazaría directamente con la
de Puig: dos escritores que escriben "desde afuera" de la literatura,
aunque sea un mito sostener que no sabían literatura. Arlt escribe desde
el periodismo, el folletín y la novela rusa (Borges detestaba la novela
rusa y le gustaban, como una debilidad, sólo los folletines
gauchescos); Puig escribe desde la novela sentimental y el imaginario
del cine (Borges detestaba la novela sentimental, y le interesaba el
cine, pero no a la manera de Puig: ponía sus distancias, hacía
esguinces).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Probablemente Bioy no habría sido quien fue realmente
sin Borges y a Silvina Ocampo se le reconocería una marca de
originalidad muy fuerte. Ella no fue borgeana; su escritura tiene una
turbiedad, una buscada imprecisión, una perversidad en el acople de
palabras que no son borgeanas. Hay en Silvina Ocampo una especie de
rebeldía a la racionalidad formal y a la trama bien compuesta, a la
nitidez de lo complejo (la gran marca de Borges) que la coloca siempre
como una outsider. Sin Borges, Silvina Ocampo habría sido una
alternativa de primer plano, no una escritora extraña que,
paradójicamente, estuvo cerca de Borges mucho tiempo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Algunos
escritores intocados por la ausencia de Borges: Leopoldo Marechal, por
ejemplo. Poco habría cambiado. Adán Buenosayres está escrito en absoluta
contemporaneidad con los grandes relatos de Borges, pero como si
perteneciera a un sistema musical diferente, con otros tonos y escalas.
La huella de Marechal habría sido probablemente la misma. Borges y
Marechal no se escuchaban. Cortázar, en cambio, leía a Borges y declaró
que quiso escribir en la lengua que Borges usaba. Como inventor de
ficciones buscó lo que Borges rechazaba: el shock del surrealismo, el
disparate de la patafísica. No estoy muy segura de que Borges le fuera
indispensable del modo en que lo fue para Walsh o para Piglia. Lo
fantástico de Cortázar no es una respuesta a Borges; es diferente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Sin
Borges, ¿qué habría sido Saer? Su primer libro, de 1960, En la zona, es
tan borgeano como un homenaje o una ironía. Después, Saer (lector de
Borges, de los mejores) se dedica a lo suyo, como si En la zona hubiera
sido el paso necesario para mostrar que cualquiera imita a Borges, en un
momento de copia necesaria y de competencia temeraria que, una vez
atravesado, abre un territorio original. Copiar para exorcizar; copiar
para ausentar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Sin Borges, la literatura argentina no habría
tenido un capítulo "anti-Borges" donde se discutieron las implicaciones
entre figuración literaria e ideología política. AntiBorges es el título
de la recopilación, hecha por Martín Lafforgue, de esos debates. Aunque
parezca una discusión vieja, no lo es tanto y, a veces, vuelve en el
momento menos pensado (precisamente porque es el momento en que se
piensa menos). Sin Borges, el escritor de literatura fantástica más
citado habría sido Cortázar, que presenta pocos problemas ideológicos
después de su conversión a la revolución cubana. La oposición
fantástico-realista habría tenido como objeto sus relatos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Sin
Borges, la teoría literaria no habría encontrado una obra que le
permitiera alcanzar una autoconciencia argentina: pensar problemas
teóricos con textos escritos acá, como si esos textos anticiparan
aquellos problemas, los adivinaran y los dejaran abiertos. Y, aunque la
lengua de Arlt y la de Saer llegan de geografías originales, sin Borges
no se habría escrito en ese castellano rioplatense límpido, tan criollo
como cosmopolita, que (al revés de los enigmas rebuscados pero banales)
sólo muestra su dificultad magistral, su desafío a la inteligencia, una
vez que el lector se ha acercado a comprenderla.</span><span class="fin"></span></div>
</blockquote>
</div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-31927303305499022082015-07-10T07:11:00.002-07:002015-07-10T07:12:48.423-07:00El libro que alumbró ‘Matar a un ruiseñor’: el regreso de Harper Lee <blockquote class="tr_bq">
<h3 style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">El martes se publica <i>Ve y pon un centinela,</i>
la novela que dio origen a uno de los clásicos de la literatura de EE
UU. Llegará con una tirada de tres millones de copias en ingles y
español</span>
</h3>
</blockquote>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-2RhXeM0tXXE/VZ_IAHBySlI/AAAAAAAAtPg/-ZFCic0aceY/s1600/Harper%2BLee%2Blanzamiento%2Bmundial.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="442" src="http://4.bp.blogspot.com/-2RhXeM0tXXE/VZ_IAHBySlI/AAAAAAAAtPg/-ZFCic0aceY/s640/Harper%2BLee%2Blanzamiento%2Bmundial.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Harper Lee, en una imagen de 2007. / <span class="firma">Chip Somodevilla./elpais.com </span></span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-TiClRKAKkbs/VZ_IDZ-J_OI/AAAAAAAAtPo/IE_WC_ea7FY/s1600/Harper%2BLee%2Bven%2By%2Bpon%2Bcentinela%2Bportada.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="http://2.bp.blogspot.com/-TiClRKAKkbs/VZ_IDZ-J_OI/AAAAAAAAtPo/IE_WC_ea7FY/s640/Harper%2BLee%2Bven%2By%2Bpon%2Bcentinela%2Bportada.jpg" width="430" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><i>Ven y pon un centinela </i>de Harper Lee, en un lanzamiento mundial.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><br /></span></div>
<div class="cuerpo_noticia" id="cuerpo_noticia">
<blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">En cuatro días se romperá un silencio mítico. Un pitido fatigado
anuncia que el tren se acerca bajo el calor inmisericorde de Maycomb.
Ahí viene la señorita Jean Louise Finch, Scout de niña, procedente de
Nueva York a visitar a Atticus, su padre. Los años 50 ya doblan la
esquina y parece que el pasado ha quedado atrás, pero no es así. Ella
tiene 26 años y él ronda los 70. La última vez que se supo de ellos fue
en los años 30. Cuando llegue hablarán de muchas cosas, con el telón de
fondo de la lucha por los derechos civiles, los disturbios políticos y
la convulsión por la segregación racial en Estados Unidos, mientras ella
tiene las ideas claras sobre la mujer contemporánea. Sombras, secretos,
verdades y dudas aparecerán. El aire faltará por momentos. Nada será
igual, ni pasado ni futuro. Nada. Ni para ella ni para los lectores, en
el encuentro literario <a href="http://cultura.elpais.com/cultura/2015/06/18/actualidad/1434627158_218749.html" target="_blank">más esperado de los últimos tiempos:</a> <i>Ve y pon un centinela</i>
(Harper Collins Ibérica). Es la novela original que escribió Harper Lee
pero que su editor pidió que reescribiera hasta dar como resultado <a href="http://elpais.com/elpais/2015/06/29/eps/1435587066_562093.html" target="_blank"><i>Matar a un ruiseñor,</i> Premio Pulitzer 1961,</a> y con más de 40 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Todo se sabrá a partir del martes 14 de julio en Estados Unidos y
Reino Unido, con tres millones de ejemplares (es el número uno en la
preventa de Amazon) y en España y Latinoamérica al día siguiente, con
una tirada inicial de 120.000 copias. Una historia que romperá el
silencio de 55 años de Harper Lee (Monroville, Alabama, 1926) desde la
publicación en 1960 de su única novela conocida hasta hoy, y convertida
en clásico desde su nacimiento. Narra, bajo la mirada de Scout, la
historia de un hombre negro juzgado y condenado a muerte por violación
que es defendido por su padre, mientras ella, su hermano Jem y un amigo
de ambos ven cómo las manzanas de su paraíso no son tan brillantes y
sanas como parecen.</span></div>
</blockquote>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/wW1YuoCqYyE" width="560"></iframe><br />
<blockquote class="tr_bq">
</blockquote>
<blockquote>
<div class="centro" id="sumario_1|html" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="sumario_1"></a></span>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">“La isla de cada ser humano, Jean Louise, el centinela de cada uno, es su conciencia”, le dice Atticus a su hija en <a href="http://cultura.elpais.com/cultura/2015/02/21/actualidad/1424549959_675910.html" target="_blank"><i>Ve y pon un centinela</i>, título que Harper Lee</a> le puso desde el primer momento y que es sacado del <i>Libro de Isaías</i>
del Antiguo Testamento. Una frase que sobrevuela no solo la misma
historia que narra la novela, sino también su lanzamiento envuelto en
dudas y polémicas. Primero porque muchos cuestionan la lucidez de Harper
Lee y su autorización para la publicación del libro, ella vive en una
residencia de ancianos en Monroville, su pueblo natal e inspiración para
su condado de Maycomb; y, segundo, porque si el 3 de febrero, fecha del
anuncio del hallazgo de este inédito, se afirmó que el manuscrito había
aparecido en septiembre pasado, hace un par de semanas se dijo que el
manuscrito fue visto en una subasta en 2011. Sea la fecha que sea, en
febrero el mundo editorial peregrinó a Londres, durante dos semanas, a
leer el original en la agencia literaria Andrew Nurnberg Asociados para
participar en la puja por los derechos de publicación.</span></div>
<div class="derecha" id="sumario_2|apoyos" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="sumario_2"></a></span>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Preguntas reales, dudas reales que conviven con las que despierta <i>Ve y pon un centinela</i>. Todo indica que aquel mundo de <i>Matar a un ruiseñor</i>
será distinto. Aquel fue narrado con los ojos de una niña. Y este con
los de una adulta que ya sabe que los héroes son humanos y que los
ideales hunden sus raíces en la Tierra.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Puede que la historia como tal guste más o menos, pero los resoplidos
del tren que se acerca anuncian que es una gran novela. Lo que sí
parece cierto es que esas 276 páginas desvelarán a una Harper Lee más
realista, más política y más combativa y más directa y audaz a la hora
de haber querido debutar en la literatura con 30 años que tenía en 1957
cuando presentó la obra a varios editores. ¿Acaso una novela escrita por
un blanco, una mujer y del sur con las ideas tan claras sobre los
derechos civiles, la segregación racial, la justicia, la convivencia y
los derechos de la mujer en un Estados Unidos en plena vorágine de ideas
y protestas de eso mismo era demasiado para el país? Nunca se sabrá.</span></div>
<div class="centro" id="sumario_3|foto" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="sumario_3"></a></span>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Lo cierto es que su editora de entonces Tay Hohoff, la única mujer en
la pequeña editorial Lippincott, en Nueva York, tras leer el original
en el verano de 1957, le sugirió básicamente dos cosas: que potenciara
la voz de la niña, Scout, y que contara los hechos como una larga
evocación de ella sobre aquel suceso de los años 30. El libro hace
referencia, según los medios anglosajones, a la sentencia de la Corte
Suprema de 1954 que prohibió la segregación en las escuelas públicas. <i>Ve y pon un centinela</i>
refleja el pulso real de lo que ocurría en Alabama en los años 50 y de
lo que pensaba Harper Lee de eso y de la situación de la mujer frente a
muchas cosas, en una mirada avanzada para la época.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Esa es la historia que ella quería contar de veras. Una hija que
llega a visitar a su padre y ambos charlan sobre sus vidas y recuerdan
los hechos ocurridos 20 años antes, mientras ese pasado político y
judicial bulle en las calles al tiempo que van apareciendo los pliegues
del padre, otrora héroe infantil. El que por la noche la sentaba sobre
sus piernas y la arrullaba leyéndole libros hasta que se dormía y él
callaba pero, entonces, ella decía desde el otro lado del sueño que
siguiera leyendo... El mismo que le dijo que "solo poniéndose en el
lugar de un hombre y viviendo como él se le llegaba a conocer".</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Atticus es la clave en <i>Ve y pon un centinela.</i> Aquel padre
ejemplar y abogado convertido en referencia para sus colegas en la vida
real estadounidenses que al explicar a Scout, en <i>Matar a un ruiseñor</i>,
por qué defendía a Tom Robinson si todos aseguraban que era culpable le
dice: “Es algo que atañe a la esencia de la conciencia misma de un
hombre… Scout yo no podría ir a la iglesia y adorar a Dios si me negase a
ayudar a ese hombre”. ¿Qué es lo que se sabrá, ahora, de este hombre
negro condenado a muerte y que Harper Lee escribió en origen?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">“Es un libro histórico que conecta dos épocas, los años 30 y los 50.
Con personajes fantásticos. Y son dos libros distintos tanto en
estructura, enfoque y tono narrativo. Lo que demuestra que Lee es una
autora muy creativa”, afirma Luis María Pugni, Director de Harper
Collins Ibérica, sello encargado de la publicación en España. La
traducción, edición y lanzamiento de la novela se ha llevado con el
máximo secretismo y con unas reglas propias para un libro de este
calibre. María Eugenia Rivera, directora editorial de Harper Collins
Ibérica, cuenta que el libro primero se tradujo al español en Estados
Unidos, por la misma casa Harper Collins que tiene los derechos allí,
luego se envió a España y algunos países de Latinoamérica para que a
partir de ahí se hicieran los cambios o versiones acordes a cada región.
En España jugaban con la ventaja de que hace un mes ellos hicieron una
nueva traducción de <i>Matar a un ruiseñor</i>, con lo cual la
historia, el lenguaje y el contexto histórico estaban frescos. “Hemos
intentado captar lo que Harper Lee quería transmitir. La traducción ha
sido un regalo para mí como editora. He podido ver el original, el
embrión o padre de la historia, y comprobar los cambios que la autora
hizo, el proceso creativo de cómo a partir de una novela crea otra
distinta sin perder el espíritu”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Uno de los aspectos más interesantes, dice Rivera, son los
personajes, “ver la progresión de su cambio, su coherencia, su
psicología, teniendo en cuenta que Harper Lee los crea primero en <i>Ve y pon un centinela,</i>
ya mayores o muy mayores en el centro de una convulsión política y de
cambios sociales en los años 50, y luego debe retrocederlos en el tiempo
hasta los años 30, a los albores de parte de todo, para escribir <i>Matar a un ruiseñor”.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">El éxito fue tan apabullante, impulsado por la película homónima, que
Lee casi se transformó en Boo, ese personaje creado por ella,
enigmático y recluido en la Mansión Radley que despertaba el miedo y la
curiosidad de todos por su silencio e imagen casi espectral.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><a href="http://cultura.elpais.com/cultura/2015/02/03/actualidad/1422979522_412317.html" target="_blank">Aquel silencio empezó hace 55 años,</a>
pero la historia que le devuelve la voz a Harper Lee es la primera
novela que escribió. Donde empieza y termina todo. De aquello hace ya 58
años. Harper Lee tenía 30. Era enero de 1957 cuando empezó a escribir
aquella visita que le hace Scout, en tren, a su padre Atticus a Maycomb,
donde ella nació y creció con su hermano Jem, mientras ambos esperaban
los veranos para jugar con su vecino Dill (inspirado en su amigo Truman
Capote). Fue una historia diez veces rechazada hasta que en Lippincott
creyeron en ella, pero con cambios que le aseguraron un sitio en los
clásicos contemporáneos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Harper Lee escribió <i>Ve y pon un centinela</i> entre enero y julio de 1957. Aquel verano se puso a reescribirla como <i>Matar a un ruiseñor,</i>
y dejó aquellas 293 páginas en una carpeta olvidada… Ahora vuelven como
un tesoro dispuesto a cambiarlo todo, y desde ese porche de su casa en
Maycomb echa la vista atrás... Y se vuelven enigmáticas las palabras de
Atticus Finch, cuando siendo ella una niña le dice: “Lo único que puedo
decirte es que cuando tú y Jem seáis adultos, quizás recordaréis todo
esto con cierta clemencia y con la sensación de que no os defraudé”.</span></div>
<ul style="text-align: justify;">
<li><span style="font-size: medium;"><a href="http://cultura.elpais.com/cultura/2015/02/21/actualidad/1424549959_675910.html">Peregrinación por la secuela de ‘Matar a un ruiseñor’</a></span></li>
<li><span style="font-size: medium;"><a href="http://cultura.elpais.com/cultura/2015/03/02/actualidad/1425317240_256908.html">Harper Collins y Edicions 62 editarán la secuela de ‘Matar a un ruiseñor’</a></span></li>
<li><span style="font-size: medium;"><a href="http://cultura.elpais.com/cultura/2015/02/03/actualidad/1422979522_412317.html">Harper Lee publica 55 años después la secuela de ‘Matar a un ruiseñor’</a></span></li>
<li><span style="font-size: medium;"><a href="http://cultura.elpais.com/cultura/2015/06/18/actualidad/1434627158_218749.html">Grey, ‘Millenium’ y Harper Lee, trío de ases para el lector planetario</a></span></li>
<li><span style="font-size: medium;"><a href="http://elpais.com/elpais/2015/06/29/eps/1435587066_562093.html">Las huellas del ruiseñor</a></span></li>
</ul>
</blockquote>
</div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-20153132797958097382015-07-09T05:11:00.000-07:002015-07-09T05:11:13.865-07:00Israel se queda con la memoria de Franz Kafka<blockquote class="tr_bq">
<h3 style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><span style="font-size: large;">Se
celebra el natalicio del escritor de Praga Franz Kafka, que después de
fallecer dejó encomendado a su mejor amigo: Max Brod la tarea de
destruir todos sus manuscritos</span></span>
</h3>
</blockquote>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-g2ZYOyb66_o/VZ5YOcWc6qI/AAAAAAAAtNs/RvhXvEgSX2w/s1600/Franz%2BKafka%2B%2Bcolor.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="http://1.bp.blogspot.com/-g2ZYOyb66_o/VZ5YOcWc6qI/AAAAAAAAtNs/RvhXvEgSX2w/s640/Franz%2BKafka%2B%2Bcolor.jpg" width="475" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Franz Kafka, autor checo de ascendiente judio, traicionado por su amigo, Max Brod, al no quemar sus manuscritos./elpais.com</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="cuerpo_noticia" id="cuerpo_noticia">
<blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Cuando el autor de <a href="http://cultura.elpais.com/cultura/2015/04/08/actualidad/1428516330_754993.html"><em>La metamorfosis</em></a>
falleció había dejado encomendado a su mejor amigo que quemara todos
sus manuscritos. Gracias a que Max Brod no cumplió su palabra, la obra
en alemán del escritor judío de Praga <a href="http://elpais.com/tag/franz_kafka/a/">Franz Kafka</a> (1883-1924) pudo dejar su sello en la literatura universal con textos como <em>El proceso</em> o <em>Carta al padre.</em>La
justicia israelí parece haber completado la misión de Brod 91 años
después al dictaminar que sus manuscritos, en manos hasta ahora de los
herederos de la secretaria del amigo y albacea, deben ser entregados a
la Biblioteca Nacional de Israel para que puedan ser consultados por los
investigadores y el público en general.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">El Tribunal del Distrito de Tel Aviv ha ratificado esta semana el
fallo de un tribunal inferior en 2012 favorable a la Biblioteca
Nacional. Al desestimar el recurso de los titulares privados de los
archivos —con duras palabras sobre su “conducta criminal”— la justicia
cierra un largo y complejo pleito que hace honor a una de las novelas
más conocidas del escritor.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Nacido bajo el Imperio Austro-Húngaro en la capital de la actual
República Checa, Kafka apenas publicó un puñado de relatos durante su
corta vida, marcada por las tribulaciones familiares y las enfermedades.
Su amigo Brod se ocupó de buscarle a su pesar un lugar en la historia
de la cultura mundial, pero tuvo que huir de Praga tras la invasión de
la Alemania nazi en 1939.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">El albacea del escritor judío acabó su peripecia en la Palestina bajo
administración británica, adonde llevó consigo todos los manuscritos de
Kafka. A su muerte en Israel en 1968, Brod legó todos sus papeles,
incluidos los del autor de <em>El castillo</em> a su secretaria
personal, Esther Hoffe, con la obligación de que los entregara a un
archivo público: “La Universidad Hebrea de Jerusalén, la Biblioteca
Municipal de Tel Aviv u otra institución similar en Israel o en el
exterior”. Pero Esther y su hermana Ruth empezaron a gestionar entonces
el legado provisional de documentos como una colección privada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Hoffe tampoco cumplió con la voluntad póstuma y se dedicó a subastar
manuscritos y documentos al mejor postor para conseguir elevadas sumas,
que se cifran en millones de dólares. Muchas de las decenas de miles de
páginas que recibió en custodia acabaron en manos del Archivo de
Literatura Alemana, situado en la localidad de Marbach. El resto de los
documentos se ocultaron de la vista del público en 10 cajas de seguridad
situadas en bancos de Tel Aviv y Zúrich, así como en los muros de la
casa de la secretaria.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">A su muerte en 2007, Esther Hoffe legó los manuscritos y cartas a sus
dos hijas. Fue entonces cuando la Biblioteca Nacional, amparada por el
Gobierno de Israel, y las herederas hermanas Hoffe, apoyadas por el
Archivo de Literatura Alemana iniciaron el complicado pleito que acaba
de cerrarse.</span></div>
</blockquote>
<div class="centro" id="sumario_1|despiece">
<blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="sumario_1"></a></span></div>
</blockquote>
<div class="aside estirar">
<blockquote>
<h3 style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Historia vendida al mejor postor en pública subasta</span></h3>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">El tribunal de Tel Aviv que ha fallado a favor de la Biblioteca
Nacional de Israel en el proceso sobre la propiedad de los archivos de
Franz Kafka se ha expresado en términos inusualmente duros contra los
hasta ahora poseedores de los documentos. “Causó una indignante
injusticia con la forma en que gestionó el legado literario”, se afirma
sobre la conducta de Esther Hoffe, la secretaria de Max Brod, albacea
del escritor. Ella recibió el encargo de custodiar los documentos en
1968 a la muerte del mejor amigo del autor.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">“Kafka no conoció a Hoffe y nunca habló ni se reunió con ella”,
precisa la sentencia. “[La secretaria] No era una persona próxima ni con
la que él tuviera una relación familiar”. El tribunal de Tel Aviv
sostiene que, mientras el escritor había ordenado la destrucción de su
obra tras su muerte, la secretaria de Brod, primero, y las hijas de
esta, después, “se dedicaron a venderla al mejor postor en pública
subasta”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">En otra argumentación algo más forzada, los jueces israelíes
consideran que Brod, que tuvo que huir de Praga en 1939 y refugiarse en
lo que hoy es territorio de Israel para escapar de los nazis,
“difícilmente hubiese aceptado que su legado hubiese acabado en una
institución alemana”. Esther Hoffe y sus hijas vendieron parte de los
manuscritos de Kafka valorados en varios millones de dólares al Archivo
Nacional de Literatura de Alemania.</span></div>
</blockquote>
</div>
</div>
</div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-18511197814849455422015-07-08T06:20:00.002-07:002015-07-08T06:20:49.587-07:00Cuatro de cada diez españoles no ha leído ni un capítulo de "El Quijote" <div class="post-body entry-content" id="post-body-9203140911653409109" itemprop="description articleBody">
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<h3>
<span style="font-size: large;">Un 40'9% de los encuestados reconoce
no haber leído la obra magna de Cervantes. La mitad de estos por falta
de tiempo, por ser muy largo o porque no les gusta leer</span></h3>
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-OmWnH7JY8bs/VZ0boW0-OJI/AAAAAAAAtMU/Y8x4yIPFQIc/s1600/Miguel%2Bde%2BCervantes%2BDon%2BQuijote%2Bportada%2Bcl%25C3%25A1sica.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="354" src="http://3.bp.blogspot.com/-OmWnH7JY8bs/VZ0boW0-OJI/AAAAAAAAtMU/Y8x4yIPFQIc/s640/Miguel%2Bde%2BCervantes%2BDon%2BQuijote%2Bportada%2Bcl%25C3%25A1sica.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><div class="pie">
<span style="font-size: medium;">Detalle de la portada de la 2ª edición de la primera parte del Quijote, impresa por J. de la Cuesta.
<span class="autor">Biblioteca Nacional./elmundo.es</span></span>
</div>
</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><br /></span></div>
</blockquote>
<div class="tamano" id="tamano" itemprop="articleBody">
<blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Un 40,9% de los españoles reconoce no haber leído ni un capítulo de
'El Quijote' de Miguel de Cervantes y la mitad de ellos aseguran que el
motivo es o bien porque no les gusta leer o porque es muy largo y no
tienen tiempo, según el Avance de Resultados del Barómetro de junio del
Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Además,<b> el 54,3% no ha oído hablar del cuarto centenario de la publicación de la obra</b>. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Frente a ese 40,9% de la población que no ha leído esta obra, un
21,6% dice que sí la ha leído completa y un 21,3% admite haber leído
solo algunos capítulos. Además,<b> la encuesta revela que un 7,4%
de los entrevistados se quedó en la primera parte de 'El Quijote' y que
un 4,5% ha leído una versión abreviada. </b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"> Entre los que no lo han leído, el 31,9% explica que el motivo
principal ha sido que no les gusta leer; el 14,8% alega la falta de
tiempo para leer un libro tan largo;<b> un 11,4% dice que no le interesa la obra; y un 10,4% afirma que no le gusta la literatura clásica.</b>
Mientras, más de la mitad de aquellos que sí lo han leído dicen haberlo
hecho en el colegio o la facultad y un 30%, por interés personal. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"> En general, el 51,3% de los encuestados consideran "más bien
difícil" la lectura de 'El Quijote', sobre todo, por el lenguaje en el
que está escrito (para un 66,2%) y porque es muy largo (para el 36,8%).<b> Otra de las razones que cita un 16,4% de los entrevistados es "que se refiere a un época muy antigua". </b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"> Atendiendo a los personajes de la obra, los más conocidos por los
españoles son Don Quijote, Sancho Panza, Dulcinea del Toboso, Rocinante
--el caballo de Don Quijote-- y los molinos de viento. Además, <b>más de un 80% de los encuestados no acierta o dice no saber cómo se llama realmente Don Quijote de La Mancha, Alonso Quijano.</b></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"> En cuanto a la obligatoriedad de leer o no 'El Quijote' para los
estudiantes de 15 a 18 años, la población española se muestra dividida,
ya que un 37,5% piensa que "no debe ser obligatoria en ningún caso"
frente a un 35,4% que piensa que sí debe serlo. En general, sobre los
hábitos de lectura,<b> el 34,1% de los encuestados admite no haber leído ningún libro en el último año, un 28%, entre dos y cuatro;</b> y un 13%, de cinco a ocho.</span></div>
</blockquote>
</div>
</div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-24318586385972453102015-07-07T07:19:00.002-07:002015-07-07T07:19:50.082-07:00Amarlo todo<div class="post-body entry-content" id="post-body-1505961793185826881" itemprop="description articleBody">
<div style="text-align: justify;">
<blockquote class="tr_bq">
<h3>
<span style="font-size: large;">Las dos autoras produjeron parte de su obra becadas en Yaddo, la
residencia para artistas en una finca de 400 hectáreas, de la que <b>John Cheever</b>
dijo que albergaba más actividad artística que cualquier otro lugar en
el mundo</span></h3>
</blockquote>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-S7m2413T_Ak/VZvRVq1R6hI/AAAAAAAAtKE/HJr26xB8UXI/s1600/Flannery%2BO%2Bconnor.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="432" src="http://1.bp.blogspot.com/-S7m2413T_Ak/VZvRVq1R6hI/AAAAAAAAtKE/HJr26xB8UXI/s640/Flannery%2BO%2Bconnor.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>Flannery O’Connor,escritora estadounidense.</b></span> </td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-uaPE83mGLas/VZvReYnEIHI/AAAAAAAAtKM/cji05RvwpdE/s1600/Carson%2BMcCullers.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="http://4.bp.blogspot.com/-uaPE83mGLas/VZvReYnEIHI/AAAAAAAAtKM/cji05RvwpdE/s640/Carson%2BMcCullers.jpg" width="478" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>Carson McCullers, autora estadounidense./revistadeletras.net</b></span> </td></tr>
</tbody></table>
</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><b>1.</b></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Flannery O’Connor</b> y <b>Carson McCullers</b> se odiaban. O al menos lo que en el mundo literario se conoce como tal: mientras la una –Flannery– andaba diciendo que <i>El reloj sin manecillas</i>
era la peor novela que se haya escrito jamás, la otra –Carson– decía
que su contrincante parece haber leído atentamente Frankie y la boda
para aprender la lección y recitarla en el cuento <i>El templo del Espíritu Santo</i>.
Las dos autoras crecieron a 200 km de distancia en ese sur
norteamericano cuyos ejes –racismo, religión, campo– han generado un
plano tridimensional listo para albergar lo grotesco y delicado de
ambas. Las dos autoras produjeron parte de su obra becadas en Yaddo, la
residencia para artistas en una finca de 400 hectáreas, de la que <b>John Cheever</b>
dijo que albergaba más actividad artística que cualquier otro lugar en
el mundo. Las dos autoras padecían un contacto con la realidad más
cercano de lo común.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><b>2.</b><br />
Un personaje de McCullers está sentado en una cafetería estilo <b>Edward Hooper</b>,
de esas que abren toda la noche y reciben el día con las luces aún
encendidas. Está sentado en el lugar donde presumiblemente bebió algunas
cervezas. Afuera llovía y se aclaraba poco a poco cuando de repente
entra un niño de doce años que reparte periódicos. El hombre le llama,
le dice que le quiere, le invita a tomar algo. Le muestra la foto de una
mujer que lo abandonó hace mucho tiempo. Pero no lo hace por lamentarse
sino simplemente como preludio a lo que de verdad quiere contarle esa
mañana. Porque ya está amaneciendo, dejan de caer las gotas y se termina
el silencio: le quiere explicar la ciencia del amor.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">“Hijo, ¿sabes cómo debería empezarse el amor? Un árbol. Una roca. Una nube”. Ese es el título del cuento: <i>Un árbol, una roca, una nube</i>.
Separadas por puntos seguidos, porque el hombre lo hace separadamente,
los ama separadamente. El problema, dice, es que siempre hacemos las
cosas al revés: siempre empezamos por el final. Después de meditarlo con
profundidad, tras el abandono de su esposa por otro -porque siempre es
por otro- había comenzado con precaución. Cogía cualquier cosa de la
calle y se la llevaba a la casa. Se concentraba en ella. La amaba. Ahora
puede mirar una luz hermosa dentro mientras externamente ve una calle
llena de gente. Cualquier cosa. Cualquier persona.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Un personaje de O’Connor, por su parte,
escapa de la finca en la cual acaba de quemar el cuerpo muerto, aunque
todavía tibio, de su tío abuelo. Tiene un poco más de doce años y lleva
toda la vida sin ir a la escuela para no confundir su mente. Solamente
ha estado al amparo de un familiar que se cree profeta: le ha enseñado
un cristianismo que a veces de tan grotesco parece real. Es inevitable
recordar también a la familia Glass, de <b>J. D. Salinger</b>,
que empezaba a aparecer en estos años sesenta y tampoco recibían la
educación acostumbrada sino una puramente espiritual. El chico, con las
llamas a sus espaldas, sale a la calle y busca que alguien lo lleve a la
ciudad. Lo recoge un comerciante. Se ven, al fondo, las luces
eléctricas que encienden el paisaje a medianoche.</span></div>
<blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">“Hijo, ¿sabes cuál es la mejor táctica
para vender tubos de cobre? El amor. Es la única táctica que da buenos
resultados el noventa y cinco por ciento de las veces. No le puedes
vender tubos de cobre a alguien que no ames”.</span></div>
</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Algo así le decía el vendedor al
adolescente recién conocido que tenía al lado. El chico de O’Connor olía
a alcohol: había encontrado los depósitos de su tío abuelo profeta
aprovechando su repentino fallecimiento mientras desayunaban. El
comerciante seguía diciendo que primero tenía que saber la salud de la
esposa de su potencial comprador, cómo estaban los hijos, los
fallecimientos cercanos, etc. Todo lo anotaba en su libreta. Si no, el
negocio no funcionaba.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><b>3.</b><br />
Flannery O’Connor había conocido a Maryat Lee en Georgia. Esta última la
había visitado por recomendación de una amiga en común y allí nació la
amistad cuyo testimonio es una abundante correspondencia. Años después
sería la precursora del eco-teatro u obras montadas en las calles de
Harlem con actores y –muchas veces– guiones improvisados. Se trataba de
una licenciada en interpretación con una tesis doctoral sobre los
orígenes del arte dramático en la religión. Aunque conversaron mucho en
los alrededores de Andalusia –la granja en la que vivía O’Connor– ambas
eran polos opuestos: mientras la una era una dama sureña de vestido que
vivía con su madre, la otra andaba de pantalones, botas y gorro, siempre
con una bolsa de cervezas, y vivía sola en un departamento que tenía la
bañera en la cocina (fue parcialmente retratada en el escritor
neoyorkino protagonista del cuento <i>El escalofrío interminable</i> publicado en Harper’s Bazaar).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">En 1957 Maryat se casa con un
australiano y se va de luna de miel a Japón. Allí, a finales de mayo, le
escribe una carta de cuatro páginas a su amiga del sur de Estados
Unidos en la que, aparte de contarle que se acaba de enamorar de un
crítico de cine, le dice que también la quiere a ella, aunque solo en
los setenta dirá abiertamente que –como McCullers– es bisexual. O’Connor
responde:</span></div>
</blockquote>
<blockquote>
<blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">“Todo ha de diluirse con el tiempo y la
materia, incluso ese amor tuyo que debe llegar a muchos de nosotros para
que pueda llegar. Es la gracia y es la sangre de Cristo, y, después de
verte la primera vez pensé que estabas llena de ambos y que no sabías
que hacer con ello, o tal vez qué era siquiera. Aunque ames a Faulkes, a
Ritche, a mí, a Ammet, al hermano de Emmet y a su novia equitativa e
individualmente, al final has de volcarlo en alguna parte”.<br />
(Carta 9 de junio de 1957).</span></div>
</blockquote>
</blockquote>
</div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-37392471598088962412015-07-06T05:21:00.000-07:002015-07-06T05:21:14.092-07:00Todo lo que hubo<div class="post-body entry-content" id="post-body-7322101922624020508" itemprop="description articleBody">
<div id="cuerpo" style="font-size: 13px;">
<blockquote class="tr_bq">
<div class="margen0" style="text-align: justify;">
<h3>
<span style="font-size: large;">Cuando en 2013 dio a conocer <i>Todo lo que hay</i>, su última novela y primera
que publicó en 35 años, era esperable que finalmente abandonara su
puesto de escritor secreto. Pero no sin pasar por un breve y resonante
momento de fama, pronto volvería a ocupar el digno lugar que lo había
caracterizado a lo largo de su vida: el de escritor de escritores</span></h3>
</div>
<div class="margen0" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"> <table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-rlisJKNUzSc/VZpnAUOuJuI/AAAAAAAAtI0/QQsuhHXncps/s1600/James%2BSalter.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="478" src="http://2.bp.blogspot.com/-rlisJKNUzSc/VZpnAUOuJuI/AAAAAAAAtI0/QQsuhHXncps/s640/James%2BSalter.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">James Salter, escritor estadounidense murió el pasado 19 de junio, dejando una obra para leer./pagina12.com.ar</span></td></tr>
</tbody></table>
</span></div>
<div class="margen0" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"> A
pocos días de cumplir los 90, James Salter murió el pasado 19 de junio.
Piloto de aviación, había abandonado la Fuerza Aérea tras dar a conocer
su primer libro. Con el tiempo, se convertiría en un escritor realista,
elegante y refinado, clásico y a la vez ligado a cierta tradición
secreta de la literatura norteamericana, como un extraño eslabón perdido
entre Ernest Hemingway y Francis Scott Fitzgerald. Rodrigo Fresán lo
despide haciendo un recorrido por sus obras más significativas. </span></div>
<div class="margen0" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">En su
introducción a The Collected Stories of James Salter (2013), el irlandés
John Banville arranca celebrando la maestría del norteamericano para
“conseguir uno de los efectos más complejos de la literatura: describir
la realidad de todos los días”. Banville –con quien Salter compitió
cabeza a cabeza por el premio Príncipe de Asturias del 2014– lo ubica
junto a Chejov, Flaubert y al cotidiano y epifánico Joyce de Dublineses.
Pero, también, dentro de un contexto Made in USA, Salter (1925-2015,
nacido como James Arnold Horowitz, el alias fue adoptado para esconder
su identidad ante camaradas y superiores de la fuerza aérea, donde pasó
más de quince años) resulta alguien aún más interesante.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Ya lo dije, lo repito: Salter es el tercer hombre. Aquel que combina
lo mejor de Ernest Hemingway y Francis Scott Fitzgerald. Prosa lírica y
diálogos exactos, la guerra y el extranjero, la muerte del amor y la
fascinación por los ricos. Pero mientras Hemingway es un aventurero de
lo macho y Fitzgerald un sentimental de lo masculino, Salter se consagra
como el gran romántico de la hombría alcanzando, además, una apasionada
sexualidad que Nick Adams o Jay Gatsby jamás soñaron con experimentar
(alguien comentó, con tan burlona como deslumbrada gracia, que “en los
libros de Salter los hombres son hombres y las mujeres no trabajan,
todos beben Chateau Margaux y Kirs y Calvados, ellas le lanzan a ellos
entrecerradas y largas miradas y, cuando se juntan para hacer el amor,
la tierra no se conforma con moverse; se estremece bajo el más poderoso
de los terremotos”). Y Salter, sin caer en la bravuconada hemingwayana o
en el crack-up fitzgeraldiano (nada cuesta imaginar a Salter fumando y
escribiendo tranquilo en una mesa mientras contempla cómo Hemingway se
agarra a golpes con el barman y Fitzgerald cae borracho al suelo), es un
narrador mucho más sabio y preciso a la hora de establecer las justas
coordenadas de las acciones y reacciones de sus personajes. La
literatura de Salter es, al mismo tiempo, familiar en sus temas pero
siempre novedosa en su maestría. Su prosa de mot juste –Salter atribuye
esto a su lectura constante de Kawabata, Tanizaki, Mishima, Babel y
Gogol; “pero los escritores que me influyeron ya no importan, porque han
sido absorbidos”– es en apariencia de una soberana placidez para
descubrirnos, enseguida, que ese lago en perfecta calma es en realidad
mucho más profundo de lo que en principio pensábamos. No es casual su
formación con japonés porque, de un extraño modo, su cadencia, aunque
tan diferente, produce un efecto similar en el lector a la de Haruki
Murakami: una especie de ensueño opiáceo que, al principio, suena un
tanto imposible y hasta absurdo pero que en seguida te gana y te
convierte en adicto a esa mezcla de maravilla constante y dolor
inminente y obsesión por inmensas pequeñeces. Banville describe: “Sus
personajes son afilados y conocedores del ambiente en el que se mueven, y
se usan los unos a los otros. Es la segunda mitad del siglo americano y
las Torres Gemelas aún están dibujadas en los planos. ¿Acaso algo puede
salir mal? Y, sin embargo, casi todo sale mal... Y tan a menudo la
atención del lector se atora en un detalle revelador, como una uña en la
seda”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Pero esa familiaridad es engañosa y esconde algo mucho más fino.
Salter –absorbente cum laude– empieza y termina en sí mismo y su pericia
al pilotear lo suyo queda en evidencia en los planeos de posibles
aprendices que sólo parecen poder disparar sobre aspectos parciales de
lo de su capitán. Por ejemplo: Michael Ondaatje se pasa en lo poético,
Mark Helprin se pasa en lo cursi, Richard Ford se pasa en lo parco,
David Gates se pasa en lo sórdido. Salter, en cambio, mantiene un
perfecto equilibrio con todas las bolas en el aire.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">“Soy, en verdad, un romántico y un clasicista. Casi me enamoré dos
veces”, proclama un personaje en uno de los cuentos de Salter.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Pues eso.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Así, Salter como mutación para mejor y a ubicar como eslabón
extraviado entre la Generación Perdida y –cerca, pero no al lado, de
John Cheever y Richard Yates– el Realismo Sucio que, en su caso, siempre
aparece impecable y bien vestido para la hora de los cocktails.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Y en sus memorias o, como prefiere definirlas, “recollection”,
Quemar los días (1997), Salter recuerda –con modales muy parecidos a los
de sus ficciones y donde apenas se detiene en su faceta de escritor y
lo que escribió entre avión y avión y festejo y festejo– una vida que
Papa Hem y Scott Fitz ya hubiesen querido para ellos. Y, sí, “no hay
hombre que –si es honesto consigo mismo– pueda evitar el sentir envidia
ante la biografía de Salter”, admitió John Irving. A saber: piloto de
combate en Corea, muy apuesto e infiel seductor en serie (lo que, en
ocasiones, en sus libros, se manifiesta como una misoginia delicada),
guionista de cine de cierto prestigio (suyo es el guión del film de
culto Downhill Racer, dirigido por Michael Ritchie, con Robert Redford
como un esquiador casi existencialista), alma de toda fiesta, turista
profesional, sibarita (llegó a recopilar un volumen de recetas propias y
de amigos junto a sus esposa) y –last but not least– adorado por Susan
Sontag, Julian Barnes, Edmund White, Tim O’Brien, Joseph Heller, Graham
Greene, Harold Bloom, Tobias Wolff, Michael Ondaatje y Richard Ford,
quien lo definió como “el mejor escritor de oraciones entre todos
nosotros”. Un bon vivant con todas las (mejores) letras capaz de evocar
con todos los sentidos cuando hacía el amor mientras el hombre llegaba a
la luna en un televisor con el volumen bajo o (una hija de Salter murió
electrocutada en un accidente doméstico, a eso le dedica apenas un
puñado de líneas bruscas e incómodas y como anestesiadas) el dolor
imposible de transferir y de poner por escrito: “Puede recitarse la
muerte de reyes pero no la agonía de perder a un hijo”.</span></div>
<h3 style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><span class="fglibros">Un realismo vintage</span></span></h3>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Todo lo que hay (2013), su última y primera novela en treinta y
cinco años –“Mi piano todavía suena afinado y me gustaría hacer sonar
una última nota. Ya saben, los escritores nunca se retiran. El único
modo de detenerlos es arrastrarlos afuera y pegarles un tiro”, sonrió en
una entrevista– volvió a poner en evidencia el método y estilo de un
escritor mucho más raro de lo que parece. Un realista practicando un
realismo no anticuado pero sí vintage que tampoco es tan “real” y que
volvía a esconder y revelar esquirlas de rareza singular y sólo suya.
Allí, por más que parezca apenas un casi naturalista, hay un rasgo sutil
pero auténticamente vanguardista en el modo en que se (des) ordena el
paso del tiempo, se hace entrar y salir caprichosamente a secundarios de
primera o, en determinados tramos, el personaje incluye tanto al
narrador de la acción como al autor que contempla todo. Entonces, en
Salter, la paradoja de valerse del realismo como de algo experimental:
no el realismo clásico y calculado e irreal de Madame Bovary o Anna
Karenina sino algo que escala los picos dramáticos pero también se
demora en las llanuras inocurrentes y muertas y grises de esa travesía
espasmódico que es toda una vida.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Conocemos a Bowman como hijo abnegado, soldado en la Segunda Guerra
Mundial, editor querido por sus editados (con más de un rasgo del
legendario Richard Seaver cuyas brillantes memorias póstumas, The Tender
Hour of Twilight, se publicaron hace un par de años con prefacio de
Salter), conocido y conocedor de celebridades (abundan los nombres
propios que ya son de todos) y, por encima de todo y de todas,
marido/amante en serie. Porque en lo que hace a la cuestión sexual,
Bowman es una especie de contemplativo pero zen-sual depredador: ninguna
se le escapa por más que luego lo abandonen. Lo suyo, hasta en el otoño
y en el invierno de su satisfecho descontento, es una suerte de Cuan
verde era y sigue siendo mi lecho. Así que, madres e hijas, están
advertidas: donde el erotómano Bowman –“siempre al mando en la cama”–
pone el ojo, pone la bala sin importarle que en más de un affaire el
tiro le salga por la culata. Y es de estos casi compulsivos pasajes
románticos y sexuales de donde la novela deja escapar sus risitas más
bobas y nerviosas y renuncia a la perfección que llega a tocar, como a
un cuerpo caliente, con la punta de los dedos. Una historia que en
páginas consigue iluminarnos con esa luz verde al otro lado de su muelle
(Salter y sus Homo Salter son siempre la luz verde; las mujeres son la
luz roja a atravesar veloces pero que, sin embargo, pueden lanzar
cuchillos del tipo “Oh, mi teoría... Mi teoría es que ellos te recuerdan
por más tiempo si tú no los recuerdas”) o con el coraje producto de la
gracia bajo presión navegando el Gran Río de Dos Corazones y por otros
nos encandila con los fulgores artificiales de un episodio de Mad Men de
esos que parecen como pensados por alienígenas retro-adictos a ciertos
tiempos y modas de nuestra historia y especie. El resto –como siempre–
es una maravilla. Volver entonces a disfrutar y paladear el modo en que
Salter recupera a una Manhattan que ya no existe pero sigue allí, los
gajes del oficio literario y los gajos de amistades y enemistades que se
desprenden de él, el sabor de una comida o el perfume de un paisaje, la
manera más de pintor que de escritor con que se nos describe la caída
de una noche o el ascenso de un avión para que todos y todo se eleven,
el calibrado preciso de un sentimiento con el que un hombre sienta cada
vez más inalcanzable a su patria y más semejante a lo extranjero que no
es otra cosa que, finalmente, la cada vez más inminente travesía hacia
la muerte.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Cabe pensar que ciertos pasajes y reincidencias de Todo lo que hay
(su título es, claro, una declaración de intenciones totalizadoras, de
resumen de lo publicado, de summa ética y estética) podrían haber sido
pulidos o recortados. Pero, de haberlo hecho, Todo lo que hay sería una
novela menos rara. Así, como quedó y como nos recibe y nos deja, Todo lo
que hay no es una obra maestra sino nada más y nada menos que –acaso
por última vez, gracias por todo– otra obra de un maestro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Todo lo que hay –de algún modo limitando con el universo de la ya
mencionada y, en inmediata perspectiva, cada vez más absurda y
sobrevalorada Mad Men– hizo pensar en que Salter, finalmente,
disfrutaría de una despedida por todo lo grande y que dejaría de ser,
como lo definió un crítico, “el más secreto de los escritores secretos”.
Y, de acuerdo, fue muy bien reseñada (con alguno de esos reparos
especialmente dolorosos). Y hasta arañó durante una semana la lista de
best-sellers de The New York Times. Pero luego todo volvió a ser como
era, como había sido hasta entonces. Y Salter –a quien siempre le
preocupó el que no le fuese mejor de lo que le iba; ahora, por un rato,
¿justicia poética?, sus obituarios y revalorizaciones han disparado las
ventas de sus libros en Amazon.com hasta lo más alto y compiten cuerpo a
cuerpo con los jadeos torpes y posiciones absurdas del Grey de E. L.
James– debió conformarse con seguir siendo un “escritor de escritores” y
de lectores a los que les gustan los escritores de verdad.</span></div>
<h3 style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><span class="fglibros">Juego y Luz </span></span></h3>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Antes de esto, Salter ya había ido afinando su arte en novelas y
relatos de tramas muy norteamericanas pero de resonancias universales y
textura inconfundiblemente salteriana. La experiencia del soldado en
combate (Pilotos de caza, 1957, y The Arm of Flesh, 1961, ambas
reescritas a fondo a finales del siglo pasado para su reedición,
contienen, seguro, las mejores descripciones del acto de volar junto a
las de Antoine de Saint-Exupéry), el narrador poco confiable en el
erotizante Viejo Mundo (la ya clásica Juego y distracción, 1967), el
crepúsculo matrimonial (Años luz, 1975), los espacios abiertos y el
deporte como rito de paso (En solitario, 1979, que salió de un guión sin
filmar y que a Salter nunca le convenció demasiado pero que es, seguro,
una más que lograda aproximación a la literatura de hombres en pugna).
Especialmente interesante es –en tándem con Todo lo que hay– la
relectura de Juego y distracción, para muchos su obra maestra, y su
primera gran pirueta formal con el manejo del punto de vista.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">La muy carnal y sudorosa Juego y distracción, publicada sin pena ni
gloria en 1967 (la editorial la lanzó en su momento con una pegatina en
la portada donde se advertía: ‘Atención, lectores, no es un libro sobre
baseball’), ha ido adquiriendo, sin prisa ni pausa, la categoría de
pequeño-gran clásico norteamericano. Un privilegio y condena que su
inclusión en 1995 en la prestigiosa Modern Library así como su creciente
número de admiradores casi consiguió cambiar por la de clásico a secas.
Aquí, Salter aparentemente abarca muy poco –el romance caliente entre
un turista norteamericano y una joven francesa; Juego y distracción es
una de las cumbres y un tour de force del erotismo elegante y no por eso
menos explícito, sexo anal incluido– para acabar apretándolo todo con
una maestría que no hace más que confirmar el logro de lo que el autor,
humilde, se había propuesto en un principio: “Escribir un libro que
fuera seductor en todas y cada una de sus páginas y que contrastara lo
ordinario con –aunque suene ilícito– lo divino”. Salter lo consiguió de
sobra plantando una trama simple a la que rarifica –o vuelve
técnicamente admirable– a partir de un narrador en primera persona que
se define como “agent provocateur o doble agente” y “persigue” desde
fuera la historia de un hombre y una mujer a través de lo que ve, pero,
también, de lo que intuye o, quién sabe, de lo que se inventa porque
entiende a sus sueños como “el esqueleto de la realidad”. Así, en sus
primeras páginas, se nos advierte: “Nada de esto es verdad. He dicho
Autun, pero igualmente podría haber dicho Auxerre. Estoy seguro que
acabarán por darse cuenta de ello. Tan solo estoy asentando los detalles
que me han atravesado, fragmentos que fueron capaces de abrir mi carne.
Es la historia de cosas que jamás han existido aunque la más leve duda
en cuanto a ello, la más pequeña posibilidad, arroja todo a las
tinieblas. Tan solo quiero que todo aquel que lea esto lo haga con mi
misma resignación. Ya hay suficiente pasión en el mundo”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">La maniobra es brillante y, de este modo, el lector de la novela lee
a su vez a ese otro “lector” que es quien se la cuenta y que, quién
sabe, tal vez no sea otro que el joven enamorado mirándose a sí mismo a
través del tiempo y del espacio, desde muy lejos pero tan cerca. No
falta ni sobra una palabra en esta novela cuyo único defecto –el único
que se suele señalar a las auténticas e inequívocas obras maestras– es
el de tener un final, el de terminar. Y que, en su amplitud y poder
retroactivo, hasta nos permite pensar que el Phillip Dean de
veinticuatro años que persigue y alcanza a Anne-Marie Costallat de
dieciocho bien puede llegar a ser (con otro alias) un temprano Philip
Bowman recordándose desde sus últimas páginas, las que siguen a Todo lo
que hay.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Su tercer libro imprescindible entre todos sus libros
imprescindibles, y para muchos salteristas el mejor de todos, es Años
luz (1975). Actualización tanto en teoría como en práctica del Suave es
la noche de Fitzgerald –Salter alguna vez tuvo el coraje de afirmar que
El gran Gatsby estaba sobrevalorado y la sorpresa de elogiar a George
Saunders y a David Foster Wallace, “el trágico joven príncipe del
posmodernismo”– para narrar el ocaso del amor de un matrimonio y las
mareas de una familia que obliga –como explica en uno de sus relatos– a
“acostumbrarse al plural de las cosas”. Entonces, Salter se nutrió de
los Rosenthal, un matrimonio amigo, para (como Fitzgerald lo hiciese con
los Murphy) retratar su propia percepción del modo en que se acerca el
otoño y el invierno de la pasión. Los Rosenthal, como los Murphy, se
sintieron traicionados por su amigo con ojos de rayos x (quien los
convirtió en los casi divinos y caídos Viri y Nedra Berland) y, claro,
se divorciaron al poco tiempo casi siguiendo al detalle las
instrucciones de la novela. Salter, por supuesto, también. Pero, ah, las
rupturas y grietas (por ahí tiene un cameo Irwin Shaw, mentor y
compañero de juergas europeas) se proyectan sobre un paisaje casi
paradisíaco donde el infierno apenas se percibe como fuego ardiendo en
las chimeneas. En el Mondo Salter suceden, siempre, cosas terribles pero
consoladas por los placeres de un mundo ideal. Y lo que queda de todo
es un perfume triunfal a pérdida, a aceptar que todo lo que viene lo
hace sólo para poder irse: “No hay una vida completa. Hay sólo
fragmentos. Hemos nacido para no tener nada, para que todo se nos
escurra entre los dedos. Y, sin embargo, esta pérdida, este diluvio de
encuentros, luchas, sueños... Hay que ser irreflexivo, como una tortuga.
Hay que ser resuelto, ciego. Porque cualquier cosa que hagamos, incluso
que no hagamos, nos impide hacer la cosa opuesta. Los actos demuelen
sus alternativas, he aquí la paradoja. La vida, por tanto, consiste en
elecciones, cada cual definitiva y de poca trascendencia, como tirar
piedras al mar. Hemos tenido hijos, pensó; nunca podremos no tener
hijos. Hemos sido mesurados, jamás sabremos lo que es derrochar nuestra
vida”, concluye uno de los protagonistas de la sombría Años luz cuyo
final es de los más desgarradores pero reposados de toda la historia de
la literatura y que incluye a la lentitud de una tortuga poniendo en
evidencia lo rápido que pasa y se pasa todo.</span></div>
<h3 style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><span class="fglibros">Las últimas palabras</span></span></h3>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">En una conversación con el escritor Dan Pope, primero publicada en
la revista The Believer y más tarde incluida en el imprescindible The
Believer Book of Writers Talking to Writers (2005), James Salter se
refiere a lo que para él constituye lo mejor y lo peor del oficio de
escritor.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Lo peor es: “Tener que hacerlo. Cualquiera te responderá lo mismo. O haberlo hecho y haber fallado”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Lo mejor es: “La grandeza de ese mundo y sentirte parte de él. Hay
una realidad en el mundo de la escritura que es mucho más grande que
otras realidades, aunque no pueda reemplazarlas. Cuando lees algo que te
parece maravilloso, no existe esa incómoda sensación de haber agotado
algo. Siempre estará allí, esperando a que regreses. La emoción jamás
desaparece”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">La muerte de Salter –puntilloso hasta el final, se informó de que su
fallecimiento se produjo durante una visita al médico para un chequeo
de rutina– hace de nuestro mundo un sitio más vacío y menos luminoso. Se
extrañará esa perturbación al leerlo y provocando en uno, como tembló
alguien, la desconsoladora sensación de no haber vivido lo suficiente y
con la suficiente intensidad la grandeza de este mundo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">A falta de vida, la obra. Eso a lo que Salter se refería como a
“juntar palabras”. En The Paris Review explicó que “me gusta frotar a
las palabras entre ellas, como si las tuviera en una mano cerrada.
Sentirlas dar vuelta, chocar, y después elegir nada más que a las
mejores”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">“Charisma”, el relato inédito –tal vez lo último que escribió,
incluido en la antología mencionada al principio de estas líneas– vuelve
a ser buena muestra de esa inmejorable elección a la que, en el adiós,
sólo cabe volver a agradecerle. Este cuento concluye con la voluntad de
“partir hacia donde nunca puedan encontrarte” y de “escapar a las
últimas preguntas”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Buen viaje y nada pendiente a lo que responder, James Salter.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Todo lo que hubo fue bien vivido, mejor dicho, y perfectamente escrito.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">En un momento de Quemar los días, una mujer, un tanto exasperada, le pregunta a Salter “¿Qué es lo que quieres?”</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">“Ser inmortal”, responde Salter sin dudarlo un segundo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">De nosotros depende ahora –el placer será nuestro y la recompensa
será para nosotros– que ese deseo sea, al menos en parte, concedido y
hecho realidad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">James Salter se lo merece.</span></div>
</blockquote>
</div>
</div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-47450955943530933052015-07-04T06:36:00.001-07:002015-07-04T06:36:32.907-07:0045 libros colombianos que hay que tener en la biblioteca (según colombianos) <div class="post-body entry-content" id="post-body-1193585594191920841" itemprop="description articleBody">
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<h3>
<span style="font-size: large;">Hace unas semanas mi jefe, español en sus cincuentas, me pidió que le
recomendara los mejores libros de autores colombianos,
ojalá descontando a García Márquez, Mutis y Abad Faciolince. A ellos los
leen hace muchos años aquí en España y sus ejemplares se consiguen con
relativa facilidad</span></h3>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"> <table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-A-1V6GYizWc/VZfXs5GPn0I/AAAAAAAAtHE/YWVkw5Um0A4/s1600/GGM%2BCAS%2Bejemplar%2Bviejo.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="http://2.bp.blogspot.com/-A-1V6GYizWc/VZfXs5GPn0I/AAAAAAAAtHE/YWVkw5Um0A4/s640/GGM%2BCAS%2Bejemplar%2Bviejo.jpg" width="424" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;"><i>Cien años de soledad </i>de Gabriel García Márquez./palabraseca.com</span></td></tr>
</tbody></table>
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Venía armando una lista preliminar y se me ocurrió, para terminarla,
preguntarle a la gente por Facebook y Twitter “cuál es su libro
colombiano favorito”. Respondieron cientos –<i>gracias-</i>, coincidí
con varios, con uno que otro no tanto y, como era lógico, vine a
recordar y a descubrir una buena cantidad de títulos. Entonces pensé que
al final la lista le será útil a mi jefe, a mí, a los que participaron y
a cualquier desprevenido que pase por este post. Yo seguramente
la consultaré la próxima vez que entre a una librería:</span></div>
</blockquote>
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Cien años de Soledad</i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Gabriel García Márquez</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Sin Remedio </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Antonio Caballero</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>El Amor en los tiempos del cólera</i></span> <span style="font-size: medium;"><b>Gabriel García Márquez</b></span></div>
</blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Delirio </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Laura Restrepo</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>El olvido que seremos</i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Héctor Abad Faciolince</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>La Luz difícil</i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Tomás González</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Los Ejércitos</i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Evelio Rosero</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>El desbarrancadero </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Fernando Vallejo</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero</i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Álvaro Mutis</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>La Casa Grande</i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Álvaro Cepeda Samudio</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>El ruido de las cosas al caer </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Juan Gabriel Vásquez</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Los días azules </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Fernando Vallejo</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>La Carroza de Bolívar </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Evelio Rosero</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>La ceiba de la memoria </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Roberto Burgos</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>El Karina </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Germán Castro Caycedo</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>El país de la canela </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>William Ospina</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i><i>El Flecha <a href="https://www.youtube.com/watch?v=YrHxpWuhYwU" target="_blank"><img alt="icon-play" class="alignnone wp-image-1069" height="14" src="https://palabraseca.files.wordpress.com/2015/07/icon-play.png?w=11&h=14" width="11" /></a></i><br />
<b>David Sánchez Juliao</b></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Satanás </span>
<span style="font-size: medium;"><b>Mario Mendoza</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Cóndores no entierran todos los días</i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Gustavo Álvarez Gardeazábal</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>La tejedora de coronas </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Germán Espinosa</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>La Vorágine </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b><b>José Eustasio Rivera</b></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>La María</i><b> Jorge Isaacs</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Que viva la música!</i><b> Andrés Caicedo</b></span>
<span style="font-size: medium;"><i><br />
Flor del fango</i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Jose María Vargas Vila</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>El Alcaraván </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>German Castro Caycedo</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Después empezará la madrugada </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Fernando Soto Aparicio<br />
</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Memoria por correspondencia </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Emma Reyes</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Guerras recicladas </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Maria Teresa Ronderos</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Donde no te conozcan </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Enrique Serrano</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Angelitos empantanados </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Andrés Caicedo</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Lo que no tiene nombre </i></span><b>
<span style="font-size: medium;">Piedad Bonett</span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Los parientes de Ester</i><b> Luis Fayad<i><br />
</i></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Un beso de Dick </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Fernando Molano Vargas</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Desterrados: Crónicas del desarraigo </i><b>Alfredo Molano</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Ancha es Castilla</i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Eduardo Caballero Calderón</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Hijos del tiempo</i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Raúl Gómez Jattin</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Amanecer en el Valle del Sinú</i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Raúl Gómez Jattin</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Ahí les dejo esos fierros</i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Alfredo Molano</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>La balada del pajarillo </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Germán Espinosa</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Tres ataúdes blancos </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Antonio Ungar</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Espuma y nada más</i></span>
<span style="font-size: medium;"><b><b>Hernando Téllez</b></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Chambacú, corral de negros</i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Manuel Zapata Olivella</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>El cadáver insepulto </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Arturo Alape</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Cartas cruzadas</i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Darío Jaramillo</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Conquista y descubrimiento del Nuevo Reino de Granada</i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Juan Rodríguez Freyle</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Los impostores</i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Santiago Gamboa</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>El Rey Honka Monka </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Tomás González</b></span> </div>
</blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Antología Nocturna</i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Julio Paredes</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>La otra raya del tigre </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Pedro Gómez Valderrama</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Zoro </i></span>
<span style="font-size: medium;"><b>Jairo Aníbal Niño</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Abraham al humor</i><b> David Sánchez Juliao</b></span></div>
</blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-size: medium;"><i>(Ordenada por número de recomendaciones)</i></span> </blockquote>
</div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-2237992748431105292015-07-03T05:43:00.003-07:002015-07-03T05:43:56.640-07:00Una exposición acercará el mundo literario de Baltasar Porcel al gran público<div class="post-body entry-content" id="post-body-5429876418733462147" itemprop="description articleBody">
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<h3>
<span style="font-size: medium;"><span style="font-size: large;">Se inaugurará en noviembre en el Palau Robert y dará reconocimiento y visibilidad a su obra </span></span></h3>
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-WMhYia2F9a0/VZZzPf9etBI/AAAAAAAAtEk/zDpRXd9lhx4/s1600/Baltazar%2BPorcel.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="424" src="http://1.bp.blogspot.com/-WMhYia2F9a0/VZZzPf9etBI/AAAAAAAAtEk/zDpRXd9lhx4/s640/Baltazar%2BPorcel.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Baltazar Porcel, autor mallorquino a quien se le hace un homenaje en una exposición en Barcelona./lavanguardia.com</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Justo el día en que se cumplen los seis años de la muerte del escritor <strong>Baltasar Porcel</strong>, se ha presentado la <strong>exposición</strong>
retrospectiva que se inaugurará en noviembre sobre su mundo literario y
se ha dado a conocer que sus fondos, cedidos al Arxiu Nacional de
Catalunya, ya se pueden consultar.</span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">El conseller de Cultura,
Ferran Mascarell, acompañado por la viuda del autor mallorquín,
Maria-Àngels Roque, y otras personalidades ha remarcado que Porcel, al
que considera como una de las figuras "más relevantes" de la literatura
catalana, dejó una "obra inmensa, extraordinaria".</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">El crítico literario Julià Guillamon, comisario de <em>Baltasar Porcel. Mallorca, Barcelona, el mundo</em>,
ha comentado que la exposición que está preparando se exhibirá en el
Palau Robert entre noviembre de 2015 y febrero de 2016 y después viajará
al CaixaForum de Palma de Mallorca, entre junio de 2016 y enero de
2017.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">La intención es introducir al gran público en el mundo del
escritor, reconstruyendo todos los aspectos de su personalidad, así como
dar reconocimiento y visibilidad a su obra, con títulos como <em>Solnegre, Cavalls</em> <em>cap a la fosca</em>, <em>Les primaveres i les tardors</em> y <em>L'emperador </em>o<em> l'ull del vent.</em><br />Ha indicado que se estructurará en tres partes:<em> El mito de Andratx</em> (su población natal),<em> El mundo</em> y la <em>Barcelona posmoderna</em>.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Al
inicio del recorrido expositivo, el visitante se encontrará con sus
orígenes familiares y su interpretación en clave literaria a través del
mito de Andratx, del que no son ajenos ni la piratería, ni el
contrabando ni la emigración a Cuba de conciudadanos suyos. A través de
objetos, fotografías o clips audiovisuales, Guillamon quiere destacar
cómo estos elementos, "a través de su pluma, toman un carácter de mito
literario".</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">En la segunda parte, presentará al Porcel joven que
viaja a París, que hace de reportero en la China o que acude a cubrir la
"Guerra de los Seis Días", junto con el fotógrafo Toni Catany, sin
olvidar al que entrevistó a relevantes personalidades para las revistas <em>Destino</em> o <em>Serra d'Or</em>.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">En
la tercera parte de esta exposición, organizada por la Institució de
les Lletres Catalanes y la Obra Social "la Caixa", Guillamon ha optado
por centrarse en la <em>Barcelona posmoderna"</em>, una vez ha concluido que la novela <em>El divorci de Berta Barca</em>,
escrita antes de los Juegos Olímpicos de 1992, supuso un vuelco en su
carrera literaria, puesto que le llevó a centrarse en la actualidad de
la política, la cultura o los negocios.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Entiende el comisario que
sus obras después de este título son "transversales" y pueden verse
como un lienzo de la Catalunya del momento, en la que aparecen desde el
entonces presidente de la Generalitat -Jordi Pujol- a empresarios o
gente modesta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">La idea es acabar la muestra, en la que no se obvian sus columnas de los últimos años en <em>La Vanguardia</em>,
con "un pequeño detalle" sobre Mallorca y el turismo. Guillamon ha
reconocido que no cuenta con muchos objetos originales del fallecido
novelista, pero ha prometido varias sorpresas relacionadas con una
película que ha encontrado de los años veinte sobre contrabando o con
algunos cuadros de Carlos Mensa y la novela<em> Cavalls cap a la fosca.</em></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Su
viuda, Maria-Àngels Roque, ha agradecido el trabajo llevado a cabo por
diferentes instituciones para este homenaje, ha recordado que,
coincidiendo con la exposición, el Institut Europeu de la Mediterrània
organizará cuatro conferencias con Tahar Ben Jelloun, Enric Juliana,
Tomàs Alcoverro y Carme Riera, y ha ofrecido al Archivo Nacional nuevo
material relacionado con su marido.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Precisamente, el director de
esta institución, Francesc Balada, ha informado de que su fondo, que ya
se ha catalogado y se puede consultar, está formado por 16,5 metros
lineales de documentación, con un total de 646 unidades, y 49 libros.</span></div>
</blockquote>
</div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-35927183770486243572015-07-02T09:07:00.001-07:002015-07-02T09:07:36.834-07:00Ficción envilecida <blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">La fuerza inusitada de Rita Indiana, una santera y su mucama</span>
</div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: 0px; margin-right: 0px; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-AtjvTnn7TLE/VZU__kHFUPI/AAAAAAAAtDc/q9N22kH6xR8/s1600/portada%2BLA-MUCAMA-DE-OMICUNLe.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="http://3.bp.blogspot.com/-AtjvTnn7TLE/VZU__kHFUPI/AAAAAAAAtDc/q9N22kH6xR8/s640/portada%2BLA-MUCAMA-DE-OMICUNLe.jpg" width="410" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><i>La mucama de Omincunlé</i> de Rita Indiana./Periférica</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: 0px; margin-right: 0px; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-Gw6AzTjXw2o/VZVAHUQTOdI/AAAAAAAAtDk/gnHtiLou5w8/s1600/Rita%2BIndiana.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-Gw6AzTjXw2o/VZVAHUQTOdI/AAAAAAAAtDk/gnHtiLou5w8/s640/Rita%2BIndiana.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Rita Indiana, autora dominicana de <i>La mucama de Omincunlé.</i>/elperiodico.com</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Nacida en Santo Domingo en 1977, Rita Indiana se ha convertido en una
figura importante de la literatura caribeña. Su obra es una suerte de <i>totum revolutum</i>
en el que caben la música, la letra y la voz. En sus ficciones las
letras cantan y la voz musicaliza una obra que guarda una estrecha
relación con la tradición: «Tengo una fascinación especial por la música
y la literatura del sur de Estados Unidos. El blues, el jazz, las
canciones de trabajo. Richard Wright, Faulkner, Mark Twain, Carson
McCullers. Este arte es producto, como el mío, de la cultura de
plantación, de la trata negrera, y me resulta fácil identificarme».</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Indiana
ha dicho que sus historias «ocurren en una accidentada ruta entre islas
diabólicas y ruidosas, ciudades saturadas de tecnología y demagogia. Lo
fantástico en ellas no es bucólico, ni mágico, lo fantástico es una
herramienta para definir el alcance del poder político y la corrupción».
Pues aquí más de lo mismo, gracias a Dios. Porque si cabe un argumento
en esta novela es el de una santera que asesora al presidente de la
República Dominicana: Esther Escudero, a quien también llaman Omicunlé
que significa <i>el manto que cubre el mar</i>. Pero la verdadera
protagonista de este libro es Alcide Figueroa, su joven mucama, a quien
Esther ha sacado de la prostitución con la ayuda de Eric Vitier.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Lo
decisivo aquí es una suerte de ficción envilecida en la que caben
tradiciones religiosas, ritmos musicales endiablados, los caprichos de
Goya, los bucaneros del siglo XVII, los relatos orales de los esclavos
africanos, las luchas intestinas de la política actual a la que tantos
esfuerzos dedica Indiana en sus artículos periodísticos, la
proliferación de lecturas políticas sobre el desastroso y calamitoso
mundo del poder cuya mano mece la cuna de la corrupción. Todo ello,
claro, aderezado con un lenguaje ciertamente subversivo, políticamente
incorrecto y en muchas ocasiones violento, sexualmente violento.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Entienda
como quiera el lector esta novela grotesca y efervescente. Si quiere
puede leerla como una crítica desaforada contra los molinos de viento
del capitalismo tercermundista bajo el manto genérico de la ciencia
ficción. Pero sepa que la fuerza inusitada de esta escritora,
provocadora y libérrima, le dejará intranquilo, apaciguadamente
intranquilo: leer a Indiana es lo más parecido a ese grabado de Goya que
llevaba por título <i>El sueño de la razón produce monstruos</i>.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">LA MUCAMA DE OMICUNLÉ. Rita Indiana.Periférica.184 págs. </span></div>
</blockquote>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-51980304701326165562015-07-01T07:00:00.001-07:002015-07-01T07:00:32.890-07:00Frío misterio: el boom de la literatura nórdica<div style="text-align: justify;">
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-size: large;">Del
policial al humor y el relato biográfico. La novela escandinava triunfa
con Stieg Larsson, Karl Ove Knausgård y Jonas Jonasson</span>
</blockquote>
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-xYf_Oci6TV0/VZPj-Qfe7dI/AAAAAAAAtCQ/Gy91Betl1UQ/s1600/Stieg%2BLarson%2Bboom%2Bn%25C3%25B3rdica.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-xYf_Oci6TV0/VZPj-Qfe7dI/AAAAAAAAtCQ/Gy91Betl1UQ/s640/Stieg%2BLarson%2Bboom%2Bn%25C3%25B3rdica.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Stieg Larson, autor sueco, de la trilogía de <i>Millenumm.</i>/latercera.com</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Una inmensa sensación de felicidad. Las imágenes que guarda su
memoria: levantar la mano para protegerse del sol o correr por un prado.
No hay más recuerdos o quizá quedan muy pocos destellos. “Esos son mis
primeros seis años”, escribe el autor noruego <a href="http://delcastilloencantado.blogspot.com/2014/05/knausgardmania.html#axzz3edpFAVpm" target="_blank">Karl Ove Knausgård (1968)</a>
sobre sus primeros años en la isla de Tromøya. </span></div>
<span style="font-size: medium;">
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">“La memoria es pragmática, es insidiosa y astuta, pero no de un modo
hostil o malicioso; al contrario, hace todo lo posible para satisfacer a
su amo”, anota en La isla de la infancia, el tercer volumen de los seis
que forman la serie Mi lucha, que ahora llega al país editado por
Anagrama. </span></div>
<span style="font-size: medium;">
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">El sincero y descarnado registro autobiográfico de Knausgård se ha
convertido en un fenómeno mundial. “Desnudo frontal de cuerpo entero. Y
encima lo hace con talento. Eso es ser un artista”, señaló el autor
británico Hanif Kureishi del proyecto narrativo del autor noruego. </span></div>
<span style="font-size: medium;">
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Knausgård es la estrella del renovado interés que despierta la
literatura nórdica. Si a inicios del siglo XX la narrativa de esos
confines vivía momentos de esplendor con autores como Selma Lagerlöf,
Knut Hamsun e Isak Dinesen, y luego Jorge Luis Borges declararía su
admiración universal por las sagas escandinavas, en la primera década
del siglo XXI los escritores del norte de Europa reconquistan el mundo.</span></div>
<span style="font-size: medium;">
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Uno de los pioneros de este auge es Henning Mankell con su serie
sobre el inspector Wallander, que llevó más allá de sus fronteras casos
de crímenes y violencia en Suecia. Pero fue Stieg Larsson quien
conquistaría definitivamente a los lectores: su trilogía Millenium suma
ventas por más de 8o millones de copias y fue la que abrió las puertas
para otros autores. </span></div>
<span style="font-size: medium;">
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Detrás de ellos llegaron más policiales, pero también historias de
terror existencialista como Déjame entrar de John Ajvide Lindqvist
(1968), o incluso comedias: El abuelo que saltó por la ventana y se
largó, de Jonas Jonasson (1961), fue un bestseller en clave de humor. </span></div>
<span style="font-size: medium;">
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Justamente son los países nórdicos, integrados por Dinamarca,
Finlandia, Noruega y Suecia, los invitados de honor de la próxima Feria
Internacional del Libro de Santiago, que se efectuará entre el 22 de
octubre y el 8 de noviembre. </span></div>
<span style="font-size: medium;">
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">No vendrá Knausgård, que ha comprometido su asistencia al ciclo La
Ciudad y las Palabras de la UC el próximo año. Pero sí estará Kirsti
Baggerhun, su traductora al español, quien dialogará con el escritor
Kjartan Fløgstad, el que aparece varias veces citado en la saga Mi
lucha. Otro escritor que vendrá a la Estación Mapocho es el sueco Johan
Theorin (1963), quien vivió parte de su infancia en la isla de Öland, en
el mar Báltico. Su serie policial El cuarteto de Öland, ambientada en
distintas estaciones del año, cierra con la novela El último verano en
la isla. Un balneario familiar es el de Öland, pero los tiempos han
cambiado. Una serie de acontecimientos relacionados con los primeros
clanes que habitaron la isla hacen que varios huyan de ella. “La novela
sueca del año, misteriosa y atmosférica. Theorin arrastra al lector a
Öland, territorio mítico”, anotó el diario británico The Times.</span></div>
<span style="font-size: medium;">
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Entre las figuras actuales destaca también Camilla Läckberg (1974),
quien construyó un mundo narrativo en su serie Fjällbacka, citando el
pueblo de pescadores de la costa oeste de Suecia, donde ambienta sus
libros asociados al género policial y protagonizados por el matrimonio
de la escritora Erica Falck y el policía Patrik Hedström. </span></div>
<span style="font-size: medium;">
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Läckberg acostumbra desarrollar en sus tramas secretos familiares, la
vida en provincia y crímenes propiciados por la oscuridad del
territorio. Son 10 libros que han vendido más de 12 millones de copias.
Recién se tradujo al español, El domador de leones, donde la pareja
deberá resolver el misterio de una joven que aparece muerta en la
carretera con marcas en su cuerpo. Hace cuatro meses había salido de su
hogar. </span></div>
<span style="font-size: medium;">
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Un acontecimiento editorial ocurrirá en agosto cuando llegue a
librerías Lo que no te mata te hace más fuerte. Escrita por el
periodista sueco David Lagercrantz quien, ha pedido de los herederos de
Stieg Larsson, se basó en sus borradores para una cuarta entrega de su
serie Millennium. </span></div>
<span style="font-size: medium;">
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Esta vez, sus protagonistas, Mikael Blomkvist y Lisbeth Salander, se
introducen en el mundo de los hackers y el tráfico ilegal de información
confidencial. Salander esta vez duda y teme, porque participa en un
ataque informático que le traerá consecuencias. Mientras, Blomkvist,
periodista histórico de la revista Millennium, padece los cambios
editoriales de los nuevos dueños de la publicación.</span></div>
<span style="font-size: medium;">
</span><h3 style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><strong>Derrumbe y muerte </strong></span></h3>
<span style="font-size: medium;">
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Suecia no es un paraíso. El mensaje ya quedaba claro en los libros
de la pareja sueca Maj Sjöwall (1935) y Per Wahlöö (1926-1975). Ellos
fueron los precursores del policial nórdico con la serie sobre el
inspector Martin Beck escrita entre 1965 y 1975. En títulos como El
policía que ríe, El hombre que se esfumó y La habitación cerrada, la
prosperidad de una sociedad ideal se derrumba con temas como la
pedofilia y la corrupción. RBA ha rescatado sus obras.</span></div>
<span style="font-size: medium;">
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Vendría luego Henning Mankell. El narrador nacido en Estocolmo, en
1948, puso a Kurt Wallander como protagonistas en 11 de sus novelas. El
inspector pasado de kilos y fanático de la ópera se retiró en Huesos en
el jardín (2013). A inicios de 2014 Mankell sorprendió a sus
seguidores con la noticia: padece cáncer. Y aborda el tema en Arenas
movedizas, que saldrá en septiembre por el sello Tusquets. “¿Cómo nos
enfrentamos a la muerte?, ¿Qué mundo dejaremos como herencia?”, se
pregunta en su diario, que de seguro estará en la Feria del Libro de
Santiago.</span></div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-20284299563470364332015-06-29T07:30:00.001-07:002015-06-29T07:30:44.353-07:00Mal fútbol, buenísima literatura<blockquote class="tr_bq">
<h3 style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
Se abre el telón y aparece un chico que tiene que hacer una crónica de
un partido del Nottingham Forest en 1969. Se acuerda de un amigo que se
murió y... El autor, B.S. Johnson valía su peso en oro, pero sólo ahora
nos damos cuenta</span>
</h3>
</blockquote>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-5jLyu684izo/VZFMAPxK5BI/AAAAAAAAtAY/auAeFS2zgTI/s1600/B.%2BS.%2BJohnson%2Bf%25C3%25BAtbol%2Bliteratura.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="418" src="http://3.bp.blogspot.com/-5jLyu684izo/VZFMAPxK5BI/AAAAAAAAtAY/auAeFS2zgTI/s640/B.%2BS.%2BJohnson%2Bf%25C3%25BAtbol%2Bliteratura.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">B. S. Johnson, un escritor olvidado, autor de <i>Los desafortunados</i>./elmundo.es</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><br /></span></div>
<div class="tamano" id="tamano" itemprop="articleBody">
<blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">B.S. Johnson sería un peligro para la industria editorial de
nuestro tiempo. Sus opiniones eran certeras, su estilo un riesgo
inasumible para la desesperada comercialidad actual. Con mucha razón
consideraba muerta la novela de corte dickensiano y creía en una
literatura donde Joyce, Beckett y Sterne marcaran el paso del futuro. Se
suicidó a los 40 años, harto de no ser reconocido y de frustrarse por
el continuo desdén de un 'mainstream' inmutable, destinado a perderse
entre naderías cuando <strong>un ínfimo sector narrativo vislumbraba una nueva era </strong>imbuida
de innovación y ruptura en consonancia con la transformación de la
sociedad británica durante la década de los 60 y los primeros 70, atisbo
de otra condición menos luminosa. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">'Los desafortunados' apareció en febrero de 1969 y, si
fuéramos clásicos en nuestras apreciaciones, deberíamos juzgarlo como un
precursor de la literatura del duelo, pero con Johnson es imposible
acotar tanto el terreno. La idea de esta novela heterodoxa y con la
verdad por bandera nació de un viaje a Nottingham, donde acudió el autor
para cubrir un anodino partido de fútbol que le permitió recordar con
nítida bruma muchos de los recuerdos vividos en la ciudad junto a su
amigo Tony, muerto de cáncer pocos años antes. Mientras el juego
avanzaba se amontaba la memoria, deshilachada como el volumen editado
por Rayo Verde, y ello no obedece a ningún capricho, sólo a lo aleatorio
de la mente, azarosa en el batiburrillo de pensamientos generados por
el espacio y las efemérides recobradas, esparcidas en el cerebro sin una
estructura concreta, <strong>sólidas en el texto, líquidas en el vaivén neuronal</strong>. </span></div>
<div class="tt-wrapper inread " id="tt-wrapperb3abfe9" style="backface-visibility: hidden; height: 0px; left: -999em; margin: 0px 0px 23px; max-width: 100%; min-width: 230px; overflow: hidden; position: absolute; text-align: justify; transform: translateZ(0px); transition: all 0.4s cubic-bezier(0.65, 0.52, 0.73, 0.43) 0s;">
<div class="tt-mention inread " id="tt-mentionb3abfe9">
<span style="font-size: medium;">PUBLICIDAD</span></div>
<div class="tt-container inread " id="tt-containerb3abfe9">
</div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Mediante este recurso desafió la lógica de la sucesión
numérica sin imitar las hojas sueltas de 'Composición nº1' de Marc
Saporta. La única condición para leer como se debe 'Los desafortunados'
es respetar el inicio y la conclusión, los 25 pliegues restantes pueden
mezclarse como si fueran cartas de una baraja vital donde las piezas
terminan por encajar porque forman parte de un todo coherente. La única
fisura, motivo de extrañeza para quien se aferre a la normalidad, es su
forma, perfecta para dar a la literatura mimbres conceptuales desde lo
objetual. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Decía Johnson, <strong>uno de esos escritores dogmáticos consigo mismos </strong>y
polifacéticos por afán de superar los límites del lenguaje, que contar
historias es contar mentiras. Por eso no debe extrañarnos el punto de
vista clave para entender 'Los desafortunados'. Tony era experto en
Boswell, el biográfo del gran <a href="http://www.elcultural.com/noticias/letras/Gonzalo-Torne-Johnson-fue-el-primero-que-oriento-la-critica-hacia-una-funcion-social/7723">Samuel Johnson. </a>Con
su operación narrativa el Johnson del siglo XXI, perdonen el enredo, se
convierte en el Boswell de su amigo a través de una suma de anécdotas
donde su persona nunca desaparece. Ello conduce el texto hacia una
pluralidad de enfoques que asumen la prosa como un juego capaz de
englobar tanto el artículo deportivo sin la corrección requerida para un
periódico hasta conversaciones íntimas entre los dos amigos, cordiales
aunque enfrentados por su visión literaria; <strong>Tony aferrado a la crítica académica, Bryan Stanley entregado a la demonización de la misma</strong>
por considerarla retórica, pedante, vacua y poco proclive a entender su
función de mejorar lo reseñado con juicios cabales y elementos válidos
para entablar un diálogo que rebase el habitual anquilosamiento del
género. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">En ese momento captamos cómo el autor tomaba todas y cada
una de sus obras como una declaración de intenciones artísticas aliñada
con un estilo bien reconocible. En el caso que nos concierne las frases
largas son puro flujo de conciencia en los pliegues más largos, <strong>mientras en otros más cortos hallamos la concisión de ideas </strong>formuladas
en nuestro cerebro como si fueran suspiros cazados al vuelo, pequeñas
perlas fundamentales para aprehender bien los ensamblajes de un
rompecabezas con aires de réquiem. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">La muerte evocada no busca <strong>caer en cursilerías estereotipadas </strong>ni
lamentos de mercadillo. Si se aborda la agonía de un joven talentoso
desaparecido demasiado prematuramente es para loar el estado anterior de
amistad y esperanzas en un período de formación donde es normal crecer
rodeado de compañeros por mucho que disintamos en la esencia.<strong> Los veranos amorosos, las discusiones intelectuales de provincia</strong>
y las escenas compartidas se describen desde la plenitud de una energía
que va disolviéndose poco a poco cuando acecha la enfermedad e irrumpe
una descarnada disolución reflejada en el rostro de la víctima, fin de
una era, prueba fehaciente de la desnudez del mal con su habilidad para
enterrar las máscaras, palabra nada adecuada para Johnson, quien <strong>durante la narración del dolor nunca deja de hacernos partícipes de sus sempiternas obsesiones</strong>.
Ante la noticia del grave estado de su colega lanzará un grito egoísta
porque la convalecencia le impedirá asistir a la presentación de su
ópera prima, donde había colaborado en calidad de asesor y consejero
especial. Lo dice a las claras, sin tapujos y con la voz sincera de un
hombre normal que se preocupa por los demás sin olvidarse nunca a sí
mismo. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Tras su muerte B.S Johnson cayó en un olvido del que le han
rescatado otros escritores como Jonathan Coe, autor del prólogo que
acompaña esta caja de truenos, segunda recuperación en España del chico
de Hammersmith tras 'La contabilidad privada de Christie Malry',
publicada por la tristemente desaparecida Libros del Silencio de Gonzalo
Canedo. Esperemos que 'Los desafortunados' no sea un 'miraje' en
nuestro mapa de rescates y suponga un acicate para transgredir esas
barreras clásicas que atiborran nuestras librerías de novedades con
demasiado olor añejo.</span></div>
</blockquote>
</div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-35963907450238613062015-06-27T07:16:00.000-07:002015-06-27T07:16:12.802-07:00¿Por qué nadie hunde novelas en Colombia? <blockquote class="tr_bq">
<h3 style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><span style="font-size: large;">Llegó
la hora de volver a decir lo que ya se sabe hasta la saciedad: estamos
en el peor momento de la crítica literaria de todos los tiempos. Ya
nadie sabe qué de nuestra ficción es bueno y cada novela resulta "ultra
original, bella y llena de figuritas hermosas"</span></span>
</h3>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: 0px; margin-right: 0px; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-xSEbLgOSBp8/VY6tjXR5VvI/AAAAAAAAs-g/5z7Lc_scpKg/s1600/libreria%2Bautop.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="360" src="http://4.bp.blogspot.com/-xSEbLgOSBp8/VY6tjXR5VvI/AAAAAAAAs-g/5z7Lc_scpKg/s640/libreria%2Bautop.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Busquen un crítico en Colombia con el
suficiente valor para hundir acertadamente más de una novela al año./revistaarcadia.com</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><br /></span></div>
<div class="medium-size-text" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">
Llegó la hora de volver a decir lo que ya se
sabe hasta la saciedad: estamos en el peor momento de la crítica
literaria de todos los tiempos. Ya nadie sabe qué de nuestra ficción es
bueno y cada novela resulta “ultra original, bella y llena de figuritas
hermosas”. Para desarrollar esta poco original idea, lanzo estas
pequeñas máximas a mis fieles lectores:
</span></div>
<div class="medium-size-text" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="medium-size-text" style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">
No hay críticos a carta cabal. Busquen un crítico en Colombia con el
suficiente valor para hundir acertadamente más de una novela al año. No
hay. Hay muy buenas plumas para potenciar textos, revelar escritos o
hacer llamados de atención sobre novelas desconocidas con muy buenas
traducciones, pero desaparecieron de nuestro entorno los críticos
punzantes y los pocos que escriben se han acobardado hasta niveles muy
parecidos al del dinosaurio Rex de<em> Toy Story. </em></span></div>
<div class="medium-size-text" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="medium-size-text" style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><strong>El mercado es frágil y nos hacemos pasito</strong>. Bien es
sabido que en nuestras delicadas economías editoriales, de menos de
3.000 ejemplares, se preservan atenuando la crítica. Un escrito que
desentraña escrituras mediocres y acomodadas puede poner en riesgo
muchas cosas; ¡incluso algunos empleos!
</span></div>
<div class="medium-size-text" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="medium-size-text" style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><strong>Subsisten los vetos a críticos literarios.</strong> Hoy ya no
funcionan como conspiraciones maléficas terminales, sino más bien como
un instrumental de actos menores, menos visibles y desplegados a los más
críticos. Por eso es mejor hablar bien de un libro soberbio y perdonar
un verdadero hueso. Los riesgos de ser un sanguinario, son evidentes.
</span></div>
<div class="medium-size-text" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="medium-size-text" style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><strong>Los críticos son amigos de los escritores (del mismo modo y en sentido contrario).</strong>
Los cocteles de lanzamiento ilustran esta fusión perfecta entre prensa,
editores y escritores. Los veo abrazándose, entre vinos, dándose
palmaditas en el hombro, preparando sus habituales y aburridísimas
declaraciones escritas y personales de amor filial, para después, en el
corredor, suspirar entre cortado: no era tan buena.
</span></div>
<div class="medium-size-text" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="medium-size-text" style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><strong>No hay donde escribir cosas duras.</strong> Las columnas de
crítica literaria que hunden libros desaparecieron de los grandes
diarios y, en menor medida, de las revistas. Es como si fuera
políticamente incorrecto hablar mal de una novelística complaciente.
Educar gustos literarios parece ser propio del siglo XX. ¡Y que el
lector y el librero se las arreglen en las librerías!
</span></div>
<div class="medium-size-text" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="medium-size-text" style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><strong>Internet no es un campo de batalla.</strong> Consuelo extraño,
las redes sociales nos han dado algunos rounds entre críticos,
intelectuales y escritores. Pero observo que se ocupan mucho más de sus
posturas políticas y personales que de sus obras. De ahí que sigamos sin
ejercicios juiciosos de exploración literaria. Algunos blogs,
curiosamente más en provincia, aprovechan este desierto de grandes
críticos para aventurar reseñas un poco más fuertes que las de la
capital. Falta rastrear periódicos regionales, aunque soy pesimista.
</span></div>
<div class="medium-size-text" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="medium-size-text" style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><strong>Los premios nacionales confunden. </strong>A veces bien dados, a
veces muy sospechosos, ya no son la medida de las cosas. Pero esto da
para otra columna, bien sanguinolenta.
</span></div>
<div class="medium-size-text" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="medium-size-text" style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><strong>El <em>Boletín Cultural y Bibliográfico</em>, una isla en un mar de lodo</strong>.
Pese a su condición de tardío y clandestino, esta publicación del
Estado es nuestra última salvación. Deberían condecorarla con la Cruz de
Boyacá, en el grado de gran comendador.
</span></div>
<div class="medium-size-text" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="medium-size-text" style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><strong>Tú eres tu propio crítico. </strong>La verdad es que yo compro
las novelas que mis amigos me recomiendan, cuando no me las regalan
ellos mismos. Lo decía Rafael Reig: la gente compra libros sobre todo
para regalar y lee sobre todo lo que le han regalado. Finalmente, lo sé,
todos nosotros construimos nuestra propia crítica. Pero es mi deber
alentar a los lectores a compartirlas; pues de lo contrario seguiremos
en este campo de rosas de puro hule.
</span></div>
</blockquote>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-50066113982643951132015-06-26T06:54:00.001-07:002015-06-26T06:54:32.387-07:00Óscar Collazos y "La generación del bloqueo y del estado de sitio"<div class="post-body entry-content" id="post-body-2415866879783980601" itemprop="description articleBody">
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;">En
memoria del recién fallecido escritor Óscar Collazos, su colega Isaías
Peña recuerda en su blog una de las primeras obras de él que destacó en
El Espectador</span></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-HHl4_k37S-A/VY1Qnm26fOI/AAAAAAAAs6s/71m8AjTpd2M/s1600/%25C3%2593scar%2BCollazos%2BSe%25C3%25B1or%2Bsombra.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="426" src="http://2.bp.blogspot.com/-HHl4_k37S-A/VY1Qnm26fOI/AAAAAAAAs6s/71m8AjTpd2M/s640/%25C3%2593scar%2BCollazos%2BSe%25C3%25B1or%2Bsombra.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Óscar Collazos con una de sus últimas novelas en la mano<i>: Señor Sombra. /</i>elespectador.com, isaiaspenag.blogspot.com</span></td></tr>
</tbody></table>
<h3 class="post-title entry-title" itemprop="name" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: medium;"><a href="http://www.isaiaspenag.blogspot.com/2015/06/oscar-collazos-1942-2015.html">Óscar Collazos (1942-2015)</a></span></span>
</h3>
<div class="post-header" style="text-align: justify;">
</div>
</blockquote>
<div class="Section1">
<blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: medium;"><b><span style="line-height: 115%;">1.</span></b></span></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 0px; margin-right: 0px; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: medium;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-GW3u9skuGHM/VYwtH5r7dfI/AAAAAAAADz0/1iX4z9C7Mss/s1600/El%2Bverano%2Btambi%25C3%25A9n%2Bmoja.jpg" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="http://3.bp.blogspot.com/-GW3u9skuGHM/VYwtH5r7dfI/AAAAAAAADz0/1iX4z9C7Mss/s200/El%2Bverano%2Btambi%25C3%25A9n%2Bmoja.jpg" width="145" /></a></span></span></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: medium;">Primer libro de cuentos<br /> de Óscar Collazos</span></span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: medium;"><span style="line-height: 115%;">Hacia 1970, comencé una investigación –sin
patrocinio alguno- sobre literatura colombiana. Tomé una muestra de 23
narradores nacidos en la década del 40 (o muy cerca de ella), levanté la
bibliografía de cada uno de ellos (activa y pasiva) y les formulé una
entrevista piloto en la búsqueda de la relación causal entre el pensamiento del
escritor y su producción literaria. Los resultados se publicaron en el libro –mi
primer libro individual- <i>La generación
del bloqueo y del estado de sitio</i> (Bogotá, Ediciones Punto Rojo, 1973, pp.
253). De los nueve escritores desaparecidos de aquella lista, Óscar Collazos ha
sido el último. Le antecedieron: Eutiquio Leal, Helena Araújo, José Stevenson,
Humberto Tafur, Alberto Duque López, Germán Espinosa, Arturo Alape y Jairo
Mercado. Y recuerdo estos datos porque uno de los escritores jóvenes, para
entonces, con mayor número de publicaciones, fue Collazos, “el negro” Collazos,
como se le decía en familia. A partir de esos años, lo vimos crecer muy rápido.
Sus dos primeros libros (de cuentos) habían sorprendido a todo el mundo. Hoy,
siguen sorprendiendo: <i>El verano también
moja las espaldas </i>(publicado en 1966 por Ediciones Papel Sobrante, de
Medellín, una empresa quijotesca de Manuel Mejía Vallejo, Oscar Hernández y
Darío Ruiz Gómez, entre otros, y <i>Son de
máquina</i>, publicado por Ediciones Testimonio en 1968, otra quijotada de
David Consuegra (1939-2004), el gran diseñador y artista colombiano, fundador
de la revista literaria <i>Nova</i>, donde
apareceríamos publicados cuentistas jóvenes, premiados en el concurso
organizado por David y el poeta Eduardo Galindo).</span></span></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: medium;"><span style="line-height: 115%;">Sin embargo, la historia y la reseña
analítica de la obra de Collazos, como la de aquellos que conformaron esa rica
generación de la década del 70, que también llamé la “narrativa del Frente
Nacional”, sigue sin escribirse. ¿Cuántos libros dejó Oscar publicados? Yo
apenas tengo una quincena. ¿Y la cantidad de ensayos y artículos que dejó
regados por América Latina y España?</span></span></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: medium;"><span style="line-height: 115%;">Transcribo a continuación una reseña que publiqué
hace 40 años, en 1975, en <i>El Espectador </i>–sin
los cambios que quisiera hacerle, para que fuera más clara; las columnas
obligan a la elipsis-, sobre su primera novela, de la época cuando apareció, en
la misma colección de la Editorial Planeta, la novela <i>El cadáver</i>, de Benhur Sánchez.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: medium;"><b>2.</b></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<h3>
<span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: medium;"><b><span style="line-height: 115%;">Collazos,
novelista<a href="https://www.blogger.com/null" name="_GoBack"></a></span></b></span></span></h3>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: medium;"><span style="line-height: 115%;">Isaías Peña
Gutiérrez</span></span></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 0px; margin-right: 0px; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: medium;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-cXmEevAxKqc/VYwt7KizV8I/AAAAAAAADz8/G1JPPxdWnZU/s1600/Cr%25C3%25B3nica%2Bde%2Btiempo%2Bmuerto.jpg" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="http://4.bp.blogspot.com/-cXmEevAxKqc/VYwt7KizV8I/AAAAAAAADz8/G1JPPxdWnZU/s200/Cr%25C3%25B3nica%2Bde%2Btiempo%2Bmuerto.jpg" width="128" /></a></span></span></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: medium;">Primera novela<br />de Óscar Collazos</span></span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: medium;"><span style="line-height: 115%;">No es que la
literatura se divida en urbana y rural según su tema, como desde Luis Alberto
Sánchez o antes se pretendía. Y si fuera así, la clasificación sería más
nonata. Es que si José Félix Fuenmayor termina su libro<b> </b><i>La muerte en la calle</i><b> </b>(también
Sudamericana de Buenos Aires tiene una edición) con un cuento que es canto
popular a Barranquilla, precisamente, cuando muere el viejo piquero Juan, de
extracción campesina, es porque, como un símbolo advertido o apenas intuido,
Fuemayor significaba con su nueva perspectiva socio-literaria (nueva expresión,
nuevo sentido) un ingreso definitivo al mundo-ciudad, en una literatura que
había sido siempre manifestación de un hispanismo añejo y conservador (rural,
en fin de cuentas). Ahora, esa nueva perspectiva o tendencia la encontramos en
la primera novela de Oscar Collazos. (1)</span></span></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: medium;"><span style="line-height: 115%;">Al
decir que con <i>Crónica de tiempo muerto</i>
hemos ingresado a una etapa nueva en nuestra literatura, queremos dar a
entender que se ha logrado el tránsito, lento y paulatino, de una literatura
que vivió largos años en el campo, merodeó otro tanto en el caserío, abordó el
pueblo –hasta donde llegaría García Márquez-, atracó en el suburbio de la Gran
Ciudad, que era la manera de prolongar esa existencia rural-semifeudal, y ahora
ha llegado al centro de una era que han llamado capitalista dependiente, donde
la Gran Ciudad es motor y fuente del desarrollo de la sociedad. (Y las
homologías resultan, desconcertantemente, ciertas). </span></span></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: medium;"><span style="line-height: 115%;">¿Cómo
ha armado Collazos -acudiendo al leitmotiv de la novela, innecesario en nuestra
opinión- su novela?</span></span></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: medium;"><span style="line-height: 115%;">Un
autor-narrador-soporte, que con gran habilidad estilística logra camuflarse en
una primera persona polisémica (por eso decimos que sobran las excusas al
lector), ha llegado a su barrio -ya es un acuerdo- y se ha instalado en la
ciudad, Bogotá. Ahora, en una semana, con los tres tiempos, compone una novela,
donde son ejes principales, duramente contradichos, Mario y Marta, quienes se
debaten entre el pasado y el futuro que acá tiene nombre propio -sus clases
sociales-, en presente caótico y desesperadamente difícil. Alrededor de ellos,
permitiendo esa lucha que se libra en toda la novela -es la derrota o la
superación-, Stella y Roberto, dos escépticos fumadores de yerba; Álvaro, el
político oportunista de izquierda, Jorge Zapata, dirigente político de
procedencia pequeño burguesa, en desplazamiento supuesto, y Piedad, la “hija
alternativa”, vencedor y vencida en una tarde de jardín con Mario. En torno al
eje principal, también, suceden cosas (del pasado) que permiten ubicar mejor
ese “tiempo muerto” de Mario (¿Oscar?): las luchas estudiantiles, las torturas
a los presos políticos, el cuestionamiento de la vida en Madrid o Paris, la
presencia del sexo como valor social. Donde sexo y luchas sociales serían las
coordenadas generales.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: medium;"><span style="line-height: 115%;">Libro polémico este
que nos entrega Collazos. Los problemas de un sector ambiguo de la sociedad que
al lado de las luchas estudiantiles del 60, cristalizó o se rompió. Una ciudad
parcelada por la riqueza y la pobreza que todavía aparece a través de un
metalenguaje, aunque sublevado. </span></span></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpLast" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: medium;"><i><span style="line-height: 115%;">Crónica de tiempo muerto</span></i><b><span style="line-height: 115%;">,</span></b><span style="line-height: 115%;"> como testimonio de
un des-clasado –Mario Fernández-, a quien le preocupa “el paso más largo” que
tendría que dar para sobrevivir a ese pasado y presente, tenso e intenso, pero
“muerto” por lo mediocre y desechable.</span></span></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 36.6pt; text-align: justify; text-indent: -18.6pt;">
<span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: medium;"><span style="line-height: 115%;">(1)</span><span style="line-height: 115%;">Oscar Collazos, <i>Crónica de tiempo muerto,</i><b> </b>Barcelona, Editorial Planeta, 1975.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpFirst" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<h3>
<span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: medium;"><b><span style="line-height: 115%;">(Publicada en <i>El Espectador</i>, Bogotá, 11 de julio de 1975, en mi columna semanal
“Libros de actualidad”).</span></b></span></span></h3>
</div>
</blockquote>
</div>
</div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-15689440003241452852015-06-25T06:51:00.003-07:002015-06-25T06:51:57.097-07:00Una máquina de narrar perfecta<div class="post-body entry-content" id="post-body-2443941464035924243" itemprop="description articleBody">
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<h3>
<span style="font-size: large;">Reedición. Publicada en 1977, la obra
maestra del mexicano Jorge Ibargüengoitia toma un caso policial y cuenta
con tono liviano y eficaz una historia atroz</span></h3>
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-8EmrSGTLCWg/VYv8UKspeLI/AAAAAAAAs5E/HNYOBhYVsVg/s1600/Jorge%2BIbarg%25C3%25BCengoitia.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="360" src="http://4.bp.blogspot.com/-8EmrSGTLCWg/VYv8UKspeLI/AAAAAAAAs5E/HNYOBhYVsVg/s640/Jorge%2BIbarg%25C3%25BCengoitia.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Jorge Ibargüengoitia. Su obra abarca novelas, cuentos, obras de teatro, artículos periodísticos y relatos infantiles./revista Ñ.</span></td></tr>
</tbody></table>
</blockquote>
<div class="mt bb-article-body">
<blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><i>Las muertas</i> es un libro emblemático de la literatura
mexicana. Publicado originalmente en 1977, en su país ya agotó 35
ediciones bajo el sello Joaquín Mortiz. En la Argentina lo publicó
Sudamericana en 1986 y, como tiende a suceder en estos casos, los libros
en algún momento pasaron a saldo y al tiempo se dejaron de conseguir,
elevándose, para los lectores argentinos atentos a este tipo de textos, a
la categoría de mito. Hace un par de años RBA lo publicó en España y
ahora llega, al fin, una nueva edición a las librerías argentinas, en la
colección Vía México de Corregidor, con prólogo de Ezequiel de Rosso y
un ensayo de Angel Rama. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">La historia de este libro es atractiva y
truculenta. Está basada en un caso real, que tuvo alta repercusión en
la prensa escrita de su época, y que se conoció como el caso de “las
Poquianchis”: un par de hermanas que regenteaban una serie de burdeles y
manejaban una éxitosa red de trata de mujeres. De a poco y por
distintos motivos, muchas de las mujeres de sus casas de prostitución
fueron muriendo y las hermanas las enterraron ilegalmente en campos.
Esta es la historia que tomó Jorge Ibargüengoitia y en el epígrafe a <i>Las muertas</i> precisa: “Algunos de los acontecimientos que aquí se narran son reales. Todos los personajes son imaginarios”. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Y digámoslo sin mayores preámbulos: <i>Las muertas</i>
es un prodigio de la narrativa, una máquina perfecta. Escrita con un
tono liviano y vagamente cómico, la prosa es el contrapunto exacto para
una historia tremenda, que cualquiera podría haber narrado de un modo
solemne y dramático, enfatizando el juicio moral sobre los hechos. Y no
es que Ibargüengoitia se ría de lo que narra, para nada. No se pone por
arriba de la trama pero tampoco se involucra como intelectual y
ciudadano: el de este libro es un narrador que solamente cuenta, sin
emitir opinión, incluso casi sin adjetivar. Como si la historia se
contara sola y se explicara a sí misma, porque finalmente no hay nada
más difícil de explicar que la violencia extrema. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">El libro, además, llega en un momento clave del debate social y por lo tanto literario de nuestro país. Libros como <i>Chicas muertas</i> de Selva Almada o <i>Racimo</i>
de Diego Zuñiga, por nombrar dos casos recientes y conocidos, han
trabajado las posibilidades del asesinato de mujeres como tema de un
libro. Lo que se está discutiendo en las calles argentinas está pasando
también en algunos libros, y por eso la llegada de <i>Las muertas</i> nos obliga a revisar esa tradición hacia atrás, a encontrarle nuevos precursores a este grupo de libros contemporáneos. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Pero
la huella de Ibargüengoitia no está sólo en este puñado de libros sobre
el femicidio. Podríamos afirmar, sin miedo al equívoco, que Roberto
Bolaño leyó muy bien este libro y que algo del tono y sobre todo la
estructura (una historia contada por sus distintos protagonistas) se
derramó y explotó en <i>Los detectives salvajes</i> , enorme novela mexicana que fagocita y se devora a otras novelas mexicanas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">César
Aira apuntó que el gran legado de Ibargüengoitia ha sido reescribir una
narrativa anterior y prestigiosa. Acá toma el género “testimonios
policiales” y le confiere un buen aire fresco.</span></div>
</blockquote>
</div>
</div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-3973287106108670292015-06-24T07:30:00.003-07:002015-06-24T07:30:51.664-07:00Se publica la edición del Don Quijote más completa en sus 400 años <div style="text-align: justify;">
<blockquote class="tr_bq">
<h3>
<span style="font-size: large;">Aparece
una edición crítica que fija la novela de Cervantes que abre mil
puertas a esta obra maestra. Dos volúmenes en los que han participado
más de medio centenar de expertos y escritores</span>
<br />
</h3>
</blockquote>
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-woqHha5nr2w/VYq2FPCliqI/AAAAAAAAs3g/4RGzU62KpZo/s1600/Don%2Bquijote%2B400%2Bacademico.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="http://1.bp.blogspot.com/-woqHha5nr2w/VYq2FPCliqI/AAAAAAAAs3g/4RGzU62KpZo/s640/Don%2Bquijote%2B400%2Bacademico.jpg" width="542" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">El académico Francisco Rico, con el estuche de dos volúmenes de El Quijote coordinado por él durante 21 años. / <span class="firma">Carlos Rosillo./elpais.com</span></span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-qJHuCudi8jw/VYq2FFfmljI/AAAAAAAAs3o/ylvSeUhPzo8/s1600/don%2Bquijote%2B400%2Ba%25C3%25B1os%2Bacademicos.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="390" src="http://2.bp.blogspot.com/-qJHuCudi8jw/VYq2FFfmljI/AAAAAAAAs3o/ylvSeUhPzo8/s640/don%2Bquijote%2B400%2Ba%25C3%25B1os%2Bacademicos.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Presentación de la edición crítica de El Quijote, en el Salón de Plenos
de la RAE, coordinada por el filólogo y académico Francisco Rico. De
izquierda a derecha: Santiago Muñoz Machado (académico), Víctor García
de la Concha (Director Instituto Cervantes), Darío Villanueva (director
RAE), Jaume Giró (Director Fundación Bancaria la Caixa) y Soledad
Puértolas (escritora y académica). / <span class="firma">Carlos Rosillo.</span></span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-4hdaASu0r7M/VYq2FJy0JsI/AAAAAAAAs3k/0kqy3Lnsb1A/s1600/Don%2Bquijote%2B400.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="492" src="http://4.bp.blogspot.com/-4hdaASu0r7M/VYq2FJy0JsI/AAAAAAAAs3k/0kqy3Lnsb1A/s640/Don%2Bquijote%2B400.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Don Quijote, en uno de los grabados de Gustave Doré.</span></td></tr>
</tbody></table>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"> Aparece una edición crítica que fija la
novela de Cervantes que abre mil puertas a esta obra maestra. Dos
volúmenes en los que han participado más de medio centenar de expertos y
escritores Aparece una edición crítica que fija la novela de Cervantes
que abre mil puertas a esta obra maestra. Dos volúmenes en los que han
participado más de medio centenar de expertos y escritores</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">“<i>…y llegado el determinado punto, entraron en la ciudad, donde les
sucedió cosas que a cosas llegan”. </i>Y 410 años después esa orden de Don
Quijote salta a la vida real para que se descubra su propia obra: acaba
de ver la luz un <a href="http://elpais.com/tag/el_quijote/a/" target="_blank">Quijote</a>
para todo el mundo, con más de 150 miradas, puertas y rutas que se
abren para entrar en el universo del más ilustre caballero andante.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Atolladeros, tuertos, escollos, embustes y malentendidos son salvados y esclarecidos en la nueva edición de <em>El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha</em>,
de Miguel de Cervantes Saavedra, como nunca se ha visto. Más, más de
medio centenar de especialistas, eruditos y escritores amantes de este
clásico universal han caído bajo su hechizo, dirigidos por el filólogo y
académico Francisco Rico. Han creado una obra que ilumina y analiza
cada frase de Cervantes y estudia cada paso del Caballero de la Triste
Figura con el objetivo de fijar la obra, “aunque nunca podrá existir una
versión definitiva”.</span></div>
<div class="izquierda" id="sumario_4|foto" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="sumario_4"></a></span>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Es una puesta al día con las técnicas más modernas cuyo resultado es
la revisión de casi un centenar de pasajes más próximos al original o a
lo que quería decir Cervantes y el cambio de docenas de palabras que dan
un nuevo sentido o visión de esos episodios.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Es <a href="http://cultura.elpais.com/cultura/2014/11/26/babelia/1417012930_193899.html" target="_blank">el homenaje que la Real Academia Española</a> (RAE), junto con el Instituto Cervantes y la Obra Social La Caixa, rinden a esta obra maestra en los <a href="http://cultura.elpais.com/cultura/2015/03/26/actualidad/1427399523_646218.html" target="_blank">400 años de la publicación de la segunda parte</a>
en otoño de 1615 (editada por Espasa y Círculo de Lectores). Se trata
de una aventura fascinante en dos tomos: a la lectura de la historia del
caballero y su escudero ininterrumpida la acompañan las notas a pie de
página, cuyo territorio se ensancha, completa y complementa con la
mirada que expertos y escritores ofrecen de los 129 capítulos y
prólogos. Es un Quijote de 1.345 páginas con anotaciones, y 1.967 de
estudios, anexos, mapas y grabados.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Es un <a href="http://cultura.elpais.com/cultura/2015/05/27/babelia/1432726379_211033.html" target="_blank">Quijote poliédrico para el siglo XXI,</a> para todos los tiempos y edades.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">El texto cervantino como tal, asegura el profesor Rico, está bajo la
edición rigurosa de todos los instrumentos de la filología moderna que
han facilitado un acceso lo más cercano posible al original. Se han
analizado la caligrafía de Cervantes, los mecanismos de la imprenta en
la publicación y futuras correcciones y añadiduras del propio autor y
siguientes impresiones contrastadas con el original.</span></div>
<div class="izquierda" id="sumario_5|despiece" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="sumario_5"></a></span>
<div class="aside estirar">
<h3>
<span style="font-size: medium;">Lo que dijo el censor en 1604</span></h3>
<span style="font-size: medium;">La nueva edición se abre con la publicación de un hallazgo de 2008
que nunca se había impreso porque desde su primera edición se refundió:
la aprobación por la censura. "Poco más o menos, dice que le perdonan la
vida y se puede imprimir", cuenta Francisco Rico. El dictamen es:
"Porque será del gusto y entretenimiento al pueblo, a lo cual en regla
de buen gobierno se debe de tener atención. Allende de que no hallo en
él cosa contra policía y buenas costumbres".</span><br />
<span style="font-size: medium;">Uno de los malentendidos más universales lo aclara Rico en el prólogo de esta edición: "¿Es plausible que el <i>Quijote </i><b>naciera</b>
en la mente del autor como 'invectiva contra los libros de
caballerías'? Más razonable parece entender que la novela 'se engendró'
cuando Cervantes, 'en una cárcel', entrevió las características
esenciales del protagonista, un hidalgo trastornado por la lectura de
las fábulas caballerescas y dispuesto a remedarlas en la España de
Felipe II, y no porque el escritor se propusiera en primer término
desacreditarlas y a tal fin forjara luego el personaje de Don Quijote".
La clave de la fascinación que despiertan El Quijote y Sancho estaría en
su singular humanidad.</span><br />
</div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Decenas y decenas de correcciones y aclaraciones que ofrecen nuevas y
reales lecturas. Cambios pequeños y grandes que hacen realidad el dicho
de que Dios y el diablo se escondén en los detalles. Desde la frase
conocida que dice: “Suelen hacer el amor con ímpetu”, cuando lo correcto
es: “Suele nacer el amor con ímpetu”. O “La tempestad de palos que
sobre él vía”, cuando lo correcto es: “La tempestad de palos que sobre
él llovía”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Su presentación ha sido este martes en el salón de actos de la RAE
con asistencia de público donde se imbricaron la vida de Cervantes, la
historia e importancia de la novela y la edición crítica. Darío
Villanueva, director de la Academia: “Es una edición monumental con
todos los elementos necesarios para comprender esta obra universal”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Jaume Giró, director gerente de la fundación bancaria 'la Caixa’,
entidad impulsora de la colección Biblioteca Clásica de la RAE: “El
Quijote es una obra audaz y moderna, popular y erudita. De ella dijo
Borges que era el libro infinito porque todos lo estamos reescribiendo y
nadie termina de escribirlo”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Soledad Puértolas, escritora y académica: “Es una novela que nunca deja de ser nueva y enriquece con todos”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Santiago Muñoz Machado, secretario de la Academia: “Los tres momentos
clave de las ediciones del Quijote en la RAE son las de 1780, 1863 y
esta con un texto depurado y una edición enciclopédica”.</span></div>
<div class="derecha" id="sumario_1|apoyos" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="sumario_1"></a></span>
<div class="ademas">
</div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Y Víctor García de la Concha, director del Instituto Cervantes y
honorario de la RAE: “El Cervantes está feliz de que este Quijote
encuentre acomodo en la Biblioteca Clásica de la Academia”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Se refería García de la Concha que esta es una edición que empezó su
andadura en 1994 cuando el Cervantes encargó a la Academia un Quijote
indicado para su público en todos los lugares del mundo donde iban a
estar sus sedes. Un Quijote más informativo que interpretativo sin
ofender a los conocedores de la novela. Desde entonces, el coordinador
ha sido el profesor Rico. La primera edición apareció en 1998 bajo el
sello de Crítica. La segunda en 2005 con motivo del cuarto centenario de
la publicación de la primera parte y ahora esta, ampliada y renovada en
un estuche con dos volúmenes: en el primero la novela cervantina con
una serie de instrucciones y en el segundo estudios complementarios que
incluyen los análisis de los expertos y escritores sobre cada capítulo,
desde los fallecidos Martín de Riquer y Claudio Guillén, hasta Javier
Marías, Alberto Manguel y Javier Cercas, pasando por Roger Chartier o
Jean Canavaggio. El segundo volumen se cierra con una serie de mapas y
planos de la obra y una galería de ilustraciones de una treintena de
artistas de todos los tiempos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">La suma de esos comentarios, en la sección Lecturas el Quijote,
asegura Rico en el libro, “constituye una antología única de la mejor
crítica cervantina de nuestros días y, al correr paralela a una
anotación asentada en el sentido literal, da una óptima idea de la
inagotable riqueza del libro y de la multiplicidad de enfoques a que se
presta”.</span></div>
<div class="izquierda" id="sumario_2|html" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="sumario_2"></a></span>
<blockquote>
<span style="font-size: medium;">Constituye una antología única de la mejor crítica cervantina de
nuestros días y, al correr paralela a una anotación asentada en el
sentido literal, da una óptima idea de la inagotable riqueza del libro y
de la multiplicidad de enfoques a que se presta”.</span><br />
</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Uno de los malentendidos más universales lo aclara Rico en el prólogo de esta edición: “¿Es plausible que el <em>Quijote</em>
naciera en la mente del autor como 'invectiva contra los libros de
caballerías'? Más razonable parece entender que la novela 'se engendró'
cuando Cervantes, 'en una cárcel', entrevió las características
esenciales del protagonista, un hidalgo trastornado por la lectura de
las fábulas caballerescas y dispuesto a remedarlas en la España de
Felipe II, y no porque el escritor se propusiera en primer término
desacreditarlas y a tal fin forjara luego el personaje de Don Quijote”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Es parte de la riqueza de una obra, que cobra vida por sí misma.
Pasados cuatro siglos la pregunta sigue siendo la misma: ¿Qué tiene el
Quijote que fascina a toda clase de lectores y críticos? “El punto de
partida decisivo”, dice Rico, “tuvo que ser aquel en que el autor
vislumbró la imagen del héroe, y el éxito inigualado del <em>Quijote</em>
viene de la fascinación que desde siempre ha ejercido su singular
humanidad. Don Quijote "es un entreverado loco, lleno de lúcidos
intervalos" (II, 18), "que, fuera de las simplicidades que dice tocantes
a su locura, si le tratan de otras cosas discurre con bonísimas razones
y muestra tener un entendimiento claro y apacible en todo; de manera
que como no le toquen en sus caballerías, no habrá nadie que le juzgue
sino por de muy buen entendimiento. Pero nadie deja tampoco de
encandilarse por igual con el Don Quijote loco, desaforado, grotesco, y
con el Don Quijote inteligente, sensato e irreprochable. Uno y otro
despiertan pareja simpatía, y el deleite que produce la obra consiste
principalmente en el ir y venir del uno al otro, entre las acciones
nacidas de la locura y las palabras inspiradas por la lucidez”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Los expertos explican lo que explican y los lectores piensan lo que
piensan, pero pareciera que el propio Miguel de Cervantes ya daba la
clave de esta edición, cuando en el capítulo VIII de la segunda parte,
dice: “Finalmente, ordenó don Quijote entrar en la ciudad entrada la
noche, y en tanto que la hora se llegaba se quedaron entre unas encinas
que cerca del Toboso estaban, y llegado el determinado punto, entraron
en la ciudad, donde les sucedió cosas que a cosas llegan”.</span></div>
</blockquote>
<div class="ademas">
<ul>
<li><span style="font-size: medium;"><a href="http://elpais.com/tag/el_quijote/a/">Todo sobre el Quijote, en EL PAÍS</a></span></li>
<li><span style="font-size: medium;"><a href="http://cultura.elpais.com/cultura/2015/05/27/babelia/1432726379_211033.html">Un ‘Quijote’ moderno</a></span></li>
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<li><span style="font-size: medium;"><a class="fotogaleria" href="http://elpais.com/elpais/2015/06/23/album/1435084335_540821.html#1435084335_540821_1435087867"> <strong>Un Quijote ilustrado en todos los tiempos</strong></a> </span></li>
</ul>
</div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-3035774416362793792015-06-20T06:52:00.001-07:002015-06-20T06:53:27.333-07:00La novela colombian actual: canon, marketing y periodismo<div class="post-body entry-content" id="post-body-274499545045562800" itemprop="description articleBody">
<div style="text-align: justify;">
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-size: large;">Pablo Montoya, autor de <i>Triptíco de la infamia</i>, se despacha contra el canon editorial y comercial influido por las ventas y la farándula literaria </span></blockquote>
</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-54d3sJ5O_zM/VYVs-dwnhEI/AAAAAAAAsx8/P_wqMmKip2M/s1600/Pablo%2Bmontoya%2Bnovela%2BRG.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="336" src="http://3.bp.blogspot.com/-54d3sJ5O_zM/VYVs-dwnhEI/AAAAAAAAsx8/P_wqMmKip2M/s640/Pablo%2Bmontoya%2Bnovela%2BRG.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">Pablo Montoya ganó el Premio Rómulo Gallegos con<i> Triptíco de la infamia</i>./auroraboreal.net</span></td></tr>
</tbody></table>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">No es nada temerario afirmar que una buena parte de las novelas
colombianas que hoy triunfan en el escenario de las grandes editoriales
naufragan en una suerte de frivolidad sentimental, en un espectáculo
altisonante de la violencia y en propuestas narrativas que buscan
afanosamente su aprobación comercial. Novelas, pues este es el género
impuesto en el gusto colectivo, que intentan penetrar en los fenómenos
típicamente nacionales a través de inquietudes tal vez válidas, pero
resueltas en la escritura de manera ligera, sensacionalista, poco audaz.
¿Qué pasaría si alguien, apoyado en los principios de la exigencia
estética y no en los del mutuo elogio o en las presiones venidas de los
consorcios editoriales, se dedicara a escribir una recopilación de
ensayos críticos sobre las novelas más exitosas de los últimos años? Por
encima de las cifras de ventas que ofrecen algunas de ellas (piénsese,
por ejemplo, en <i>Rosario Tijeras</i> (1999) de Jorge Franco, en <i>Satanás</i> (2002) de Mario Mendoza, en <i>Angosta</i> (2004) de Héctor Abad Faciolince, en <i>Necrópolis</i> (2009) de Santiago Gamboa, en <i>Tres ataúdes Blancos</i> (2010) de Antonio Ungar, en <i>35 muertos</i> (2011) de Sergio Alvárez, en El ruido de las cosas al caer (2011) de Juan Gabriel Vásquez y en <i>La luz difícil</i>
(2011) de Tomás González), se encontraría con problemas de construcción
de personajes, con tramas más audiovisuales que literarias, con
triviales atmósferas telenovelescas, con tratamientos narrativos
frágiles, con complejidades estructurales exiguas, con adjetivaciones
torpes, con el lugar común como si este fuese realmente el héroe de sus
historias narradas, con críticas sociales que se empañan con un erotismo
ramplón, con influencias literarias manidas y un facilismo evidente
para resolver sus intrigas. Hallaría, por supuesto, pasajes que develan
un buen oficio narrativo en autores que hoy se declaran, por fin,
escritores profesionales en un país que sigue siendo avaro ante esta
clase de categoría. Así como Hernando Téllez, a propósito del panorama
literario de la primera mitad del siglo XX, que prefería la poesía e
ignoraba los otros géneros, decía que en Colombia "hay un montón de
versos pero muy pocos poemas".<span style="color: teal;">1</span>
Hoy podríamos afirmar que ante el papel glamuroso de la novela hay
muchas páginas escritas, sólo pasajes interesantes y no obras logradas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">He dicho fenómenos literarios típicamente nacionales. Y el más
visible de ellos, sin duda, es el de la violencia. "Qué es la nación
sino la violencia",<span style="color: teal;">2</span>
dice Gutiérrez Girardot en sus útiles reflexiones sobre la conformación
de una historia social de la literatura latinoamericana. La violencia y
la narrativa están ya íntimamente ligadas en <i>El carner</i>o de
Rodríguez Freyle, que es nuestro primer libro de relatos escrito en la
colonia pero publicado por Felipe Pérez en la segunda mitad del siglo
XIX. Una violencia que aparece porque ella es concomitante al
descubrimiento del Nuevo Mundo y a los turbios procesos de la conquista y
la colonización. Esa violencia que, además, está en la raíz misma de la
construcción del canon literario colombiano propuesto a finales del
mismo siglo. </span></div>
</blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Ya
sea elogiándola, y eso hicieron los conservadores, porque fue la manera
loable en que España ayudó a construir la nueva sociedad colombiana; o
denigrando de ella, porque era la expresión de la brutalidad, tal como
lo plantearon los liberales de entonces proclives a pensar en España
como una madre pérfida. Pero es el canon conservador, que empieza a
establecerse con la primera <i>Historia de la literatura de la Nueva Granada</i> (1867) de José María Vergara y Vergara, y que se fortalece con las antologías de <i>La Lira Granadina</i> y el <i>Parnaso Colombiano</i><span style="color: teal;">3</span>,
quien va a volver invisible esa violencia que era como el ladrillo y el
cemento con los que se había levantado la nación colombiana. Ese mismo
canon va a elevar unos altares para acomodarse en ellos y así olvidar la
realidad política y económica de un país abocado a la crisis permanente
desde su independencia hasta la Guerra de los Mil Días. Olvido que se
logrará a partir de versos neoclásicos y retóricas latinistas. A
propósito de esto Carlos Rincón dice que "después de una derrota
histórica de las proporciones de la secesión de Panamá, se hizo
acuciosa, ineludible en Colombia, la invención de un gran pasado
literario y patrio".<span style="color: teal;">4</span>
De tal manera, los representantes de esta primera canonización creyeron
que una ciudad aquejada de un analfabetismo y una pobreza que superaba
el 90 por ciento de la población, como era la Bogotá de entonces, podría
ser digna de llamarse la Atenas Suramericana. Y lo proclamaron así,
entre otras cosas, porque un gramático español desavisado lo había
dicho, y porque una caterva de poetas patrioteros opinaban que las
traducciones de Virgilio de Miguel Antonio Caro eran muchísimo mejores
que las que el mismo Virgilio había escrito, y porque, finalmente, el
castellano que se hablaba en esas cumbres andinas era el mejor hablado
en toda la malhablada geografía americana. Me detengo en estas
consideraciones, acaso ociosas, porque encuentro un curioso puente entre
la celebración ruidosa de esa literatura colombiana por un canon
simulador y la que ahora se realiza con las nuevas novelas que abordan
la violencia colombiana moldeada por el narcotráfico, la guerrilla y el
paramilitarismo. Nuestra literatura decimonónica y la que se escribió
hasta bien entrado el siglo XX, se celebraba mientras más ignorara la
violencia y más se creyera que Colombia era un reflejo de la hacienda El
Paraíso de Jorge Isaacs, donde amos y esclavos viven armónicamente y
sólo el fantasma de un amor incestuoso atraviesa como un pájaro agorero
el ámbito de sus páginas. La novela de ahora por supuesto no ignora el
atávico horror colombiano, pero lo trivializa tornándolo más frívolo,
mediático.<br />La cuestión del canon literario es un asunto complejo. El
concepto está viciado porque tiene que ver con los poderes hegemónicos.
El canon implica, por un lado, el tópico de la tradición literaria y sus
vínculos con la jerarquización de las clases letradas; y, por otro,
expresa la subjetividad de quienes deciden enfrentar el tema de los
textos perdurables que pretenden representar a una nación. Todo canon
reclama la excelencia estética que otorgan diversas generaciones de
lectores, pero también en él se inmiscuyen los gustos de una minoría
caprichosa. Han sido las academias, las historias de la literatura, las
instituciones filológicas y las bibliotecas de los periódicos, quienes
en Colombia han tratado de moldear el canon. Y así como Nietzsche
arremetió contra la perniciosa noción de filología, por considerarla
nefasta para todo proceso liberador del individuo, asimismo debería
dinamitarse la categoría de canon, y si no derrumbarla del todo, al
menos estremecerle sus pilares porque ellos son sinónimos de imposición y
de manipulación. Aunque es difícil pelear contra el establecimiento de
una idea de este tipo que en nuestro país ha estado asociado con clases
sociales blancas, machistas, católicas, militaristas y discriminadoras.
Este combate ha comenzado, sin embargo, a plantearse en el ámbito
universitario y es posible que en el futuro pueda notarse un resultado
afortunado<span style="color: teal;">5</span>. Pues
bien, desde hace un tiempo, nuestro canon se ha venido estremeciendo por
una cierta alharaca suscitada por la novela colombiana. Alharaca
triunfal pero contradictoria, porque está hecha a través de grupos
editoriales que se enfrentan, y ese es el espectro con el que luchan
cotidianamente sus comités, a la caída de un neoliberalismo en
bancarrota. De un momento a otro se le ha planteado a esa idea de canon
el aspecto de las ventas y, por ende, el de la proliferación de las
masas lectoras que, erráticas, leen siguiendo consignas cuantitativas y
no cualitativas. Esta circunstancia es más o menos nueva en el panorama
del país, porque, a excepción de <i>Cien años de soledad</i> (1967),
las buenas novelas nunca se habían vendido bien en una geografía
cultural tocada por el desaire hacia la lectura. Las novelas colombianas
canónicas, a mi juicio, no han sido muchas, a pesar de que un
respetable critico como Álvaro Pineda Botero toque la exuberancia y
eleve en sus estudios a 142 el número de sus novelas canónicas<span style="color: teal;">6</span>. Hasta la llegada del <i>boom</i>,
las novelas colombianas no han sido muy favorecidas por el tópico de
las ventas editoriales. Una lista tentativa de las novelas más
importantes estaría conformada por <i>María</i> de Jorge Isaacs, <i>Manuela</i> (1858 - 1859) de Eugenio Díaz Castro, <i>La marquesa de Yolombó</i> (1926) de Tomás Carrasquilla, <i>La vorágine</i> (1924) de José Eustasio Rivera, <i>Siervo sin tierra</i> (1954) de Caballero Calderón, <i>La casa grande</i> (1962) de Álvaro Cepeda Samudio, <i>El día señalado</i> (1963) de Manuel Mejía Vallejo y paremos de contar hasta que aparece la comparsa melancólica y festiva de Macondo en <i>Cien años de soledad</i>
de García Márquez. Pero este disminuido canon discutible desde entonces
ha venido creciendo de tal forma que se podría plantear la posibilidad
de edificar con varios autores y sus novelas más representativas una
suerte de parnaso colombiano: Andrés Caicedo con Qué viva la música
(1977), Pedro Gómez Valderrama con <i>La otra raya del tigre</i> (1977), Luis Fayad con <i>Los parientes de Esther</i> (1978), Germán Espinosa con <i>La tejedora de coronas</i> (1982), Antonio Caballero con <i>Sin remedio</i> (1984), Fernando Vallejo con <i>Los días azules</i> (1985), Roberto Burgos Cantor con <i>La ceiba de la memoria</i>
(2007) y un etcétera que para algunos se puebla con desmesura, y para
otros se reduce inquietantemente. Parnaso -y esta palabra como la de
canon es molesta- que conduciría a la conclusión sosegadora de que
estamos, por fin, ante a un gran ámbito novelesco.<br />Valga la pena
señalar que el canon en Colombia, desde que los gramáticos conservadores
empezaron a edificarlo a finales del siglo XIX, dio más espacio a los
poetas cuando estos, unidos al ejercicio de la política, se daban a
reflexionar solemnemente, sobre la patria, la identidad nacional, la
lengua española y la religión católica. No obstante, el tema del canon
ahora atraviesa un nuevo camino. Si antaño se exigía una canonización
política, gramática y genérica, hoy quien arremete con ímpetu es el
mundo de las ediciones comerciales y el periodismo. Si antes había
quienes creían peligroso todo canon por su sospechosa carga ideológica y
proponían revisarlo; hoy sería saludable desconfiar de él por su
grotesco perfil comercial. El contubernio de los grandes consorcios
editoriales españoles con el periodismo es quien decide ahora, con su
instrumental hiperbólico, el rumbo de nuestra literatura. Son ambos
quienes dictaminan, desde sus atalayas, las supuestas virtudes de ésta.
Son ambos, incluso, los que siguen pensando la dinámica literaria como
una encrucijada de centros metropolitanos y de periferias coloniales.<br />Pero
antes de referirme a ese tipo de escritor periodista que representa un
tipo de poder literario en la Colombia de hoy, quisiera intentar una
sucinta descripción de los editores comerciales de ahora. Ellos
manipulan gustos inclinados siempre hacia aquellas obras y autores que
garanticen dividendos. Su divisa es sacrificar la calidad por la
cantidad y, en esta dirección, son indiferentes a propuestas genuinas y
arriesgadas de la literatura. La calidad de lo que pregonan es tan solo
una de las formas pedestres del éxito. La novela es lo que les interesa y
pasan por alto los demás géneros. Y no es que esta preferencia sea su
exclusividad. De hecho, están amparados por los mismos historiadores de
la literatura. No resulta inútil mencionar una cifra que clarifica mucho
al respecto. De las veinte historias de nuestra literatura aparecidas
entre 1908 y 2006, doce de ellas, justamente las que se han publicado en
los últimos años, señalan a la novela como el género por antonomasia de
la literatura colombiana porque ni la poesía, ni el cuento, ni el
ensayo, ni el drama han podido expresar la complejidad de esa figura
escurridiza que se denomina ser nacional.<span style="color: teal;">7</span>
El André Gide y el Italo Calvino editores, con su particular sapiencia,
conocedores de la tradición literaria de sus países pero igualmente
abiertos a expresiones nuevas y experimentales, deberían servirles de
ejemplo. Pero la inopia de estos mercaderes de las letras es pasmosa.
Hay que escucharlos hablar de cifras, de puntos de ventas, de perfil
publicitario, de plus y de valor agregado; hay que verlos de qué modo
meten sus narices contables en el devenir de los premios literarios más
prestigiosos –prestigio que se ha deteriorado ostensiblemente desde hace
un tiempo-, para entender el papel de farsantes supremos que ocupan en
la literatura de inicios de este siglo. A ese mundo editorial le
importa, por supuesto, poco la gramática y la estética, y no me refiero
al hecho de ese establecimiento cultural, conformado por políticos
reaccionarios que exigían de la literatura decencias morales,
militancias religiosas y espurios vínculos con las autoridades
militares, que tanto daño hizo a la evolución de nuestra literatura,
sino a ese que significa velar simplemente por las virtudes de una
escritura auténtica. Si hay una fauna peligrosa en el panorama actual
son esos editores que deciden, bajo presiones económicas, lo que se debe
o no se debe publicar en sus editoriales palaciegas. Su mundo es uno
que, finalmente, practica con eficacia la política de una sola pieza que
consiste en ganar dinero. Por ello las novelas que publican van
afanosamente tras el comprador y no tras el lector. Como dice Darío Ruiz
Gómez en su ensayo sobre literatura y marketing, ante esa situación ya
no se puede hablar del antiguo editor respetable, sino del taimado jefe
de ventas.<span style="color: teal;">8</span> Y no es
descabellado, al contrario, es esperanzador, creer que la buena
literatura ha de volver al desconfiando aposento de Kafka, al silencio
pétreo de Melville, al encierro desquiciado de Robert Walser, al fino y
cultivado recinto de Julien Gracq. Quiero decir, en resumen, que la
literatura, para que ella sobreviva y sea la expresión de una rebeldía
veraz, en estas democracias liberales donde, como dice Vila-Matas "al
tolerarlo todo hacen inútil cualquier texto por peligroso que este pueda
parecer",<span style="color: teal;">9</span> debe acudir a la marginalidad bajo todas sus formas.</span></div>
</blockquote>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-xrTb6TEI5Ro/VYVtGsFOvqI/AAAAAAAAsyU/1R17lw3qPL8/s1600/novela%2Bhistorica%2BRG.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="http://4.bp.blogspot.com/-xrTb6TEI5Ro/VYVtGsFOvqI/AAAAAAAAsyU/1R17lw3qPL8/s640/novela%2Bhistorica%2BRG.jpg" width="461" /></a></div>
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">En
Colombia ha sucedido recientemente lo que es una presencia inobjetable
en todas las "repúblicas letradas" de Latinoamérica: la irrupción
ostensible del periodista escritor. Esta criatura no es del todo nueva.
Data, en el caso de América Latina, de los tiempos del modernismo. José
Martí, con sus crónicas escritas desde Estados Unidos entre 1881 y 1892,
marca, y con una lucidez meridiana, uno de los contornos de una
escritura que tiene una doble faz. Se escribe para el vasto público, se
publica en medios de rápido consumo, pero se apoya en un estilo
literario original y exigente. A José Martí le ponían problemas los
editores de los periódicos en que trabajaba porque la manera de redactar
sus crónicas era bizarra y llena de complejos contornos poéticos. Pedro
Henríquez Ureña define muy bien estas crónicas cuando se refiere ellas
como "periodismo elevado a un nivel artístico que nunca ha sido igualado
en español, ni probablemente en ninguna otra lengua".<span style="color: teal;">10</span>
Por esos designios milagrosos de la historia de la literatura, Martí se
impuso, gracias a la victoria de la inteligencia y la dedicación, sobre
el espíritu comercial que desde entonces manejaba la prensa. No es este
el espacio para explicar de qué modo Martí renovó el periodismo de
finales del siglo XIX desde hallazgos que pertenecen sobre todo al
dominio de lo literario. Tan solo quiero precisar que de ese Martí
periodista proceden nuestros mejores autores del siglo XX. Miguel Ángel
Asturias con sus crónicas parisinas, Alejo Carpentier con sus crónicas
musicales, Arturo Uslar Pietri con sus crónicas políticas y Gabriel
García Márquez con sus crónicas cosmopolitas.<br />Ahora bien, García
Márquez es nuestra más idónea carta de presentación en ese campo.
Colombia tiene en su nombre el gran exponente de lo que significa el
feliz maridaje entre literatura y periodismo. La idea de que un
reportaje periodístico es una suerte de género literario se la debemos a
él, y él se la debe tal vez a los trabajos de Camus y de Hemingway.
Pero si el autor de <i>Relato de un náufrago</i> (1970) es una bandera
en estas lides, a raíz de una inobjetable canonización, su figura y su
obra han provocado un fenómeno paradójico. Por un lado, con él y
particularmente con la publicación de <i>Crónica de una muerte anunciada</i>
(1981) inicia el carrusel frenético de los grandes tirajes editoriales.
En un medio como el latinoamericano en los pasados años ochenta, que
sólo soportaba para la novela tirajes de no más de cinco mil ejemplares,
la historia del asesinato de Santiago Nasar se desparramó por el
continente con una edición casi obscena de más de un millón de
ejemplares. Con García Márquez comienza el marketing de la literatura
entre nosotros. Marketing que ha caído sobre las espaldas colombianas
como una maldición bíblica, para emplear una expresión cara al realismo
mágico. Y es en este juego de compraventa en donde la novela ha entrado
definitivamente. Y ella que, en ciertas ocasiones, ha sido la
inteligencia en medio de mediocridad, la dignidad en medio del espanto,
la lucidez en medio de la estulticia, la ironía en medio de la derrota,
ha caído de hinojos ante esta circunstancia ilusoria.<br />El escritor
periodista de las generaciones posteriores a García Márquez se ha
encaramado, pues, en los altares del poder literario colombiano. Antes
se les exigía a los escritores que fuesen liberales o conservadores o
que fueran católicos y, en menor medida, que les gustaran las corridas
de toros y las peleas de gallo. Hoy pareciera exigírseles que aparezcan
en los periódicos, que publiquen columnas semanales, y opinen sobre lo
humano y lo divino, que es como decir sobre cualquier cosa. Ellos son,
en definitiva, figurines de la farándula en un país igualmente
farandulero. Todos estos periodistas que hoy picotean la literatura, y
que tienen el poder sobre la prensa y ciertas revistas culturales de
Colombia, y que ayudan con sus comentarios a que la industria editorial
siga creciendo y haciendo creer al público que ellos son el centro
esencial de las valoraciones literarias, se toman como los herederos del
escritor de Aracataca. Y quizás sea cierto, puesto que el autor de <i>La mala hora</i>
en diferentes momentos los ha coronado como tales. No se necesita,
entonces, ser muy audaz para caracterizar el trabajo de estos
periodistas. Siguiendo las consignas de las editoriales comerciales
fabrican artefactos novelescos aptos para la angurria del mercado. Son
los gurúes del vértigo en la trama narrativa y acaso por este motivo es
raro encontrar en sus obras verdaderas inmersiones en las profundidades
de los caracteres humanos. Lo muy literario, verbigracia la práctica de
un estilo poético, es, según sus juicios irreverentes, algo que le hace
daño a la literatura. No parecieran seguir, en esta perspectiva, las
premisas de su muy renombrado maestro cuando confesó en el discurso del
Premio Nobel que en cada línea que escribe convoca los espíritus de la
poesía.<span style="color: teal;">11</span> Una buena
novela, proclaman, son aquellas donde prolifera el diálogo y la
frivolidad, o el diálogo y el escándalo, o el diálogo y el espectáculo. Y
levantan los hombros desdeñosamente, se enfurecen como vedettes
violentadas, cuando la crítica les señala que esos diálogos y sus
terrenos aledaños están anclados en la insipidez de los formatos
telenovelescos. No se declaran herederos de Proust ni de Joyce, de
Thomas Mann ni de Faulkner, de Carpentier ni de Borges, de Sabato ni de
Onetti, sino de los despampanantes exponentes de la cultura popular en
donde entran toda suerte de futbolistas, boxeadores, luchadores,
actrices de cine y modelos de la publicidad pornográfica. Y como tienen
el espacio para expresarlo, en los periódicos, las revistas, los
programas televisivos y las emisoras, se mantienen rotulando virtudes
donde no las hay. Es, pues, ante estos pregones publicitarios en cadena
que el escritor de ahora debe reaccionar.</span></div>
</blockquote>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-DE1hmkEYwTM/VYVtEb-H9WI/AAAAAAAAsyM/gOCaZlr-XqU/s1600/lejos%2Broma%2Bnovela%2Bportada%2BRG.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="http://4.bp.blogspot.com/-DE1hmkEYwTM/VYVtEb-H9WI/AAAAAAAAsyM/gOCaZlr-XqU/s640/lejos%2Broma%2Bnovela%2Bportada%2BRG.jpg" width="416" /></a></div>
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">García
Márquez ha abierto, es evidente, la senda mediática por la que ahora
transita la literatura más visible de nuestro país. A partir del premio
nobel los escritores colombianos futuros tendrán desde muy jóvenes lo
que nunca antes tuvo aquel hasta la aparición de <i>Cien años de soledad</i>:
la profesionalización de un oficio y su respectiva independencia
económica. Y esto por supuesto es una coyuntura que ha transformado el
horizonte literario nacional. Al menos en los que tiene que ver con la
cantidad de novelas que pueden publicarse y el espacio que gozan para su
actual difusión. Pero, y aquí es donde debe intervenir la labor del
crítico, de entre la producción novelesca celebrada por el cambalache
editorial y sus periodistas cómplices, es necesario y urgente hacer un
trabajo de valoración. El crítico debe estar por encima de esos fuegos
fatuos, de esa apoteosis falaz vitoreada por las ferias de las vanidades
del comercio. Debe ir a la lectura con la perplejidad abierta al mundo
que va a descubrir. Pero también armado con la cautela que le otorga su
tránsito añejo por la lectura. Quizás deba apoyarse en la divisa de
Julien Gracq que propone para tiempos de confusión como fueron los
suyos, y como son también los de ahora, en los que proliferan autores
banales y no obras memorables, la elaboración de una crítica literaria
basada en el criterio de la excelencia estética12 y separada de
valoraciones sociales, morales y políticas sospechosas. Sé que esta
formulación es polémica en sí misma porque plantea una escogencia
reducida, roza un incómodo elitismo y atenta no solo contra la lógica de
una historia fundada en las últimas teorías de la historiografía
literaria, sino también contra las propuestas de las diversas corrientes
académicas interpretativas, que van del posestructuralismo y los
estudios culturales hasta las teorías de género y de la recepción. Sé,
igualmente, que en la propuesta de Gracq hay un contacto conflictivo con
lo que plantea Harold Bloom<span style="color: teal;">13</span> cuando se refiere a un canon conformado por las mejores obras de los escritores de la historia de la literatura.<span style="color: teal;">14</span>
Pero entiendo que en la senda de Gracq, el crítico podría desentrañar,
indiferente a cualquier compromiso económico o a cualquier lazo afectivo
con los escritores de marras, sin ninguna afiliación ideológica o
académica, y con toda la independencia de que sea capaz, las bondades y
los defectos de las obras.<br />Estoy hablando, sin embargo, como si en
Colombia hubiera espacios visibles para el crítico literario. De hecho,
nuestros mismos escritores se han referido a esta incómoda figura
despectivamente. Cepeda Samudio, que es el mayor renovador de nuestra
narrativa del siglo XX, rebaja al crítico literario al rol de parásito
prepotente. Y los novelistas de ahora, lo ignoran y lo someten a burlas
similares a la que esgrimió Cepeda Samudio. Pero a pesar de que los
críticos sean, en efecto, parásitos de las letras, cuando la lucidez los
acompaña son esenciales. Mi mirada, al respecto de esos espacios
críticos es un poco pesimista. Considero que si en nuestro país ha
habido y hay crítica literaria, ella está oculta y es silenciada. O si
aparece y se vuelve más o menos visible, acude a los formatos de la
batahola y la vociferación, como es el caso de la labor por momentos
atinada, pero generalmente delirante, que realiza Harold Alvarado
Tenorio desde su trinchera de <i>Arquitrave</i>. De tal manera que si
tomáramos como referente a Tenorio, habría que concluir que nuestra
crítica literaria estaría condenada más al desafuero de un narciso local
que a la agudeza de un crítico independiente sin mayores pretensiones
de figuración. Un balance de esos parajes desde donde un lector podría
buscar mojones para saberse situar ante un panorama literario que está
fundado en la hipnosis engañosa y en las usuales exageraciones de
provincia, llevaría a pensar que estamos antes un paisaje desalentador.
Decía Julien Gracq, en 1950, en <i>La littérature à l'estomac</i> que al lado de una evidente crisis de la literatura había una escandalosa crisis del juicio literario.<span style="color: teal;">15</span>
Y sospecho que en la Colombia actual se presenta un panorama similar al
que disecciona Gracq en su útil panfleto. Aunque quizás haya una
diferencia: si en la Francia de la posguerra de Gracq se publicitaba una
literatura de la cual hasta los mismos editores desconfiaban. En la
Colombia de hoy estos últimos, acompañados de los periodistas y hasta de
profesores universitarios, creen que realmente están ante una gran
literatura. Recuerdo, por ejemplo, que al publicarse <i>Angosta</i> de
Héctor Abad Faciolince, un académico de literatura recibió la novela y
su construcción alegórica atravesada por un maniqueísmo fútil, con un
comentario que expresa muy bien la percepción del fenómeno. El profesor
dijo que esa novela era nuestra <i>Divina Comedia</i> colombiana.<span style="color: teal;">16</span>
Un comentario así remite, a la postre, al que hacían los gramáticos de
antaño con respecto a los traducciones virgilianas de Miguel Antonio
Caro. Recientemente, ante la publicación de <i>Una luz difícil</i>, que es una novela de muchísima menor envergadura si se comparara con los primeros textos reveladores de Tomás González <i>Primero estaba el mar</i> (1983), <i>Para antes del olvido</i> (1987) y <i>El rey de Honka Monka</i>
(2003), y que se amolda demasiado a los criterios comerciales y tiene
evidentes problemas de construcción literaria en sus capítulos finales,
llovieron los comentarios, justamente desde las tribunas de ese
periodismo rimbombante, que la catalogaban como una obra maestra de la
literatura. Ya se vio, otro ejemplo más, los casos de Antonio Ungar con <i>Tres ataúdes blancos</i> y Juan Gabriel Vásquez con <i>El ruido de las cosas al caer</i>,
novelas premiadas en Anagrama y Alfaguara respectivamente, cómo esos
premios "prestigiosos" son el resultado de negociaciones brumosas entre
agentes literarios y editores comerciales. Esas dos "maldiciones" de la
civilización literaria contemporánea, para utilizar una expresión de
Tomás Segovia.<span style="color: teal;">17</span> Y
aquello de las negociaciones tras bambalinas sería algo del todo
secundario, si las obras galardonadas tuviesen realmente los méritos que
se anuncian con ubicua insistencia. Pero si este panorama novelístico
tiene la garrafal grandiosidad de ciertos ídolos de barro, el de la
crítica literaria no deja de calamitoso. Lo que hacen la revista <i>Semana</i> y <i>Arcadia</i> es seguir las pautas de lo que ordene este <i>boom</i>
victorioso de la novela colombiana. Y lo que escriben sus colaboradores
son reseñas hechas para estimular el bolsillo del comprador o para
aplastar, muchas veces de forma humillante, al escritor y su obra. Como
dice Darío Ruíz "convierten la crítica en algo tan superfluo como las
mercancías literarias que pregonan"<span style="color: teal;">18</span>.
</span></div>
</blockquote>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-myr9eCFCMSc/VYVtBojx5sI/AAAAAAAAsyE/a7ALmCUg4fE/s1600/periplo%2Bcara%25CC%2581tula%2Bnovela%2BRG.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="http://2.bp.blogspot.com/-myr9eCFCMSc/VYVtBojx5sI/AAAAAAAAsyE/a7ALmCUg4fE/s640/periplo%2Bcara%25CC%2581tula%2Bnovela%2BRG.jpg" width="610" /></a></div>
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Habría que decir, no obstante, que en algunas columnas de los
periódicos se asoma esporádicamente una crítica literaria sensata. Pero
el formato periodístico limita demasiado y estos "textículos" terminan
cayendo o en la zalamería, o en deslumbramientos exagerados ante obras
definitivamente minúsculas. Con todo, es evidente que la crítica no hay
que buscarla en esos kioscos del sainete literario. Ella respira,
callada, reservada, irónica, cautelosa, en las revistas culturales y
universitarias y en ciertos libros que, de vez en cuando, aparecen en
nuestro desolado territorio. Pues si hay un tipo de literatura que
espanta a casi todas las editoriales colombianas, por su facha
desastrada y su cínico desaire hacia el lucro económico, es la que
pretende establecer balances
y situar perspectivas interpretativas frente a la literatura. A veces
me pregunto, y así regreso al inicio de estas reflexiones, si un lector
del futuro buscara pruebas de una crítica literaria que diera cuenta de
lo que se escribe ahora ¿encontraría algo digno de perdurar? Yo, en
realidad, vacilo en qué responder. Pero sé que esta vacilación ya es en
sí misma un claro signo de alarma. De todas maneras, no hagamos
suposiciones memas y mejor preguntemos si ahora hay una crítica que dé
cuenta de lo que está pasando con esta celebrada novela colombiana.
Dirán algunos que este tipo de crítica palpita en la academia
universitaria y sus tesis y monografías y sus artículos en revistas
indexadas. Y yo diría que, en efecto, debe de palpitar allí y que la
universidad, por ser un espacio neutral y exigente, es el más adecuado
para que se formule una crítica juiciosa, regular y seria. De hecho hay
momentos muy altos de esta crítica y basta pensar, para solo hablar de
dos nombres, en la labor ejemplar de Rafael Gutiérrez Girardot y de
David Jiménez. Pero, infortunadamente, muchos universitarios emplean un
lenguaje que sólo interesa al círculo de ellos mismos. Los académicos
analizan e interpretan el texto, y para ello siguen marcos teóricos que,
en ocasiones, limitan las reflexiones libres y valientes que guían, por
lo general, la labor del crítico. Además, con las imposiciones de ese
gran tirano de las aulas que es Colciencias y todo su laberíntico
andamio de índices internacionales, me parece legítimo dudar que de este
gremio puedan surgir las luces esperadas de la actividad crítica. Estoy
sugiriendo, entonces, que el crítico en Colombia, desde la aparición de
Baldomero Sanín Cano, sigue siendo un personaje espectral, por no decir
fabuloso, que sólo crece en el ámbito de la total independencia y que
su actividad solo es propia de la periferia y el silencio. Quizás sea
cierto, pero prefiero que esta consideración flote en estas líneas más
como una duda que como una confirmación.</span></div>
</blockquote>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: teal; font-size: x-small;">Notas:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<ol style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;">
</span>
<li><span style="color: teal; font-size: x-small;">Citado por Juan Manuel Roca en <i>Galería de espejos, una mirada a la poesía colombiana del siglo</i> XX, Alfaguara, Bogotá, 2012, p. 16.</span></li>
<span style="font-size: x-small;">
</span>
<li><span style="color: teal; font-size: x-small;">Rafael Gutiérrez Girardot, <i>Aproximaciones</i>, Procultura, Bogotá,1986,p.56.</span></li>
<span style="font-size: x-small;">
</span>
<li><span style="color: teal; font-size: x-small;">Para comprender mejor
la relación entre el texto canónico de Vergara y Vergara y las dos
antologías ver Diana Paola Guzmán, "Los dueños de la palabra: antologías
poéticas en el siglo XIX", <i>Estudios de Literatura Colombiana</i>, Nr. 25, 2009, pp. 91-106.</span></li>
<span style="font-size: x-small;">
</span>
<li><span style="color: teal; font-size: x-small;">Carlos Rincón,"Canon y clásicos literarios en la década de 1930", Sarah de Mojica y Liliana Gómez, a cargo de, <i>Entre el olvido y el recuerdo: iconos, lugares de memoria y cánones de la historia y la literatura en Colombia</i>, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, 2010, p. 419.</span></li>
<span style="font-size: x-small;">
</span>
<li><span style="color: teal; font-size: x-small;">Con respecto a estas
nuevas posturas académicas universitarias frente al concepto de canon en
Colombia ver el polémico trabajo de Olga Vallejo y Alfredo Laverde, <i>Visión historia de la literatura colombiana. Elementos para una discusión</i>.<i> Cuadernos de trabajo I</i>, La Carreta Editores, Medellín, 2009.</span></li>
<span style="font-size: x-small;">
</span>
<li><span style="color: teal; font-size: x-small;">Álvaro Pineda Botero reúne sus estudios críticos de estas novelas en los siguientes libros: <i>La fábula y el desastre</i> (1999), donde aborda 52 obras desde 1650 hasta 1931; <i>Juicios de residencia</i> (2001), donde trata 30 novelas desde 1934 hasta 1985; y<i> Estudios críticos sobre la novela colombiana</i> (2005) donde trabaja 60 novelas desde 1990 hasta 2004.</span></li>
<span style="font-size: x-small;">
</span>
<li><span style="color: teal; font-size: x-small;">Ver el balance que hace Gustavo Bedoya en <i>Las formas de canonización de la novela colombiana en las historias literarias</i> (1908-2006), Coherencia, Vol. 6, Nr. 10, 2009, p. 133.</span></li>
<span style="font-size: x-small;">
</span>
<li><span style="color: teal; font-size: x-small;">Darío Ruiz Gómez, "La literatura en la era del marketing", en <i>Trabajo de lector</i>, Editorial Universidad de Caldas, Manizales, 2003, p. 375.</span></li>
<span style="font-size: x-small;">
</span>
<li><span style="color: teal; font-size: x-small;">Enrique Vila-Matas, "Música para malogrados", <i>El País</i>, Madrid, 2 de junio de 2012 .</span></li>
<span style="font-size: x-small;">
</span>
<li><span style="color: teal; font-size: x-small;">Citado en la nota liminar de Juan José Arrom en José Martí, <i>En los Estados Unidos, periodismo de 1881 a 1892</i>, Colección Archivos, Nr. 43, Barcelona, 2003, p. XVI.</span></li>
<span style="font-size: x-small;">
</span>
<li><span style="color: teal; font-size: x-small;">Gabriel García Márquez, "La soledad de América Latina" en <i>Discursos Premios Nobel</i>, Colección Los Conjurados, Bogotá, 2002, p. 140.</span></li>
<span style="font-size: x-small;">
</span>
<li><span style="color: teal; font-size: x-small;">Julien Gracq,"En lisant en écrivant" en Œuvres complètes II, Gallimard (Lapléiade), Paris, 1995, p. 675.</span></li>
<span style="font-size: x-small;">
</span>
<li><span style="color: teal; font-size: x-small;">Habría que señalar, de
todas maneras, que "el valor de las obras literarias no depende, según
Bloom, de la mirada a algún crítico, sino de la fuerza imaginativa que
hay en ellas y que las mantiene vivas como parte siempre actual,
imprescindible de la historia literaria". Ver, a propósito de la
valoración estética en Bloom como base de la conformación de un
determinado canon, Mario Alejandro Molano, "Valorar o no valorar, ¿es
esa la cuestión? Sobre una ilustrativa polémica entre Northrop Frye y
Harold Bloom", <i>Literatura, teoría, historia, crítica,</i> Nr. 10, 2008, p.65.</span></li>
<span style="font-size: x-small;">
</span>
<li><span style="color: teal; font-size: x-small;">Paul Valéry propone un
camino aun más radical.Auguraba que podría existir una "historia única
de las cosas del espíritu" que habría de sustituir todas las historias
del arte, de la literatura y de las ciencias. Ver Paul Valéry, "Degas.
Danse. Dessin", <i>Œuvres</i>, Gallimard, Paris, 1960, Vol. II, p. 1205.</span></li>
<span style="font-size: x-small;">
</span>
<li><span style="color: teal; font-size: x-small;">Julien Gracq, La littérature à l'estomac, José Corti, Paris, 2005, p.11.</span></li>
<span style="font-size: x-small;">
</span>
<li><span style="color: teal; font-size: x-small;">Ver Augusto Escobar
Mesa, "Abad Faciolince tras la búsqueda de la identidad" en Angosta de
Héctor Abada Faciolince, notas de literatura, Dirección de Bienestar
Universitario y el departamento de Publicaciones, Universidad de
Antioquia, Medellín, 2004, pp. 5-6.</span></li>
<span style="font-size: x-small;">
</span>
<li><span style="color: teal; font-size: x-small;">Refiriéndose al
destino de su traducción al español de la poesía de Giuseppe Ungaretti,
Tomás Segovia dice: "Pero es maldición de nuestra civilización (por
llamarla así) que hace que la poesía no la administren los poetas, ni
por supuesto los lectores, y ni siquiera los traductores, sino los
agentes literarios y otros hombres de empresa o de presa...". Ver Tomas
Segovia, "Nota sobre la traducción", en Giuseppe Ungaretti, Sentimiento
del tiempo, La tierra prometida, Debolsillo, Random House Mondadori,
Barcelona, 2006, p. 25.</span></li>
<span style="font-size: x-small;">
</span>
<li><span style="color: teal; font-size: x-small;">Darío Ruiz Gómez, "La literatura en la era del marketing", en Trabajo de lector, cit., p. 366.</span></li>
</ol>
</div>
delcastilloencantado.blogspot.comhttp://www.blogger.com/profile/00460248013275241355noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8725797634898043299.post-64290419444885298422015-06-19T06:49:00.001-07:002015-06-19T06:49:27.250-07:00Trilogía palestina<div class="post-body entry-content" id="post-body-5026254327250905035" itemprop="description articleBody">
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<h3>
<span style="font-size: medium;"><span style="font-size: large;">Los personajes de las tres novelas de <strong>Kanafani</strong> recogidos en esta colección editada por <strong>Hoja de Lata</strong>
actúan como símbolos, transcenden su identidad personal para
convertirse en retratos colectivos</span> </span></h3>
</div>
</blockquote>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-CyjU0NiS8JQ/VYQHQwsVEUI/AAAAAAAAsuc/ijEoSdY7dNU/s1600/Gas%25C3%25A1n%2BKanafani%2B%2BAnni%2BKanafani.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="360" src="http://2.bp.blogspot.com/-CyjU0NiS8JQ/VYQHQwsVEUI/AAAAAAAAsuc/ijEoSdY7dNU/s640/Gas%25C3%25A1n%2BKanafani%2B%2BAnni%2BKanafani.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Gasán Kanafani, autor palestino de <i>Trilogía palestina</i>./Anni Kanafani./revistadeletras.net</span></td></tr>
</tbody></table>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-97TmiusDYQg/VYQJcr6o6iI/AAAAAAAAsuo/uINSNW-KHmw/s1600/Trilogia%2Bpalestina%2BKanafani.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="http://4.bp.blogspot.com/-97TmiusDYQg/VYQJcr6o6iI/AAAAAAAAsuo/uINSNW-KHmw/s640/Trilogia%2Bpalestina%2BKanafani.png" width="438" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><i>Trilogía palestina</i> de Gasán Kanafani.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Los tres protagonistas de la pimera
novela, <strong><i>Hombres en el sol</i></strong>, muestran tres etapas
en la aceptación de la situación de los refugiados palestinos. Abu Qais,
el más anciano, simboliza la pérdida de identidad, la generación que ya
solo puede vivir de los recuerdos y seguir soñando en el país antiguo
que un día tuvieron aunque sus fuerzas se hayan marchitado y se dirija
peligrosamente a la deriva.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Maruán, el chico, muestra la inocencia
de la juventud. El ímpetu de acción combinado con su ingenuidad le
condenan inevitablemente al fracaso. Mientras que Asad, el hombre de
mediana edad, simboliza al individuo derrotado, cínico y resentido que
ha perdido la fe en los demás y solamente busca la salvación propia. Es
el paso de la colectividad al individualismo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Por otro lado, la figura de
Abuljaizarán, el pasador de hombres, simboliza la embriaguez
capitalista. El individualismo cínico en exceso obsesionado únicamente
con el dinero que no duda en transportar a sus conciudadanos como si
fueran ganado. Y lo peor es que su cinismo capitalista, sus ansias de
ganar dinero a cualquier precio, no nos sorprenden. Este es uno de
nuestros problemas: no podemos aceptar tan ligeramente este tipo de
acciones amorales porque sus consecuencias derivan inevitablemente en
una desintegración de la civilización. La moral, por muy cuestionada que
pueda ser por su arbitrarismo generacional, cumple, entre otras, la
función de mantener al individuo civilizado. Su pérdida nos convierte en
animales. Esta es una idea que se repite a lo largo de esta y las demás
novelas de Kanafani y que adquiere mayores proporciones con el descenso
al interior del camión cisterna. Un descenso que se convierte en un
símil del descenso a los infiernos dantescos. Un descenso real, físico,
del hombre que se introduce en el fuego (el calor abrasador del interior
de la cisterna) donde debe adentrarse quitándose la camisa, en otras
palabras, despojándose de uno de los pocos elementos que le mantienen
unido a la civilización y la humanidad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">A través de estos personajes, Kanafani
también aprovecha para dirigirse directamente a sus lectores, para
intentar remover sus conciencias y hacerles plantear la necesidad de
huir de allí. “¿Pero tú crees que vale mucho más la pena vivir así que
morir?”, pregunta conocedor de la respuesta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">La segunda novela que conforma esta trilogía palestina, <strong><i>Lo que os queda</i></strong>, es una obra más compleja estructural y narrativamente que muchos han emparentado con <strong><i>El ruido y la fúria</i></strong> de <strong>Faulkner</strong> y con el estilo rompedor de <strong>Joyce</strong>.
Un texto que puso en jaque al propio autor que se halló ante la
disyuntiva de querer decir muchas cosas y al mismo tiempo querar llegar a
sus lectores. Tanto es así, que se planteó: “¿Escribo para que un
crítico diga en una revista cualquiera que he escrito una novela
excelente, o escribo para llegar a la gente?”. I en una época crítica en
la que el “deber de intelectual [de un escritor] es el de testimoniar”,
como afirma <strong>María de Madariaga</strong> en el prólogo, la respuesta está clara.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">A pesar de su mayor complejidad, <i>Lo que os queda</i>
debe ser entendida como una novela de transición entre la primera y la
tercera pieza de esta trilogía. Aquí, según Madariaga, “se vislumbra ya
el esbozo de una toma de conciencia. La búsqueda de una solución, aunque
siga siendo de forma individual, representa ya un intento de
liberación.”</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">El puzle que nos propone Kanafani nos
muestra los sentimientos trágicos de Mariam, madre soltera del hijo de
su hermano que se ve forzada a casarse precipitadamente con Zacarías, un
desgraciado odiado por todos y que ya tiene otra familia, para evitar
el escándalo. Kanafani mezcla inteligentemente las horas de espera de
Mariam antes del indeseado matrimonio con las horas de andadura de
Hamed, su hermano, que está intentando huir del campo de refugiados. La
angustia de Carmen en <strong><i>Cinco horas con Mario</i></strong> se
convierte aquí en los miedos de Mariam mientras imagina donde estará su
hermano combinado con el raudal de recuerdos que llenan la cabeza del
hermano mientras lleva a cabo su particular travesía por el desierto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Es el retrato silencioso de un mundo
interior que remueve nuestras conciencias porque “no hay silencio sin
voz, de lo contrario no podría oirse de esa forma única, cargada de
ausencias, soledad, misterio.”</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">En la última novela, <strong><i>Um Saad</i></strong>,
Kanafani muestra “la etapa de la toma de conciencia colectiva del
pueblo palestino”. Es la época de las guerrillas y la lucha. Después de
más de veinte años en un campo de refugiados, incluso una madre como Um
Saad se alegra de que su hijo se aliste con los fedayín, los
combatientes laicos de oriente. Cuando todo está perdido, es el momento
de los grandes sacrificios.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;">Según María de Madariaga, y según el
propio Kanafani, la única solución posible al problema israelo-palestino
sería recuperar las ideas originarias del 1967 e instaurar “un Estado
democrático y laico.” Un país donde “judíos, musulmanes y cristianos
puedan convivir pacíficamente, con independencia de sus orígenes
religiosos o étnicos.” Esta es también la lucha del hijo de Um Saad.
Esta es la lucha iniciada por Kanafani cuya “pluma fue su arma de
combate”. Pero el hecho de que fuera asesinado poco después y que la
situación palestina no haya mejorado demasiado desde entonces, nos
muestra que, lamentablemente, la lucha no ha terminado todavía.</span></div>
</blockquote>
</div>
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